domingo, 28 de febrero de 2010
Sarah Burke ha sido nombrada una de las 100 mujeres más sexis por la revista Maxim.
Sarah Burke ha sido nombrada una La campeona canadiense de esquí freestyle Sarah Burke
nació en 1982 en Ontario. las 100 mujeres más sexis por la revista Maxim.
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viernes, 26 de febrero de 2010
¿Memoria histórica? Aquí todos hemos sido igual de hijos de puta
"NOS CARGAMOS LA DEMOCRACIA"
Pérez Reverte y la memoria histórica: "Aquí todos hemos sido igual de hijos de puta"
Sin pelos en la lengua. Así se ha expresado el escritor Arturo Pérez Reverte, que ha cargado contra la Ley de la Memoria Histórica, porque considera que el problema "atribuir los males de un período a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposibleArturo Pérez Reverte habla de su novela El Asedio
"¿Memoria histórica? Aquí todos hemos sido igual de hijos de puta"
El escritor sostiene que "España es un país históricamente enfermo"
Redacción, 26 de febrero de 2010 a las 10:34
España es un país históricamente enfermo
¿Qué libro es el mejor de Arturo Pérez Reverte?
La tabla de Flandes
El Club Dumas
El maestro de esgrima
Cabo Trafalgar
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Arturo Pérez Reverte.
No deja títere con cabeza. En una entrevista concedida a El Mundo --Arturo Pérez Reverte: "En España nos faltó la guillotina"--, el escritor habla de El Asedio, su última novela en la que viaja dos siglos atrás para hablar de la Cádiz de 1811, la España que tendría que haber sido y no fue. Una novela de misterio, de mar, de amor, de política, de ciencia y de historia de España. Y tras la novela, su opinión sobre la actualidad política que defiene a un escritor excepcional y sin complejos.
PAÍS INCULTO
“España es un país gozosamente inculto”
MEMORIA HISTÓRICA
"Atribuir los males de un período a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo no me vale para nada".
"Mi memoria histórica tiene tres mil años ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa. Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un período concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia es un error, poque el cainismo del español solo se entiende en un contexto muy amplio".
"Yo soy de Cartagena, y en Cartagena, que era zona roja, hubo de todo, hubo represión brutal de los milicianos y represión brutal de los falangistas. Y a mí, cuando era pequeño, me contaron las dos represiones, las dos; por eso, hablar de unos buenos y otros malos a estas alturas... Cualquiera que haya leído historia de España sabe que aquí todos hemos sido igual de hijos de puta, TODOS".
NOS FALTÓ UNA GUILLOTINA
“¿Sabes realmente cuál es mi lamento histórico? Es que aquí nos faltó una guillotina al final del siglo XVIII. El problema de España, a diferencia de Francia, es que no hubo una guillotina en la Puerta del Sol que le picara el billete a los curas, a los reyes, a los obispos y a los aristócratas... y al que no quisiera ser libre le obligara a ser libre a la fuerza. Nos faltó eso, pasar por la cuchilla a media España para hacer libre a la otra media"
CÁDIZ, 1811
"Porque España es un país históricamente enfermo. Se ve muy bien en cuanto escarbas un poco en la historia: desde Indíbil y Mandonio, los Austrias, la Ilustración... Hasta ahora mismo... Mira cómo nos estamos cargando la democracia. En cuando se empieza a perfilar una España distinta, esa España que empieza a ser posible, la destruyen los mismos españoles: la arrogancia de unos y el fanatismo de los otros. En Cádiz, los constitucionalistas liberales no supieron ver lo que era posible y no era posible".
Pérez Reverte y la memoria histórica: "Aquí todos hemos sido igual de hijos de puta"
LIBERTAD DIGITAL
"NOS CARGAMOS LA DEMOCRACIA"
Pérez Reverte y la memoria histórica: "Aquí todos hemos sido igual de hijos de puta"
Sin pelos en la lengua. Así se ha expresado el escritor Arturo Pérez Reverte, que ha cargado contra la Ley de la Memoria Histórica, porque considera que el problema "atribuir los males de un período a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible"
Arturo Pérez Reverte, entrevistado en El Mundo con motivo de su nuevo libro, El asedio. Como suele ser habitual, el escritor no tiene problema en arremeter contra todo y contra todos, y especialmente contra la "dictadura impuesta con la Ley de Memoria Histórica. Reverte considera que "España es un país gozosametne inculto, deliberadamente inculto, que incluso alardea de ser inculto, y con gente así, hacer esa ley de memoria histórica es ponerle una pistola en la mano".
"Mi memoria histórica tiene tres mil años ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa" añade "Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un período concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia es un error, poque el cainismo del español solo se entiende en un contexto muy amplio".
Para el célebre escritor "atribuir los males de un período a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo no me vale para nada".
"Cualquiera que haya leído historia de España sabe aquí todos hemos sido hijos de puta. TODOS" sostiene el escritor, que además, añade sorprendentes opiniones: "El problema de España, a diferencia de Francia, es que no hubo una guillotina en la Puerta del Sol que le picara el billete a los curas, a los reyes, a los obispos y a los aristócratas... y al que no quisiera ser libre le obligara a ser libre a la fuerza".
Y continúa: "Hemos fusilado tarde y mal, y no ha servido de nada. El momento histórico era ese, el final del siglo XVIII. Las cabezas de Carlos IV y de Fernando VII en un cesto, y de paso de algunos obispos y unos cuantos más, habrían cambiado mucho, y para bien, la Historia de España" asegura.
"NOS CARGAMOS LA DEMOCRACIA"
Pérez Reverte y la memoria histórica: "Aquí todos hemos sido igual de hijos de puta"
Sin pelos en la lengua. Así se ha expresado el escritor Arturo Pérez Reverte, que ha cargado contra la Ley de la Memoria Histórica, porque considera que el problema "atribuir los males de un período a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible"
Arturo Pérez Reverte, entrevistado en El Mundo con motivo de su nuevo libro, El asedio. Como suele ser habitual, el escritor no tiene problema en arremeter contra todo y contra todos, y especialmente contra la "dictadura impuesta con la Ley de Memoria Histórica. Reverte considera que "España es un país gozosametne inculto, deliberadamente inculto, que incluso alardea de ser inculto, y con gente así, hacer esa ley de memoria histórica es ponerle una pistola en la mano".
"Mi memoria histórica tiene tres mil años ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa" añade "Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un período concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia es un error, poque el cainismo del español solo se entiende en un contexto muy amplio".
Para el célebre escritor "atribuir los males de un período a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo no me vale para nada".
"Cualquiera que haya leído historia de España sabe aquí todos hemos sido hijos de puta. TODOS" sostiene el escritor, que además, añade sorprendentes opiniones: "El problema de España, a diferencia de Francia, es que no hubo una guillotina en la Puerta del Sol que le picara el billete a los curas, a los reyes, a los obispos y a los aristócratas... y al que no quisiera ser libre le obligara a ser libre a la fuerza".
Y continúa: "Hemos fusilado tarde y mal, y no ha servido de nada. El momento histórico era ese, el final del siglo XVIII. Las cabezas de Carlos IV y de Fernando VII en un cesto, y de paso de algunos obispos y unos cuantos más, habrían cambiado mucho, y para bien, la Historia de España" asegura.
domingo, 21 de febrero de 2010
El eslogan de Google se vuelve contra él
@José Mendiola - 20/02/2010
Un algoritmo de búsqueda. Ahí empezó todo. Al igual que sucedió con Coca-Cola, en Google el éxito se resume en una fórmula secreta que cambió la baraja con que se jugaba en el mundo de los buscadores. Cuesta creerlo, pero no hace mucho tiempo eran otros los motores de búsqueda que lideraban la red. Pero Google conservaba su secreto y en torno a él ha crecido un imperio que todo el mundo observa ahora con recelo.
Tras revolucionar el mercado de los buscadores, la empresa fundada por Sergey Brin y Larry Page hizo suya la máxima de que para triunfar era necesario crecer e innovar de forma permanente, hasta el punto que esta innovación fue institucionalizada por la empresa: todo trabajador puede dedicar un 20% de su tiempo remunerado a innovar en aquello que considere más oportuno. Muchos proyectos habrán caído en saco roto, pero otros son considerados como viables y consolidados como productos. Al amparo de esta atmósfera de innovación y creatividad constante han nacido productos como GMail o Google Maps, expandiendo la empresa hacia nuevos nichos de mercado alejados del buscador.
