domingo, 29 de marzo de 2009

Estrella Digital - Opinion: Pablo Sebastián, Crisis financiera y diplomática

Estrella Digital - Opinion: Pablo Sebastián, Crisis financiera y diplomática
Menudo desastre va a acompañar a Zapatero en el estreno del presidente Obama en Europa con motivo de su presencia en las cumbres del G-20, de la OTAN y de la Unión Europea, a las que Zapatero llega adornado con: la intervención por el Banco de España de la Caja de Ahorros Castilla La Mancha, lo que niega la pretendida buena salud del sistema financiero de España; la crisis de la retirada de las tropas españolas de Kosovo; y con el récord del paro en toda la Unión Europea. Y cabe preguntarse, ante los presuntos estrategas políticos del palacio de la Moncloa, si la intervención de la citada caja de ahorros no podía aguantar diez días más, y si lo de la retirada de Kosovo no se pudo haber anunciado dentro de un mes y de otra manera. Aunque es demasiado tarde para todo ello, que deja al presidente Zapatero en pésima situación y que aireará la mala imagen de España en el mundo occidental.

El anuncio de la intervención por el Banco de España de la Caja de Ahorros Castilla La Mancha constituye un hecho político y económico relevante que deja a la intemperie y en entredicho la presunta solvencia del sistema financiero español, del que tanto ha presumido el presidente Zapatero ante el resto de las primeras potencias económicas de Occidente, donde se han producido las intervenciones de numerosas entidades financieras por parte de los bancos centrales.

La noticia, al margen del alcance que tendrá en la Comunidad de Castilla-La Mancha y en el resto de entidades financieras españolas con problemas, constituye un gran borrón en la imagen de España y en el propio prestigio del presidente Zapatero, que acudirá esta semana a la cumbre del G-20 de Londres en unas pésimas condiciones por causa de esta intervención y por la crisis diplomática abierta entre España y los países de la OTAN a raíz de la anunciada retirada, sin consulta previa y al estilo de lo ocurrido en Iraq, de las tropas españolas desplegadas en Kosovo.

Estamos, pues, ante un deterioro flagrante de la presidencia de Zapatero, de su Gobierno y de la imagen internacional de España, lo que no ayudará nada, sino todo lo contrario, en la búsqueda de inversores extranjeros para nuestro país, que colaboren en la salida de tan grave crisis económica y social en la que estamos inmersos, batiendo todos los récords del paro de la OCDE, en pos de los cuatro millones y medio de parados, y con un Gobierno que va a la deriva y absolutamente desacreditado en todos los frentes, que Zapatero se resiste a reformar, consciente quizás de que el problema es él, además de la corte de aprendices que ha sentado en el Consejo de Ministros.

El espectáculo que han dado los responsables de Exteriores y Defensa en los últimos días, por causa de la retirada de Kosovo, pidiendo perdón en la OTAN (la ministra Chacón), en Washington (el secretario general de la Moncloa, Bernardino León), por teléfono (Moratinos llamando a Clinton) y en Chile, con un viaje a la desesperada de Zapatero de 28.000 kilómetros para entrevistarse con el vicepresidente norteamericano, Joseph Biden, es la prueba del caos y desconcierto que impera en este Gobierno a la deriva. Y por si algo le faltaba a Zapatero, el presidente Obama no lo ha invitado a la cumbre de la energía y se ha desmarcado del absurdo invento zapaterista de la Alianza de Civilizaciones, aunque Zapatero ha conseguido un encuentro privado con Obama a su paso por Praga.

Y lo peor de todo esto no es sólo que fracasa y se derrumba el Gobierno de Zapatero hecho trizas en todos los frentes, sino que el nombre, la imagen y el prestigio de España quedan por los suelos y al mismo nivel de la crisis del paro y de la economía que nos invade. Dando ello fe de la incompetencia y la incapacidad política que adornan al presidente y a su Gobierno.

Las que no fueron castigadas como se debió en las elecciones del 2008 -a base de no decir la verdad sobre la crisis económica que ya estaba encima-, sobre todo por causa de los errores y los problemas internos del PP, y especialmente de su ala derecha -de los Aguirre, Zaplana, Acebes, Aznar, etcétera-, empeñada en anclar al PP en los errores de la guerra de Iraq y la conspiración y mentiras sobre los atentados del 11-M. Aunque, renovado el PP en su congreso de Valencia, Rajoy está en condiciones de progresar como ya lo ha hecho en Galicia y el País Vasco, y como pronto lo harán en Castilla-La Mancha, tras la intervención de la Caja, que estaba gestionada por el PSOE y que ahora pasa a las manos del Banco de España, dejando al Gobierno socialista de Barreda en pésima situación.

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