jueves, 4 de febrero de 2010

Traición al Quijote

El Discurso oración de ZP ante Obama
Traición al Quijote
Un gobierno opuesto al planteamiento político del héroe cervantino
Alfonso De la Vega, 04 de febrero de 2010 a las 16:08
DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO EN EL NATIONAL PRAYER BREAKFAST
Zapatero, teólogo de la liberación
Bono:"No se trata de un desayuno para rezar"
Ora pro Obama

ZP confunde la tolerancia que es una noble virtud de los fuertes con el consentir que es un defecto o pecado propio de débiles
¿Qué le parece el pasaje bíblico elegido por Zapatero?

Excelente
Los hay mejores
Profético y liberador
Nadie se lo esperaba
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Zapatero en la oración


ZP ha terminado su pintoresco discurso oración en EEUU ante las fuerzas vivas USA, emperador incluido, más propio de un siglo de las luces fundidas con una famosa cita sobre la Libertad (don precioso por el que se debe aventurar la vida) extraída de nuestra obra literaria más sagrada que puesta en sus labios más que a homenaje suena a burla sarcástica.

In illo tempore, el candidato a presidente Zapatero glosaba la figura de don Quijote, modelo del ideal caballeresco, ese singular y descomunal intento de materialización de los ideales metafísicos de Justicia, Belleza, Orden, Sabiduría y Libertad.

Pero si ZP presumía entonces de haber pasado por El Quijote, de sus actos no se deduce que El Quijote haya pasado por él, salvo para contrariarlo o incluso escarnecerlo. En efecto, sus posteriores acciones de gobierno de nuestra ínsula malbaratada han resultado ser la negación de los grandes valores humanistas liberales españoles que Cervantes y su criatura Don Quijote encarnan. Así, un pseudo pacifismo afeminado más propio de amas y sobrinas que de un caballero que lucha por la Justicia y la Libertad y que hace suyo el discurso sobre las Armas y las Letras.

Un gobierno que olvida que

"para ganar la voluntad del pueblo que gobiernas, entre otras has de hacer dos cosas: la una; ser bien criado con todos… y la otra, procurar la abundancia de los mantenimientos, que no hay cosa que más fatigue el corazón de los pobres que el hambre y la carestía. No hagas muchas pragmáticas y si las hicieres, procura que sean buenas…"

El de ZP es un gobierno opuesto al planteamiento político que Don Quijote hace al Sancho futuro gobernador para inspirar la acción de gobierno de su ínsula: la visión cervantina del respeto a un orden externo moral, (la estrella de lo numinoso, la Ley Natural o la Constitución), y su aplicación al viejo nosce te ipsum ha sido vulnerada repetidamente. Ni respeto a principios (“porque en el temor de dios está la sabiduría”) ni conocimiento de sí mismo. Una trasgresión permanente al orden constitucional y a la propia naturaleza de España, Nación antigua dice ahora, pero antes “discutida y discutible” a gusto del consumidor.

Tópicos discutidos y discutibles como el de la supuesta convivencia de las tres grandes religiones intentan adornar un discurso de corta pega, inmaduro e infantil.

ZP confunde la tolerancia que es una noble virtud de los fuertes con el consentir que es un defecto o pecado propio de débiles y cornudos consentidores gananciosos.

El aprendiz de caballero, rendido ante el Mal y enredado con pícaros, jayanes, felones, malandrines, galeotes o titiriteros, recuerda al hueco busto parlante de palabras vanas o equívocas de la casa de Antonio Moreno en Barcelona. No a la sabiduría de don Quijote asesor de Sancho, remedo de la del Platón político a Dión, sino la de la demagogia antesala de la tiranía que ya disfrutamos y la que vendrá si nadie lo remedia.

En este 4 de febrero sin cigüeñas y con la candelaria apagada se puede empezar en toda su gravedad la capacidad de devastación desarrollada por este nuevo aprendiz de nada, quizás iniciado apenas en una venta entre putas y golfos.

Más que aniversario del gobierno de los ideales cervantinos podemos glosar el sexto año triunfal de Juan Haldudo, amo y tirano del maltratado Andresillo. Y con él, la rosa abierta del alma muestra la indignación y desolación de una quimera: la de la España que pudo ser, y ya no es presa ahora de mohatreros, bandoleros catalanes, monipodios sevillanos y gallardos vizcaínos.

El poeta León Felipe sostenía que nos habían robado la hacienda pero que aún nos quedaba la Palabra.

Pero ahora ZP pretende no dejarnos ya ni eso.

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