Google blandió pronto la antorcha de ser la empresa amiga del usuario: rechazó de plano la idea de tener que pagar por los servicios y criticó amargamente la filosofía de Microsoft de intentar rentabilizar hasta el último céntimo invertido. Esta filosofía se transformó pronto en eslogan y la compañía acuñó el mensaje que con posterioridad se hizo famoso: Don't be evil (no seas malvado), en clara alusión a las ansias recaudatorias de sus competidores o, para no andarnos por las ramas, de Microsoft.
Sin embargo, muchos ven ahora que este mensaje se está quedando vacío de contenido ante la magnitud y las dimensiones que está cobrando la corporación californiana. No hay mercado al que renuncie y rompe las reglas del juego con un modelo de negocio imbatible: todo gratis para el usuario y para siempre, a cambio, eso sí, de ser propietaria de sus datos e información.
A por las telecos
Hace un par de años a muchos le hubiera costado imaginar que Google pretendería introducirse en el mercado de la telefonía móvil. Desde hace poco cuenta con Android, uno de los sistemas operativos con mayor proyección del espectro (ha duplicado su cuota de mercado en Estados Unidos en apenas unos meses); y no contentos con eso, dispone ya de su propio móvil, el Nexus One, que está abriéndose camino con fuerza en el mercado de la telefonía. Pero no acaban ahí las ambiciones del coloso: la voracidad de Google parece no conocer límites y se atreve con todo.
Su última maniobra ha puesto en jaque a las empresas de telecomunicación : quieren cerrar el círculo de Internet y proveer de acceso a la web mediante fibra, y no crean que cualquier tipo de conexión: pretenden ofrecer una velocidad 100 veces superior a la disponible actualmente en Estados Unidos. Sin embargo, no es la velocidad lo que más preocupa a las telecos: el gigante norteamericano pretende ofrecer el servicio a precio google, que en el mejor de los casos, será tan competitivo que acabará por romper el mercado. Y no será por muescas en la culata: TomTom y Garmin, los hasta ahora principales proveedores de sistemas de navegación, conocen muy bien lo que es vivir en propia carne el definitivo zarpazo del gigante, que puso de la noche a la mañana, precio cero a todos sus productos.
¿Cuál es el límite de Google? ¿Deben intervenir las autoridades europeas para poner coto a actitudes monopolísticas tal y como sugiere Vittorio Colao -CEO de Vodafone-? El primero en mover ficha en todo este guirigay ha sido el propio aludido, quien en boca de su CEO Eric Shmidt, y precisamente en Barcelona, ha tratado de esquivar el golpe eludiendo las preguntas que versaban sobre este asunto y centrándonse en el mercado de la telefonía móvil, que es el que parece que más preocupa a la corporación en estos momentos.
Google crece, y cuenta en sus servidores con cada vez más datos de sus fieles usuarios, y es que la información ha pasado a ser el mayor activo de la compañía. Hasta ahora, los escépticos y los que dudaban de las políticas de privacidad optaban por no abrir una cuenta en GMail o por no realizar búsquedas en Google, pero las alternativas van retrocediendo a medida que crece la cuota de mercado de los de Mountain View.
Un algoritmo de búsqueda. Ahí empezó todo. Al igual que sucedió con Coca-Cola, en Google el éxito se resume en una fórmula secreta que cambió la baraja con que se jugaba en el mundo de los buscadores. Cuesta creerlo, pero no hace mucho tiempo eran otros los motores de búsqueda que lideraban la red. Pero Google conservaba su secreto y en torno a él ha crecido un imperio que todo el mundo observa ahora con recelo.
Tras revolucionar el mercado de los buscadores, la empresa fundada por Sergey Brin y Larry Page hizo suya la máxima de que para triunfar era necesario crecer e innovar de forma permanente, hasta el punto que esta innovación fue institucionalizada por la empresa: todo trabajador puede dedicar un 20% de su tiempo remunerado a innovar en aquello que considere más oportuno. Muchos proyectos habrán caído en saco roto, pero otros son considerados como viables y consolidados como productos. Al amparo de esta atmósfera de innovación y creatividad constante han nacido productos como GMail o Google Maps, expandiendo la empresa hacia nuevos nichos de mercado alejados del buscador.
Google blandió pronto la antorcha de ser la empresa amiga del usuario: rechazó de plano la idea de tener que pagar por los servicios y criticó amargamente la filosofía de Microsoft de intentar rentabilizar hasta el último céntimo invertido. Esta filosofía se transformó pronto en eslogan y la compañía acuñó el mensaje que con posterioridad se hizo famoso: Don't be evil (no seas malvado), en clara alusión a las ansias recaudatorias de sus competidores o, para no andarnos por las ramas, de Microsoft.
Sin embargo, muchos ven ahora que este mensaje se está quedando vacío de contenido ante la magnitud y las dimensiones que está cobrando la corporación californiana. No hay mercado al que renuncie y rompe las reglas del juego con un modelo de negocio imbatible: todo gratis para el usuario y para siempre, a cambio, eso sí, de ser propietaria de sus datos e información.
A por las telecos
Hace un par de años a muchos le hubiera costado imaginar que Google pretendería introducirse en el mercado de la telefonía móvil. Desde hace poco cuenta con Android, uno de los sistemas operativos con mayor proyección del espectro (ha duplicado su cuota de mercado en Estados Unidos en apenas unos meses); y no contentos con eso, dispone ya de su propio móvil, el Nexus One, que está abriéndose camino con fuerza en el mercado de la telefonía. Pero no acaban ahí las ambiciones del coloso: la voracidad de Google parece no conocer límites y se atreve con todo.
Su última maniobra ha puesto en jaque a las empresas de telecomunicación : quieren cerrar el círculo de Internet y proveer de acceso a la web mediante fibra, y no crean que cualquier tipo de conexión: pretenden ofrecer una velocidad 100 veces superior a la disponible actualmente en Estados Unidos. Sin embargo, no es la velocidad lo que más preocupa a las telecos: el gigante norteamericano pretende ofrecer el servicio a precio google, que en el mejor de los casos, será tan competitivo que acabará por romper el mercado. Y no será por muescas en la culata: TomTom y Garmin, los hasta ahora principales proveedores de sistemas de navegación, conocen muy bien lo que es vivir en propia carne el definitivo zarpazo del gigante, que puso de la noche a la mañana, precio cero a todos sus productos.
¿Cuál es el límite de Google? ¿Deben intervenir las autoridades europeas para poner coto a actitudes monopolísticas tal y como sugiere Vittorio Colao -CEO de Vodafone-? El primero en mover ficha en todo este guirigay ha sido el propio aludido, quien en boca de su CEO Eric Shmidt, y precisamente en Barcelona, ha tratado de esquivar el golpe eludiendo las preguntas que versaban sobre este asunto y centrándonse en el mercado de la telefonía móvil, que es el que parece que más preocupa a la corporación en estos momentos.
Google crece, y cuenta en sus servidores con cada vez más datos de sus fieles usuarios, y es que la información ha pasado a ser el mayor activo de la compañía. Hasta ahora, los escépticos y los que dudaban de las políticas de privacidad optaban por no abrir una cuenta en GMail o por no realizar búsquedas en Google, pero las alternativas van retrocediendo a medida que crece la cuota de mercado de los de Mountain View.
sábado, 20 de febrero de 2010
jueves, 18 de febrero de 2010
viernes, 12 de febrero de 2010
Capitalizar las pensiones permitiría a los jubilados cobrar 3.500 euros al mes
16
EL FRAUDE DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Capitalizar las pensiones permitiría a los jubilados cobrar 3.500 euros al mes
Si Hacienda devolviera los 6.000 euros anuales que, de media, cotiza un empresario a la Seguridad Social y éste los invirtiera en Bolsa, el resultado sería sorprendente. Un jubilado cobraría 3.500 euros al mes -descontada la inflación- tras 30 años de trabajo y 7.500 tras 40.
Viajes: hoteles | coches | vuelos
fines de semana | ofertas último minuto
Documento: Compare los dos sistemas de pensiones
"La oportunidad de las reformas", por José Piñera
"El fraude de la Seguridad Social", por J.R. Rallo
Juan Ramón Rallo
El mito de las pensiones privadas argentinas y el ejemplo chileno
Un movimiento social pide la capitalización de las pensiones
2010-02-12ImprimirEnviarCorregirComentar
ALBERT ESPLUGAS
Juan Ramón Rallo, director del Observatorio de Coyuntura del Instituto Juan de Mariana, en una entrevista para Telemadrid, enfatizó que el verdadero problema del sistema de pensiones público no es su sostenibilidad, sino su coste de oportunidad, aquéllo que los cotizantes y pensionistas actuales están dejando de ganar por estar sujetos a un sistema de reparto en lugar de un sistema de capitalización.
