Charlize Theron: "Me he sentido mujer objeto, manipulada y humillada"
Charlize Theron: "Me he sentido mujer objeto, manipulada y humillada"
Tiene esa belleza tan característica en las musas de Alfred Hitchcock. Woody Allen la describió como “una fuerza de la naturaleza” y en Hollywood ya le llaman “la Venus rubia”. Charlize Theron nació en Sudáfrica para ser bailarina, pero su bautismo de fama le llegó en las pasarelas. Dejó sin respiración a medio mundo al lucir “en todo su esplendor” como chica Martini y ahora, como actriz, lucha por demostrar que es más que un cocktail explosivo. Un Oscar la elevó al olimpo de los elegidos y, desde ese momento, no ha dejado de trabajar. Después de muchos años residiendo en Hollywood, acaba de aprobar su asignatura pendiente: conseguir la nacionalidad americana.
Amalia Enríquez. Venecia
(26-03-2008) ( Envíe esta noticia)
¿Ha logrado también, con el paso del tiempo, “quitarse de encima” la etiqueta de sexy y explosiva?
¡Me ha costado muchísimo! Cuando me fui de casa, con tan solo 16 años y un billete de ida para Italia, no sabía cuál iba a ser mi destino. Trabajé en las pasarelas de Milán, Nueva York…y no tengo muy buenos recuerdos de aquellas etapas.
¿Vivió en primera persona el ser “una mujer objeto”?
En parte, pero eso no era lo peor. Me sentí manipulada, humillada. No era feliz. El destino tenía que depararme otras vivencias. Y así fue. Dejé las pasarelas y mi vida tomó un rumbo del que hoy me siento muy feliz. Disfruto de la vida que ahora tengo.
¿Suele volver la vista atrás?
A menudo. Me gusta recordar de dónde vengo, las vivencias que han hecho de mí la mujer que soy. Me gusta volver a mis días en Sudáfrica. Tuve una infancia feliz, a pesar algunas consecuencias trágicas familiares que tuve que vivir. Recuerdo cuando, con tan sólo 13 años, mi madre me envolvía en una manta y me llevaba al cine a ver películas no aptas para menores.
¿Aprendió las cosas de la vida a través del cine?
Muchas de ellas. Un día vi con mi madre "Atracción Fatal" y fue la disculpa perfecta para que ella me hablase de sexo. Gracias al cine, mi madre me enseñó los misterios de la vida. Sus enseñanzas me han hecho crecer como persona.
Es hija de padres separados ¿Le marcó el difícil matrimonio de sus padres?
¿Y a quién no? Mi padre era alcohólico. Viví escenas muy difíciles para una niña. No se llevaban bien. Cuando mi padre murió, mi madre empezó a vivir de nuevo. Se casó por segunda vez y su actual marido es como un padre para mí.
¿Con su llegada ganó también en estabilidad emocional?
Me recuerdo siempre como una persona bastante estable en sentimientos. Pese a los malos momentos fui una niña feliz y me sentí siempre querida. Soy hija única y eso me convirtió, en cierta medida, en una solitaria que tenía que velar por su familia. Fui una especie de alma y eso me desarrolló un instinto de supervivencia muy grande. Aspiro a vivir en paz conmigo misma. Y por eso luchó día a día...
¿Cuidar su imagen contribuye a eso?
Me preocupo de estar sana y en buena forma. Creo que es la única forma de poder llevar el ritmo de vida y de trabajo que tengo actualmente. No soy propensa a engordar, por eso nunca me obsesionó con hacer ejercicio constante y dietas rápidas. De pequeña sí hice mucha gimnasia, atletismo, jockey, ballet. Y sin duda, todo esto me ayuda a mantenerme sana en todos los sentidos.
Y el corazón, ¿está a prueba de romances?
Lleva mucho tiempo enamorado. Nunca soñé con tener un príncipe azul, ni tampoco pensaba que un día iba a tener ante mí a ese hombre que cambiaría mi vida. Stuart (se refiere al actor Stuart Townsend) me ha cambiado la vida. Es con quien quiero estar el resto de mis días. Sé que me va a cuidar y me va a tener entre algodones.
¿El suyo es un amor perfecto?
No hay nada perfecto en la vida. La perfección está en encontrar el equilibrio y en eso estamos, en buscar la sorpresa cada día en el respeto, en que el cariño vaya en aumento. Antes de conocerle pensaba que jamás me casaría. Ahora sólo sé que quiero pasar con él el resto de mi vida. No hemos hablado aún de boda pero ¡nunca se sabe!
¿Siente celos de su éxito?
Él conoce esta profesión tan bien como yo, sabe que nada es eterno y que las cosas pueden cambiar. Él se alegra de mi éxito y no tiene celos ni de mis compañeros de rodaje (risas). No le doy motivos para los celos, me tiene muy segura.
¿Tan segura como lo está su prestigio en el cine actualmente?
Aquí no hay nada seguro. Cuando terminas un trabajo, esperamos que suene el teléfono de nuevo para volver a trabajar. Si eso no ocurre nos ponemos muy nerviosos. Es verdad que estoy viviendo un momento muy dulce, pero me ha costado mucho conseguir el respeto y el reconocimiento de crítica, público y compañeros.
Por cierto, ¿dónde guarda su Oscar?
Lo tengo en mi casa, en el despacho. Hay gente que lo tiene en el baño, pero yo no. Quiero que lo vean mis amigos, porque estoy muy orgullosa de ese Oscar. Sin embargo, conseguirlo no me ha cambiado nada, sigo siendo la de siempre: me gusta mi familia, adoro a mis padres, estoy feliz con mi pareja, pensamos en el futuro juntos... Yo me despierto feliz todas las mañanas. No le pido más a la vida. No vivo para cumplir unas expectativas, vivo para mí misma... Y eso me hace muy feliz...
jueves, 27 de marzo de 2008
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