Estrella Digital 15/05/2008 - OPINIÓN: Y además mata por Pablo SebastiánCabe imaginar que ha sido un lapsus, pero también podría darse el caso de que al lehendakari Ibarretxe le haya traicionado el subconsciente cuando declaró ayer, tras el atentado de Legutiano, que “ETA sobra, estorba y, además, mata”, como si lo de matar fuera lo menos importante o algo más o menos aleatorio. Semejante y desafortunado comentario se inscribe, en todo caso, en el habitual discurso político de Ibarretxe, donde, utilizando el propio lenguaje de ETA, nos habla del “conflicto vasco”, cuando los únicos problemas que existen en el País Vasco son los crímenes de ETA, el acoso a las libertades de los ciudadanos y la connivencia de los nacionalistas, con el PNV y el lehendakari a la cabeza, con el entorno de los terroristas. Ése es el conflicto, y no hay otro.
La muerte del joven guardia civil Juan Manuel Piñuel, las graves heridas causadas a sus compañeros y el terror sembrado en la madrugada en la casa cuartel de la Guardia Civil no son un hecho más y aislado, sino que deben ser los pilares de una nueva y contundente política en la que debe quedar claro quién está, con todas sus consecuencias, contra ETA y su gente, y quién no está y se dedica a buscar escape y disimulo, amparando el entorno mal llamado político y social de ETA, sus cómplices directos y activos en la estrategia del terror.
Da la impresión de que Zapatero ha aprendido la lección y ya sabe que Otegi no es un hombre de paz que se reunía con López y Eguiguren para hablar del falso “conflicto”, que no hay más derecho a decidir que el de todos los españoles, y que no se pueden contar los muertos de ETA que soporta cada presidente del Gobierno, como hacían los medios de comunicación afines a Zapatero para justificar la desastrosa negociación con la banda terrorista. Y está bien que el PP tienda la mano y aparezca junto al gobierno en la nueva etapa que, afortunadamente, parece configurarse contra ETA.
Pero no se pueden aceptar, ni consentir, ni convivir políticamente con los que desde el nacionalismo o la idiotez justifican, disimulan o esquivan dar la cara contra ETA y sus organizaciones títeres como lo han hecho y hacen el PNV, EA, Na-Bai, Aralar, EB y ERC. Porque, o se aísla a ETA y a todo su entorno, o los demócratas no tendrán manera de provocar un vuelco que deje en evidencia a todos los violentos sin distinción alguna, y ETA seguirá contando con apoyo político, económico y social.
Y la mejor manera de hacer un balance de todo ello es que Ibarretxe, que no sabemos a qué viene a Madrid el día 20, convoque elecciones en el País Vasco para clarificar el mapa político actual, reconocer el fracaso de su más que desdichado “plan” y sacar, de una vez por todas, a los secuaces de la banda de la vida política, PCTV y ANV incluidos. Pero todo apunta a que Ibarretxe no actuará con la celeridad que requiere la situación, porque puede que considere que el renacer criminal de ETA es aleatorio a todo lo demás, incluido su pretendido referéndum ilegal.
jueves, 15 de mayo de 2008
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