En un sistema de reparto lo que paga un cotizante es consumido directamente por un pensionista. En un sistema de capitalización, un cotizante ahorra para su propio futuro, y durante el tiempo de espera ese ahorro se capitaliza invirtiéndose en proyectos empresariales que benefician al resto de la sociedad.
El ahorro se invierte, ensanchando y alargando las estructuras productivas. Al final del período de maduración se recupera el capital revalorizado y el pensionista dispone de una pensión más cuantiosa, a menudo antes de los 65 años.
El verdadero problema: lo que dejamos de ganar
Rallo propone que el Gobierno permita elegir a los trabajadores con respecto a las aportaciones del empresario a la seguridad: aquellos que quieran que el montante sea destinado a la Seguridad Social permanecen en el sistema, aquellos que quieran administrarlo de otro modo, depositándolo en un fondo de pensiones o invirtiéndola directamente en bolsa, son libres de hacerlo.
En Chile se permitió escoger a los trabajadores y el 95% se salió del sistema de reparto para desplazarse a las pensiones privadas.
Rallo defiende la inversión en bolsa como la mejor opción, pero dice que corresponde al trabajador elegir. Ya existen 11 millones de persona en España con inversiones en bolsa, pero falta más cultura financiera y menos predisposición por el ladrillo. Rallo es co-autor del estudio Una Sociedad de Propietarios del Instituto Juan de Mariana, que anima a los jóvenes a planificar para su futuro y a convertirse en propietarios de empresas (invertir en Bolsa).
Benjamin Graham, el padre de la inversión en valor, señaló que la Bolsa en el corto plazo es una máquina de votar, pero en el largo plazo es una máquina de pesar. La idea es que en el corto plazo la bolsa se comporta de manera irracional y arbitraria, influida por circunstancias que son de difícil previsión, mientras que en el largo plazo la cotización tiende a reflejar el valor real de la empresa.
Al comprar una acción de una empresa con beneficios y buenas perspectivas uno deviene propietario de una parte de una compañía que genera riqueza y compone el crecimiento económico del país. La clave es hacer una estimación acertada del valor objetivo de la compañía y advertir momento en el que está infravalorada.
La Bolsa de Madrid tiene una rentabilidad histórica del 10%. El índice S&P 500 tiene una rentabilidad histórica del 9% desde 1871 (y del 10% desde 1923, que es cuando S&P introdujo la primera lista de acciones. Esto significa que si hubiésemos invertido sólo 100 dólares en 1900 en las compañías de ese índice y hubiésemos ido reinvirtiendo los dividendos, hoy tendríamos medio millón de dólares (tomando la rentabilidad del 9% anual).
En la tabla mostrada a continuación calculamos la revalorización anual de la aportación que actualmente paga el empresario a la Seguridad Social para un salario medio en España (aproximadamente 6.000 euros al año). Hemos tomado la rentabilidad histórica del 10% de la Bolsa de Madrid y descontado un 3% de inflación anual.
Las cifras son elocuentes: después de 30 años de vida laboral el trabajador dispondría de más de 600.000 euros, y tras 40 años poseería 1,28 millones de euros.
De este modo, al término de la vida laboral, un jubilado podría cobrar de media unos 3.500 euros brutos al mes -descontando la inflación- con la mera percepción de los dividendos (rentabilidad media del 10% anual en términos nominales) que ha generado su ahorro si decidiera retirarse tras 30 años de trabajo, mientras que la pensión ascendería a unos 7.500 euros al mes si lo hiciera tras 40 años. Si la inflación siguiera su media histórica, la pensión nominal (incluyendo el IPC) sería de 5.000 euros brutos al mes y más de 10.000 euros mensuales, respectivamente. Y todo ello, manteniendo el capital intacto (600.000 o 1,28 millones de euros, según los años invertidos).
En la actualidad, la pensión media de jubilación en España gracias al sistema público de la Seguridad Social no alcanza ni siquiera los 900 euros al mes y cero euros de patrimonio. La pensión máxima se aproxima a los 2.400 euros. La insostenibilidad del sistema público acaba de reabrir el debate sobre la reforma de las pensiones en España.
El Gobierno propone retrasar la edad de jubilación de 65 a 67, así como ampliar el período de cálculo de 15 a 25 años, lo cual se traduciría en una rebaja de la pensión media próxima al 10%. Además, cabe recordar que es necesario cotizar durante 35 años para poder percibir el derecho completo al cobro de la prestación.
Pese a estas evidencias, la mayoría de analistas y el 100% de los políticos españoles abogan por mantener este sistema de reparto. El debate sobre la necesaria capitalización de las pensiones sigue cerrado, pese al activismo de minoritarios movimientos sociales.
¿Puede el crecimiento salvar las pensiones públicas?
Así, por ejemplo, Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra, critica que los liberales alarmen a la población tachando el sistema de pensiones de “insostenible” y advirtiendo sobre la necesidad de “cambios profundos que implicarán la disminución de las prestaciones”.
Navarro: el sistema de pensiones es sostenible
Navarro responde a varios argumentos que atribuye a los agoreros. El primero se refiere al aumento de la esperanza de vida, que en apariencia alarga el período de recepción de prestaciones sin que se prolongue la cotización. No obstante, señala Navarro, ha sido el descenso de la mortalidad infantil y la de los grupos etarios más jóvenes la principal causa del aumento de la esperanza de vida promedio.
El segundo argumento que se aduce para demostrar la insostenibilidad de las pensiones es, según Navarro, que la juventud se incorpora más tarde al mercado laboral y las personas de edad avanzada se jubilan antes, con lo que se reduce el número de cotizantes por pensionista. Navarro replica que las prejubilaciones deberían prohibirse y que los jóvenes en la actualidad dedican más tiempo a su formación, que luego repercute en una mayor productividad y en la capacidad de aportar cotizaciones más altas.
Enlazando con este último punto, Navarro alude al impacto del crecimiento de la productividad sobre la riqueza del país. Señala el economista:
Constantemente se dice que el número de trabajadores cotizantes por pensionista será menor, derivándose de este hecho que las pensiones no se podrán pagar. Ahora bien, decir que habrá pocos trabajadores para sostener las pensiones es similar al argumento que pudiera haberse dicho hace 30 años cuando el 30% de la población trabajadora sostenía la agricultura del país. El descenso del número de trabajadores en agricultura (hoy es sólo el 4%) no quiere decir que haya disminuido la producción de alimentos, al contrario, ha aumentado la productividad enormemente.
Con menos trabajadores se produce más alimento. Pues bien, sustituyan la palabra agricultura y pongan pensiones. El aumento inevitable de la productividad de un número menor de trabajadores puede sostener e incluso expandir las pensiones sin ningún problema. La ignorancia de este hecho lleva constantemente a errores mayores, como ocurre en el informe del Gobierno sobre las pensiones. Este comienza con una nota que intenta ser de alarma. Dice que hay 8 millones de pensionistas en 2010 y habrá 15 en 2040, de lo cual deduce (sin indicar por qué) que tenemos un problema grave.
Navarro apunta que para 2040 el PIB de España habrá crecido y será probablemente más del doble del actual. La viabilidad de las pensiones, por tanto, no es una cuestión demográfica o económica, sino política.
Rallo: la trampa de la sostenibilidad
Rallo identifica un problema con el planteamiento de Navarro: con un crecimiento económico modesto pueden pagarse las pensiones nominales actuales (en un futuro con más pensionistas y menos cotizantes). Si en las próximas décadas el PIB se duplica y se cumplen las expectativas demográficas, será posible seguir dedicando cerca de un 8% de la riqueza nacional al sistema de pensiones, como ahora.
Pero este argumento presupone que las pensiones se estancan mientras los sueldos del resto de la economía se duplican. Rallo se pregunta si es políticamente aceptable que unas pensiones que ya se consideran precarias hoy en día tengan el mismo valor nominal en una sociedad que es el doble de rica.
[El] INE estima que en 2050 tendremos casi el doble de pensionistas que ahora. En la actualidad, el gasto en pensiones supone el 8% del PIB, así podría parecer que estamos condenados a soportar un dispendio del 16% del PIB. Sin embargo, y en esto tiene razón Vicenç Navarro, basta con que el PIB se duplique de aquí a 2050 para que el gasto público se mantenga estable en el 8%. (…) La trampa en la que incurren quienes como Navarro emplean este argumento es que el gasto público no se disparará a menos que las pensiones públicas se mantengan en el misérrimo nivel actual.
Porque cabría esperar que siendo el sistema público un sistema tan digno y provechoso para los jubilados, si la renta de los españoles se duplica, la de los jubilados debería duplicarse en la misma medida.
Hoy la pensión de jubilación media en España es de 870 euros al mes, es decir, el 40% del sueldo medio. Si las pensiones no se incrementan y los sueldos se duplican, este porcentaje caerá aún más. ¿De verdad el sistema es incapaz de proporcionar pensiones que crezcan con los sueldos? La respuesta es no.
Capitalizar las pensiones permitiría a los jubilados cobrar 3.500 euros al mes
EL FRAUDE DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Capitalizar las pensiones permitiría a los jubilados cobrar 3.500 euros al mes
Si Hacienda devolviera los 6.000 euros anuales que, de media, cotiza un empresario a la Seguridad Social y éste los invirtiera en Bolsa, el resultado sería sorprendente. Un jubilado cobraría 3.500 euros al mes -descontada la inflación- tras 30 años de trabajo y 7.500 tras 40.
Viajes: hoteles | coches | vuelos
fines de semana | ofertas último minuto
Documento: Compare los dos sistemas de pensiones
"La oportunidad de las reformas", por José Piñera
"El fraude de la Seguridad Social", por J.R. Rallo
Juan Ramón Rallo
El mito de las pensiones privadas argentinas y el ejemplo chileno
Un movimiento social pide la capitalización de las pensiones
2010-02-12ImprimirEnviarCorregirComentar
ALBERT ESPLUGAS
Juan Ramón Rallo, director del Observatorio de Coyuntura del Instituto Juan de Mariana, en una entrevista para Telemadrid, enfatizó que el verdadero problema del sistema de pensiones público no es su sostenibilidad, sino su coste de oportunidad, aquéllo que los cotizantes y pensionistas actuales están dejando de ganar por estar sujetos a un sistema de reparto en lugar de un sistema de capitalización.
En un sistema de reparto lo que paga un cotizante es consumido directamente por un pensionista. En un sistema de capitalización, un cotizante ahorra para su propio futuro, y durante el tiempo de espera ese ahorro se capitaliza invirtiéndose en proyectos empresariales que benefician al resto de la sociedad.
El ahorro se invierte, ensanchando y alargando las estructuras productivas. Al final del período de maduración se recupera el capital revalorizado y el pensionista dispone de una pensión más cuantiosa, a menudo antes de los 65 años.
El verdadero problema: lo que dejamos de ganar
Rallo propone que el Gobierno permita elegir a los trabajadores con respecto a las aportaciones del empresario a la seguridad: aquellos que quieran que el montante sea destinado a la Seguridad Social permanecen en el sistema, aquellos que quieran administrarlo de otro modo, depositándolo en un fondo de pensiones o invirtiéndola directamente en bolsa, son libres de hacerlo.
En Chile se permitió escoger a los trabajadores y el 95% se salió del sistema de reparto para desplazarse a las pensiones privadas.
Rallo defiende la inversión en bolsa como la mejor opción, pero dice que corresponde al trabajador elegir. Ya existen 11 millones de persona en España con inversiones en bolsa, pero falta más cultura financiera y menos predisposición por el ladrillo. Rallo es co-autor del estudio Una Sociedad de Propietarios del Instituto Juan de Mariana, que anima a los jóvenes a planificar para su futuro y a convertirse en propietarios de empresas (invertir en Bolsa).
Benjamin Graham, el padre de la inversión en valor, señaló que la Bolsa en el corto plazo es una máquina de votar, pero en el largo plazo es una máquina de pesar. La idea es que en el corto plazo la bolsa se comporta de manera irracional y arbitraria, influida por circunstancias que son de difícil previsión, mientras que en el largo plazo la cotización tiende a reflejar el valor real de la empresa.
Al comprar una acción de una empresa con beneficios y buenas perspectivas uno deviene propietario de una parte de una compañía que genera riqueza y compone el crecimiento económico del país. La clave es hacer una estimación acertada del valor objetivo de la compañía y advertir momento en el que está infravalorada.
La Bolsa de Madrid tiene una rentabilidad histórica del 10%. El índice S&P 500 tiene una rentabilidad histórica del 9% desde 1871 (y del 10% desde 1923, que es cuando S&P introdujo la primera lista de acciones. Esto significa que si hubiésemos invertido sólo 100 dólares en 1900 en las compañías de ese índice y hubiésemos ido reinvirtiendo los dividendos, hoy tendríamos medio millón de dólares (tomando la rentabilidad del 9% anual).
En la tabla mostrada a continuación calculamos la revalorización anual de la aportación que actualmente paga el empresario a la Seguridad Social para un salario medio en España (aproximadamente 6.000 euros al año). Hemos tomado la rentabilidad histórica del 10% de la Bolsa de Madrid y descontado un 3% de inflación anual.
Las cifras son elocuentes: después de 30 años de vida laboral el trabajador dispondría de más de 600.000 euros, y tras 40 años poseería 1,28 millones de euros.
De este modo, al término de la vida laboral, un jubilado podría cobrar de media unos 3.500 euros brutos al mes -descontando la inflación- con la mera percepción de los dividendos (rentabilidad media del 10% anual en términos nominales) que ha generado su ahorro si decidiera retirarse tras 30 años de trabajo, mientras que la pensión ascendería a unos 7.500 euros al mes si lo hiciera tras 40 años. Si la inflación siguiera su media histórica, la pensión nominal (incluyendo el IPC) sería de 5.000 euros brutos al mes y más de 10.000 euros mensuales, respectivamente. Y todo ello, manteniendo el capital intacto (600.000 o 1,28 millones de euros, según los años invertidos).
En la actualidad, la pensión media de jubilación en España gracias al sistema público de la Seguridad Social no alcanza ni siquiera los 900 euros al mes y cero euros de patrimonio. La pensión máxima se aproxima a los 2.400 euros. La insostenibilidad del sistema público acaba de reabrir el debate sobre la reforma de las pensiones en España.
El Gobierno propone retrasar la edad de jubilación de 65 a 67, así como ampliar el período de cálculo de 15 a 25 años, lo cual se traduciría en una rebaja de la pensión media próxima al 10%. Además, cabe recordar que es necesario cotizar durante 35 años para poder percibir el derecho completo al cobro de la prestación.
Pese a estas evidencias, la mayoría de analistas y el 100% de los políticos españoles abogan por mantener este sistema de reparto. El debate sobre la necesaria capitalización de las pensiones sigue cerrado, pese al activismo de minoritarios movimientos sociales.
¿Puede el crecimiento salvar las pensiones públicas?
Así, por ejemplo, Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra, critica que los liberales alarmen a la población tachando el sistema de pensiones de “insostenible” y advirtiendo sobre la necesidad de “cambios profundos que implicarán la disminución de las prestaciones”.
Navarro: el sistema de pensiones es sostenible
Navarro responde a varios argumentos que atribuye a los agoreros. El primero se refiere al aumento de la esperanza de vida, que en apariencia alarga el período de recepción de prestaciones sin que se prolongue la cotización. No obstante, señala Navarro, ha sido el descenso de la mortalidad infantil y la de los grupos etarios más jóvenes la principal causa del aumento de la esperanza de vida promedio.
El segundo argumento que se aduce para demostrar la insostenibilidad de las pensiones es, según Navarro, que la juventud se incorpora más tarde al mercado laboral y las personas de edad avanzada se jubilan antes, con lo que se reduce el número de cotizantes por pensionista. Navarro replica que las prejubilaciones deberían prohibirse y que los jóvenes en la actualidad dedican más tiempo a su formación, que luego repercute en una mayor productividad y en la capacidad de aportar cotizaciones más altas.
Enlazando con este último punto, Navarro alude al impacto del crecimiento de la productividad sobre la riqueza del país. Señala el economista:
Constantemente se dice que el número de trabajadores cotizantes por pensionista será menor, derivándose de este hecho que las pensiones no se podrán pagar. Ahora bien, decir que habrá pocos trabajadores para sostener las pensiones es similar al argumento que pudiera haberse dicho hace 30 años cuando el 30% de la población trabajadora sostenía la agricultura del país. El descenso del número de trabajadores en agricultura (hoy es sólo el 4%) no quiere decir que haya disminuido la producción de alimentos, al contrario, ha aumentado la productividad enormemente.
Con menos trabajadores se produce más alimento. Pues bien, sustituyan la palabra agricultura y pongan pensiones. El aumento inevitable de la productividad de un número menor de trabajadores puede sostener e incluso expandir las pensiones sin ningún problema. La ignorancia de este hecho lleva constantemente a errores mayores, como ocurre en el informe del Gobierno sobre las pensiones. Este comienza con una nota que intenta ser de alarma. Dice que hay 8 millones de pensionistas en 2010 y habrá 15 en 2040, de lo cual deduce (sin indicar por qué) que tenemos un problema grave.
Navarro apunta que para 2040 el PIB de España habrá crecido y será probablemente más del doble del actual. La viabilidad de las pensiones, por tanto, no es una cuestión demográfica o económica, sino política.
Rallo: la trampa de la sostenibilidad
Rallo identifica un problema con el planteamiento de Navarro: con un crecimiento económico modesto pueden pagarse las pensiones nominales actuales (en un futuro con más pensionistas y menos cotizantes). Si en las próximas décadas el PIB se duplica y se cumplen las expectativas demográficas, será posible seguir dedicando cerca de un 8% de la riqueza nacional al sistema de pensiones, como ahora.
Pero este argumento presupone que las pensiones se estancan mientras los sueldos del resto de la economía se duplican. Rallo se pregunta si es políticamente aceptable que unas pensiones que ya se consideran precarias hoy en día tengan el mismo valor nominal en una sociedad que es el doble de rica.
[El] INE estima que en 2050 tendremos casi el doble de pensionistas que ahora. En la actualidad, el gasto en pensiones supone el 8% del PIB, así podría parecer que estamos condenados a soportar un dispendio del 16% del PIB. Sin embargo, y en esto tiene razón Vicenç Navarro, basta con que el PIB se duplique de aquí a 2050 para que el gasto público se mantenga estable en el 8%. (…) La trampa en la que incurren quienes como Navarro emplean este argumento es que el gasto público no se disparará a menos que las pensiones públicas se mantengan en el misérrimo nivel actual.
Porque cabría esperar que siendo el sistema público un sistema tan digno y provechoso para los jubilados, si la renta de los españoles se duplica, la de los jubilados debería duplicarse en la misma medida.
Hoy la pensión de jubilación media en España es de 870 euros al mes, es decir, el 40% del sueldo medio. Si las pensiones no se incrementan y los sueldos se duplican, este porcentaje caerá aún más. ¿De verdad el sistema es incapaz de proporcionar pensiones que crezcan con los sueldos? La respuesta es no.
Capitalizar las pensiones permitiría a los jubilados cobrar 3.500 euros al mes
Si Hacienda devolviera los 6.000 euros anuales que, de media, cotiza un empresario a la Seguridad Social y éste los invirtiera en Bolsa, el resultado sería sorprendente. Un jubilado cobraría 3.500 euros al mes -descontada la inflación- tras 30 años de trabajo y 7.500 tras 40.
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Documento: Compare los dos sistemas de pensiones
"La oportunidad de las reformas", por José Piñera
"El fraude de la Seguridad Social", por J.R. Rallo
Juan Ramón Rallo
El mito de las pensiones privadas argentinas y el ejemplo chileno
Un movimiento social pide la capitalización de las pensiones
2010-02-12ImprimirEnviarCorregirComentar
ALBERT ESPLUGAS
Juan Ramón Rallo, director del Observatorio de Coyuntura del Instituto Juan de Mariana, en una entrevista para Telemadrid, enfatizó que el verdadero problema del sistema de pensiones público no es su sostenibilidad, sino su coste de oportunidad, aquéllo que los cotizantes y pensionistas actuales están dejando de ganar por estar sujetos a un sistema de reparto en lugar de un sistema de capitalización.
En un sistema de reparto lo que paga un cotizante es consumido directamente por un pensionista. En un sistema de capitalización, un cotizante ahorra para su propio futuro, y durante el tiempo de espera ese ahorro se capitaliza invirtiéndose en proyectos empresariales que benefician al resto de la sociedad.
El ahorro se invierte, ensanchando y alargando las estructuras productivas. Al final del período de maduración se recupera el capital revalorizado y el pensionista dispone de una pensión más cuantiosa, a menudo antes de los 65 años.
El verdadero problema: lo que dejamos de ganar
Rallo propone que el Gobierno permita elegir a los trabajadores con respecto a las aportaciones del empresario a la seguridad: aquellos que quieran que el montante sea destinado a la Seguridad Social permanecen en el sistema, aquellos que quieran administrarlo de otro modo, depositándolo en un fondo de pensiones o invirtiéndola directamente en bolsa, son libres de hacerlo.
En Chile se permitió escoger a los trabajadores y el 95% se salió del sistema de reparto para desplazarse a las pensiones privadas.
Rallo defiende la inversión en bolsa como la mejor opción, pero dice que corresponde al trabajador elegir. Ya existen 11 millones de persona en España con inversiones en bolsa, pero falta más cultura financiera y menos predisposición por el ladrillo. Rallo es co-autor del estudio Una Sociedad de Propietarios del Instituto Juan de Mariana, que anima a los jóvenes a planificar para su futuro y a convertirse en propietarios de empresas (invertir en Bolsa).
Benjamin Graham, el padre de la inversión en valor, señaló que la Bolsa en el corto plazo es una máquina de votar, pero en el largo plazo es una máquina de pesar. La idea es que en el corto plazo la bolsa se comporta de manera irracional y arbitraria, influida por circunstancias que son de difícil previsión, mientras que en el largo plazo la cotización tiende a reflejar el valor real de la empresa.
Al comprar una acción de una empresa con beneficios y buenas perspectivas uno deviene propietario de una parte de una compañía que genera riqueza y compone el crecimiento económico del país. La clave es hacer una estimación acertada del valor objetivo de la compañía y advertir momento en el que está infravalorada.
La Bolsa de Madrid tiene una rentabilidad histórica del 10%. El índice S&P 500 tiene una rentabilidad histórica del 9% desde 1871 (y del 10% desde 1923, que es cuando S&P introdujo la primera lista de acciones. Esto significa que si hubiésemos invertido sólo 100 dólares en 1900 en las compañías de ese índice y hubiésemos ido reinvirtiendo los dividendos, hoy tendríamos medio millón de dólares (tomando la rentabilidad del 9% anual).
En la tabla mostrada a continuación calculamos la revalorización anual de la aportación que actualmente paga el empresario a la Seguridad Social para un salario medio en España (aproximadamente 6.000 euros al año). Hemos tomado la rentabilidad histórica del 10% de la Bolsa de Madrid y descontado un 3% de inflación anual.
Las cifras son elocuentes: después de 30 años de vida laboral el trabajador dispondría de más de 600.000 euros, y tras 40 años poseería 1,28 millones de euros.
De este modo, al término de la vida laboral, un jubilado podría cobrar de media unos 3.500 euros brutos al mes -descontando la inflación- con la mera percepción de los dividendos (rentabilidad media del 10% anual en términos nominales) que ha generado su ahorro si decidiera retirarse tras 30 años de trabajo, mientras que la pensión ascendería a unos 7.500 euros al mes si lo hiciera tras 40 años. Si la inflación siguiera su media histórica, la pensión nominal (incluyendo el IPC) sería de 5.000 euros brutos al mes y más de 10.000 euros mensuales, respectivamente. Y todo ello, manteniendo el capital intacto (600.000 o 1,28 millones de euros, según los años invertidos).
En la actualidad, la pensión media de jubilación en España gracias al sistema público de la Seguridad Social no alcanza ni siquiera los 900 euros al mes y cero euros de patrimonio. La pensión máxima se aproxima a los 2.400 euros. La insostenibilidad del sistema público acaba de reabrir el debate sobre la reforma de las pensiones en España.
El Gobierno propone retrasar la edad de jubilación de 65 a 67, así como ampliar el período de cálculo de 15 a 25 años, lo cual se traduciría en una rebaja de la pensión media próxima al 10%. Además, cabe recordar que es necesario cotizar durante 35 años para poder percibir el derecho completo al cobro de la prestación.
Pese a estas evidencias, la mayoría de analistas y el 100% de los políticos españoles abogan por mantener este sistema de reparto. El debate sobre la necesaria capitalización de las pensiones sigue cerrado, pese al activismo de minoritarios movimientos sociales.
¿Puede el crecimiento salvar las pensiones públicas?
Así, por ejemplo, Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra, critica que los liberales alarmen a la población tachando el sistema de pensiones de “insostenible” y advirtiendo sobre la necesidad de “cambios profundos que implicarán la disminución de las prestaciones”.
Navarro: el sistema de pensiones es sostenible
Navarro responde a varios argumentos que atribuye a los agoreros. El primero se refiere al aumento de la esperanza de vida, que en apariencia alarga el período de recepción de prestaciones sin que se prolongue la cotización. No obstante, señala Navarro, ha sido el descenso de la mortalidad infantil y la de los grupos etarios más jóvenes la principal causa del aumento de la esperanza de vida promedio.
El segundo argumento que se aduce para demostrar la insostenibilidad de las pensiones es, según Navarro, que la juventud se incorpora más tarde al mercado laboral y las personas de edad avanzada se jubilan antes, con lo que se reduce el número de cotizantes por pensionista. Navarro replica que las prejubilaciones deberían prohibirse y que los jóvenes en la actualidad dedican más tiempo a su formación, que luego repercute en una mayor productividad y en la capacidad de aportar cotizaciones más altas.
Enlazando con este último punto, Navarro alude al impacto del crecimiento de la productividad sobre la riqueza del país. Señala el economista:
Constantemente se dice que el número de trabajadores cotizantes por pensionista será menor, derivándose de este hecho que las pensiones no se podrán pagar. Ahora bien, decir que habrá pocos trabajadores para sostener las pensiones es similar al argumento que pudiera haberse dicho hace 30 años cuando el 30% de la población trabajadora sostenía la agricultura del país. El descenso del número de trabajadores en agricultura (hoy es sólo el 4%) no quiere decir que haya disminuido la producción de alimentos, al contrario, ha aumentado la productividad enormemente.
Con menos trabajadores se produce más alimento. Pues bien, sustituyan la palabra agricultura y pongan pensiones. El aumento inevitable de la productividad de un número menor de trabajadores puede sostener e incluso expandir las pensiones sin ningún problema. La ignorancia de este hecho lleva constantemente a errores mayores, como ocurre en el informe del Gobierno sobre las pensiones. Este comienza con una nota que intenta ser de alarma. Dice que hay 8 millones de pensionistas en 2010 y habrá 15 en 2040, de lo cual deduce (sin indicar por qué) que tenemos un problema grave.
Navarro apunta que para 2040 el PIB de España habrá crecido y será probablemente más del doble del actual. La viabilidad de las pensiones, por tanto, no es una cuestión demográfica o económica, sino política.
Rallo: la trampa de la sostenibilidad
Rallo identifica un problema con el planteamiento de Navarro: con un crecimiento económico modesto pueden pagarse las pensiones nominales actuales (en un futuro con más pensionistas y menos cotizantes). Si en las próximas décadas el PIB se duplica y se cumplen las expectativas demográficas, será posible seguir dedicando cerca de un 8% de la riqueza nacional al sistema de pensiones, como ahora.
Pero este argumento presupone que las pensiones se estancan mientras los sueldos del resto de la economía se duplican. Rallo se pregunta si es políticamente aceptable que unas pensiones que ya se consideran precarias hoy en día tengan el mismo valor nominal en una sociedad que es el doble de rica.
[El] INE estima que en 2050 tendremos casi el doble de pensionistas que ahora. En la actualidad, el gasto en pensiones supone el 8% del PIB, así podría parecer que estamos condenados a soportar un dispendio del 16% del PIB. Sin embargo, y en esto tiene razón Vicenç Navarro, basta con que el PIB se duplique de aquí a 2050 para que el gasto público se mantenga estable en el 8%. (…) La trampa en la que incurren quienes como Navarro emplean este argumento es que el gasto público no se disparará a menos que las pensiones públicas se mantengan en el misérrimo nivel actual.
Porque cabría esperar que siendo el sistema público un sistema tan digno y provechoso para los jubilados, si la renta de los españoles se duplica, la de los jubilados debería duplicarse en la misma medida.
Hoy la pensión de jubilación media en España es de 870 euros al mes, es decir, el 40% del sueldo medio. Si las pensiones no se incrementan y los sueldos se duplican, este porcentaje caerá aún más. ¿De verdad el sistema es incapaz de proporcionar pensiones que crezcan con los sueldos? La respuesta es no.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Ellos fanfarronean y ellas fingen
INFORME DE SALUD SEXUAL
Ellos fanfarronean y ellas fingen
El tiempo medio que se dedica en España al sexo es de dos horas semanales
Una de cada tres mujeres afirma que a veces es necesario fingir en la cama
La falta de deseo y la disfunción eréctil, los problemas más frecuentes
Un hombre y una mujer intiman en el jacuzzi. (Foto: Carlos Alba)
Actualizado miércoles 10/02/2010 13:48 (CET)
ISABEL F. LANTIGUA
MADRID.- En cuestión de sexo, todos mienten. Ellos, al decir que siempre tienen ganas, al alardear cuando pasa una chica guapa de que le harían esto y aquello. Ellas, al exagerar en la cama, al hacer pensar a sus compañeros de juegos íntimos que disfrutan mucho aunque en realidad estén pensando en acabar cuanto antes. "Los hombres somos bastante fantasmas, pero las mujeres tampoco son del todo claras con este tema. Es evidente que la gente sigue mintiendo al hablar de sexo", ha afirmado tajante el sexólogo Vicente Bataller durante la presentación de los resultados del Informe sobre hábitos de salud sexual entre la población española, en el que han participado más de 3.000 ciudadanos de entre 25 y 70 años.
"Todos tenemos en la boca que siempre estamos dispuestos a un encuentro sexual, pero no es así", dice el especialista. De hecho, la falta de deseo se ha convertido en el principal problema de los españoles y afecta a un 52%. "El problema es más acusado en las grandes ciudades, donde la falta de tiempo y el estrés influyen negativamente en las relaciones", aclara Bataller.
Tras la falta de deseo, la disfunción eréctil (30%) -un trastorno masculino pero que afecta psicológicamente a las mujeres- y la rutina (24%) son los principales escollos para disfrutar de la sexualidad en España.
La encuesta destaca que los problemas sexuales preocupan a los ciudadanos en igual medida que otras enfermedades comunes, como la diabetes o el colesterol. E incluso para un 14% es la principal preocupación, por encima de cualquier otra patología. Sin embargo, pocos buscan ayuda del especialista. Tan sólo un 10% de los pacientes con disfución eréctil acude a consulta. "Este aspecto sigue siendo tabú. A pesar de que la salud sexual alarga la vida y es importante para el equilibrio físico y psíquico, según reconoce hasta la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). Es muy importante tenerla en cuenta y solucionar los problemas", insiste el experto, que considera que los fármacos para los trastornos sexuales debería financiarlos la Seguridad Social.
¿Por qué se finge en la cama?
Uno de los aspectos que destaca el informe es que una de cada tres mujeres reconoce que en ocasiones es necesario fingir en la cama, sobre todo según aumenta la edad.
Para Vicente Bataller, "al actuar así, la mujer se miente a sí misma. Las contracciones involuntarias cuando se acerca el clímax sexual se producen cada 0,7 segundos y eso no se puede fingir. Se puede mentir con los gritos, con los susurros, pero no en el aspecto físico. Ellas se autoengañan y ellos muestran muy poco conocimiento del orgasmo femenino", afirma el médico.
"Un aspecto fundamental de la vida sexual es la comunicación, expresar lo que nos gusta en este ámbito, tan íntimo y personal. Si en vez de eso, preferimos mentir, nunca mejoraremos las relaciones", señala Ballater.
Diferencias por Comunidades
Pero a pesar de los inconvenientes, un 61% de la población española se muestra satisfecha con sus relaciones sexuales, aunque el 82% también piensa que podrían ser mejores. Por Comunidades Autónomas, Cantabria y Extremadura son los que más a gusto están con sus actitudes bajo las sábanas (72% y 71%, respectivamente), seguidos por los navarros y los riojanos (68% en ambos casos). Por el contrario, los más incorformistas con su actividad sexual son los catalanes, los madrileños y los andaluces. En cuanto a la edad, las personas entre 25 y 35 años son quienes más disfrutan del sexo.
El tiempo medio que se dedica a la semana al placer sexual es de dos horas, aunque un 25% de la población reconoce que no destina ni una hora a la cuestión. Para uno de cada dos españoles, las relaciones íntimas son algo prioritario. No así para los navarros, ya que sólo uno de cada cuatro concede bastante importancia al sexo.
Pese a la imagen que pueden dar las películas y las series de televisión, la realidad es que sólo el 17% de los españoles comenta sus actividades sexuales con los amigos. En este terreno, las mujeres son más cómplices y un 20% reconoce que trata este tema habitualmente y, además, con un alto grado de sinceridad.
Los que menos hablan son los navarros, pues casi tres de cada cuatro ciudadanos prefiere evitar este tema, aunque se trate de personas de confianza. Por el contrario, los que más comentan la jugada son los valencianos, gallegos y vascos y, estos últimos, además son los más sinceros.
jueves, 4 de febrero de 2010
Traición al Quijote
El Discurso oración de ZP ante Obama
Traición al Quijote
Un gobierno opuesto al planteamiento político del héroe cervantino
Alfonso De la Vega, 04 de febrero de 2010 a las 16:08
DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO EN EL NATIONAL PRAYER BREAKFAST
Zapatero, teólogo de la liberación
Bono:"No se trata de un desayuno para rezar"
Ora pro Obama
ZP confunde la tolerancia que es una noble virtud de los fuertes con el consentir que es un defecto o pecado propio de débiles
¿Qué le parece el pasaje bíblico elegido por Zapatero?
Excelente
Los hay mejores
Profético y liberador
Nadie se lo esperaba
/>
Zapatero en la oración
ZP ha terminado su pintoresco discurso oración en EEUU ante las fuerzas vivas USA, emperador incluido, más propio de un siglo de las luces fundidas con una famosa cita sobre la Libertad (don precioso por el que se debe aventurar la vida) extraída de nuestra obra literaria más sagrada que puesta en sus labios más que a homenaje suena a burla sarcástica.
In illo tempore, el candidato a presidente Zapatero glosaba la figura de don Quijote, modelo del ideal caballeresco, ese singular y descomunal intento de materialización de los ideales metafísicos de Justicia, Belleza, Orden, Sabiduría y Libertad.
Pero si ZP presumía entonces de haber pasado por El Quijote, de sus actos no se deduce que El Quijote haya pasado por él, salvo para contrariarlo o incluso escarnecerlo. En efecto, sus posteriores acciones de gobierno de nuestra ínsula malbaratada han resultado ser la negación de los grandes valores humanistas liberales españoles que Cervantes y su criatura Don Quijote encarnan. Así, un pseudo pacifismo afeminado más propio de amas y sobrinas que de un caballero que lucha por la Justicia y la Libertad y que hace suyo el discurso sobre las Armas y las Letras.
Un gobierno que olvida que
"para ganar la voluntad del pueblo que gobiernas, entre otras has de hacer dos cosas: la una; ser bien criado con todos… y la otra, procurar la abundancia de los mantenimientos, que no hay cosa que más fatigue el corazón de los pobres que el hambre y la carestía. No hagas muchas pragmáticas y si las hicieres, procura que sean buenas…"
El de ZP es un gobierno opuesto al planteamiento político que Don Quijote hace al Sancho futuro gobernador para inspirar la acción de gobierno de su ínsula: la visión cervantina del respeto a un orden externo moral, (la estrella de lo numinoso, la Ley Natural o la Constitución), y su aplicación al viejo nosce te ipsum ha sido vulnerada repetidamente. Ni respeto a principios (“porque en el temor de dios está la sabiduría”) ni conocimiento de sí mismo. Una trasgresión permanente al orden constitucional y a la propia naturaleza de España, Nación antigua dice ahora, pero antes “discutida y discutible” a gusto del consumidor.
Tópicos discutidos y discutibles como el de la supuesta convivencia de las tres grandes religiones intentan adornar un discurso de corta pega, inmaduro e infantil.
ZP confunde la tolerancia que es una noble virtud de los fuertes con el consentir que es un defecto o pecado propio de débiles y cornudos consentidores gananciosos.
El aprendiz de caballero, rendido ante el Mal y enredado con pícaros, jayanes, felones, malandrines, galeotes o titiriteros, recuerda al hueco busto parlante de palabras vanas o equívocas de la casa de Antonio Moreno en Barcelona. No a la sabiduría de don Quijote asesor de Sancho, remedo de la del Platón político a Dión, sino la de la demagogia antesala de la tiranía que ya disfrutamos y la que vendrá si nadie lo remedia.
En este 4 de febrero sin cigüeñas y con la candelaria apagada se puede empezar en toda su gravedad la capacidad de devastación desarrollada por este nuevo aprendiz de nada, quizás iniciado apenas en una venta entre putas y golfos.
Más que aniversario del gobierno de los ideales cervantinos podemos glosar el sexto año triunfal de Juan Haldudo, amo y tirano del maltratado Andresillo. Y con él, la rosa abierta del alma muestra la indignación y desolación de una quimera: la de la España que pudo ser, y ya no es presa ahora de mohatreros, bandoleros catalanes, monipodios sevillanos y gallardos vizcaínos.
El poeta León Felipe sostenía que nos habían robado la hacienda pero que aún nos quedaba la Palabra.
Pero ahora ZP pretende no dejarnos ya ni eso.
Traición al Quijote
Un gobierno opuesto al planteamiento político del héroe cervantino
Alfonso De la Vega, 04 de febrero de 2010 a las 16:08
DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO EN EL NATIONAL PRAYER BREAKFAST
Zapatero, teólogo de la liberación
Bono:"No se trata de un desayuno para rezar"
Ora pro Obama
ZP confunde la tolerancia que es una noble virtud de los fuertes con el consentir que es un defecto o pecado propio de débiles
¿Qué le parece el pasaje bíblico elegido por Zapatero?
Excelente
Los hay mejores
Profético y liberador
Nadie se lo esperaba
/>
Zapatero en la oración
ZP ha terminado su pintoresco discurso oración en EEUU ante las fuerzas vivas USA, emperador incluido, más propio de un siglo de las luces fundidas con una famosa cita sobre la Libertad (don precioso por el que se debe aventurar la vida) extraída de nuestra obra literaria más sagrada que puesta en sus labios más que a homenaje suena a burla sarcástica.
In illo tempore, el candidato a presidente Zapatero glosaba la figura de don Quijote, modelo del ideal caballeresco, ese singular y descomunal intento de materialización de los ideales metafísicos de Justicia, Belleza, Orden, Sabiduría y Libertad.
Pero si ZP presumía entonces de haber pasado por El Quijote, de sus actos no se deduce que El Quijote haya pasado por él, salvo para contrariarlo o incluso escarnecerlo. En efecto, sus posteriores acciones de gobierno de nuestra ínsula malbaratada han resultado ser la negación de los grandes valores humanistas liberales españoles que Cervantes y su criatura Don Quijote encarnan. Así, un pseudo pacifismo afeminado más propio de amas y sobrinas que de un caballero que lucha por la Justicia y la Libertad y que hace suyo el discurso sobre las Armas y las Letras.
Un gobierno que olvida que
"para ganar la voluntad del pueblo que gobiernas, entre otras has de hacer dos cosas: la una; ser bien criado con todos… y la otra, procurar la abundancia de los mantenimientos, que no hay cosa que más fatigue el corazón de los pobres que el hambre y la carestía. No hagas muchas pragmáticas y si las hicieres, procura que sean buenas…"
El de ZP es un gobierno opuesto al planteamiento político que Don Quijote hace al Sancho futuro gobernador para inspirar la acción de gobierno de su ínsula: la visión cervantina del respeto a un orden externo moral, (la estrella de lo numinoso, la Ley Natural o la Constitución), y su aplicación al viejo nosce te ipsum ha sido vulnerada repetidamente. Ni respeto a principios (“porque en el temor de dios está la sabiduría”) ni conocimiento de sí mismo. Una trasgresión permanente al orden constitucional y a la propia naturaleza de España, Nación antigua dice ahora, pero antes “discutida y discutible” a gusto del consumidor.
Tópicos discutidos y discutibles como el de la supuesta convivencia de las tres grandes religiones intentan adornar un discurso de corta pega, inmaduro e infantil.
ZP confunde la tolerancia que es una noble virtud de los fuertes con el consentir que es un defecto o pecado propio de débiles y cornudos consentidores gananciosos.
El aprendiz de caballero, rendido ante el Mal y enredado con pícaros, jayanes, felones, malandrines, galeotes o titiriteros, recuerda al hueco busto parlante de palabras vanas o equívocas de la casa de Antonio Moreno en Barcelona. No a la sabiduría de don Quijote asesor de Sancho, remedo de la del Platón político a Dión, sino la de la demagogia antesala de la tiranía que ya disfrutamos y la que vendrá si nadie lo remedia.
En este 4 de febrero sin cigüeñas y con la candelaria apagada se puede empezar en toda su gravedad la capacidad de devastación desarrollada por este nuevo aprendiz de nada, quizás iniciado apenas en una venta entre putas y golfos.
Más que aniversario del gobierno de los ideales cervantinos podemos glosar el sexto año triunfal de Juan Haldudo, amo y tirano del maltratado Andresillo. Y con él, la rosa abierta del alma muestra la indignación y desolación de una quimera: la de la España que pudo ser, y ya no es presa ahora de mohatreros, bandoleros catalanes, monipodios sevillanos y gallardos vizcaínos.
El poeta León Felipe sostenía que nos habían robado la hacienda pero que aún nos quedaba la Palabra.
Pero ahora ZP pretende no dejarnos ya ni eso.
martes, 2 de febrero de 2010
Viva la banca... y el PSOE
No nos merecemos la banca ni el Gobierno que tenemos
Viva la banca... y el PSOE
A los españolitos de a pie no le perdonan ni un céntimo
Javier Nart, 02 de febrero de 2010 a las 12:41
¿Aún hay alguien que tenga la desvergüenza de señalar a nuestra banca con dedo acusador?
¿Qué siente cuando la banca le perdona los intereses al PSOE?
Asco
Ganar de pagar la hipoteca
Vergüenza
Nada, me parece bien
/>
Emilio Botín y Francisco González.
Tenemos una banca que no nos merecemos. Amable y comprensiva que nos quiere como una madre. Érase que se era un cliente al que se le concedió por una entidad bancaria un crédito.
Llegado su vencimiento, hace 15 años, quedó una parte sustancial pendiente de pago, 2,5 millones de euros, cantidad que, con sus intereses, alcanzaba la cifra de 6,7 millones. Desde entonces no se pagó ni un céntimo de euro. Desaparecido el delito de usura (la llamada “Ley Azcárate”), la banca en toda impunidad puede aplicarle al españolito de a pie razonables intereses de hasta el 25%. Aquí eran sólo del 19%.
Pues bien, nuestra caritativa banca decidió no sólo rebajar el 80% de los intereses de la deuda hasta el año 1999, ¡¡sino todos los intereses desde esa fecha hasta la actualidad!! ¿Aún hay alguien que tenga la desvergüenza de señalar a nuestra banca con dedo acusador? ¿No es ésta una conducta ejemplar, digna de nuestra admiración y alabanza? Lamentablemente este es un caso aislado. No se repite con frecuencia.
Solamente en casos contados y aplicable a deudores exquisitos merecedores de toda consideración: al Partido que se dice Socialista y Obrero, siendo ciertamente Español. Porque a usted y a mí, y al lucero del alba, la banca aplica con rigor cartesiano, con fría determinación los intereses pactados.
Me refiero a los del 19 (o 25%). Justa penitencia al pecado. Pero claro, hay diferencias. Los españolitos de a pie no contamos con un argumento definitivo: el Boletín Oficial del Estado. A propósito, ¿se han preguntado ustedes por qué razón la banca no cuenta con limitación alguna para establecer sus comisiones de gestión o sus intereses de demora? Pongamos un ejemplo: un amigo mío solicitó un cheque bancario de 100.000 euros contra su propia cuenta corriente. Por 15 segundos de trabajo del funcionario de la banca le cargaron 400 euros. No nos merecemos la banca que tenemos. Ni tampoco al Gobierno.
NOTA. Este artículo fue originalmente publicado en La Gaceta.
Viva la banca... y el PSOE
A los españolitos de a pie no le perdonan ni un céntimo
Javier Nart, 02 de febrero de 2010 a las 12:41
¿Aún hay alguien que tenga la desvergüenza de señalar a nuestra banca con dedo acusador?
¿Qué siente cuando la banca le perdona los intereses al PSOE?
Asco
Ganar de pagar la hipoteca
Vergüenza
Nada, me parece bien
/>
Emilio Botín y Francisco González.
Tenemos una banca que no nos merecemos. Amable y comprensiva que nos quiere como una madre. Érase que se era un cliente al que se le concedió por una entidad bancaria un crédito.
Llegado su vencimiento, hace 15 años, quedó una parte sustancial pendiente de pago, 2,5 millones de euros, cantidad que, con sus intereses, alcanzaba la cifra de 6,7 millones. Desde entonces no se pagó ni un céntimo de euro. Desaparecido el delito de usura (la llamada “Ley Azcárate”), la banca en toda impunidad puede aplicarle al españolito de a pie razonables intereses de hasta el 25%. Aquí eran sólo del 19%.
Pues bien, nuestra caritativa banca decidió no sólo rebajar el 80% de los intereses de la deuda hasta el año 1999, ¡¡sino todos los intereses desde esa fecha hasta la actualidad!! ¿Aún hay alguien que tenga la desvergüenza de señalar a nuestra banca con dedo acusador? ¿No es ésta una conducta ejemplar, digna de nuestra admiración y alabanza? Lamentablemente este es un caso aislado. No se repite con frecuencia.
Solamente en casos contados y aplicable a deudores exquisitos merecedores de toda consideración: al Partido que se dice Socialista y Obrero, siendo ciertamente Español. Porque a usted y a mí, y al lucero del alba, la banca aplica con rigor cartesiano, con fría determinación los intereses pactados.
Me refiero a los del 19 (o 25%). Justa penitencia al pecado. Pero claro, hay diferencias. Los españolitos de a pie no contamos con un argumento definitivo: el Boletín Oficial del Estado. A propósito, ¿se han preguntado ustedes por qué razón la banca no cuenta con limitación alguna para establecer sus comisiones de gestión o sus intereses de demora? Pongamos un ejemplo: un amigo mío solicitó un cheque bancario de 100.000 euros contra su propia cuenta corriente. Por 15 segundos de trabajo del funcionario de la banca le cargaron 400 euros. No nos merecemos la banca que tenemos. Ni tampoco al Gobierno.
NOTA. Este artículo fue originalmente publicado en La Gaceta.
lunes, 1 de febrero de 2010
Cuadrilla de zánganos en 'prime time'
Ni un ápice de la cultura del esfuerzo y del trabajo
Cuadrilla de zánganos en 'prime time'
Acabarán en espejos sociales a imitar por otras muchas colmenas
Antonio Pérez Henares, 01 de febrero de 2010 a las 18:44
Derechos les llaman ello, “tengo derecho a , tengo derecho a b, tengo derecho a todo”
¿Quién tiene la culpa de que estos jóvenes sean así?
Sus padres, por malcriarlos
Los psicólogos, por justificarlos
Los políticos, por utilizarlos electoralmente
Ellos mismos, porque no todos los jóvenes son iguales
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Generación ni-ni.
Una tele, la más progre de España, ha juntado a una cuadrilla de jovenzuelos parásitos y se ha inventado un nombre. Generación ni-ni. Ni trabajan ni estudian. Los ha metido en una casa, los ha rodeado de sicólogos y se ha puesto a retrasmitir el “Gran Hermano” con la presunta intención de regenerarlos. Los padres de las criaturas observan el experimento y opinan sobre su evolución. Todo muy progre.
La cuadrilla de zánganos, porque eso es lo que son, están encantados. Hasta salen por televisión. Y les sigue sin faltar de nada a los angelitos. Bueno, les quitan un poco de fumar si son “malos”. Les dan terapia, mucha terapia. Y los papas y las mamás perciben progresos.
Quizás es en ellos, en los progenitores, una verdadera recopilación de “candongos” (si, eso a lo que les suena) muy políticamente correctos, donde este la esencia del problema. A la piara de parásitos está claro que no les ha faltado de nada. Todo se les ha dado sin que movieran un dedo a cambio. Lo suyo ha sido un largo, continuo y jamás finalizado tobogán de privilegios. Derechos les llaman ello, “tengo derecho a , tengo derecho a b, tengo derecho a todo”. Hasta la “paguita” para comprarse la gorra de marca, el canuto o irse de vacaciones a descansar de su descanso
Pero ni un deber. Ni un ápice impreso en sus mentes de la cultura del esfuerzo y del trabajo, ni un átomo del concepto de disciplina (“no me reprimas, tio) ni de autoridad (“yo hago lo que se me pone, no seas facha, tronco” ) han culminado en unos seres que se entienden a sí mismos como normales y consideran sus caprichos como derechos fundamentales y a su particular traza de vestir o de cortarse el pelo como única y exclusiva filosofía de vida y compendio de sus ideales para su desarrollo como personas y de la humanidad entera.
A estos zánganos nos los están retransmitiendo y apoyándolos muy sicológicamente. Puede que, como ha sucedido con monstruos de otras especies televisivas, acaben en nada en espejos sociales a imitar por otras muchas colmenas.
Vaya tela. Y vaya memez, excepto me imagino si la cosa tiene share. Es más viejo que la tos el único remedio. Lo primero, los sicólogos a darse una vuelta por los Kirchner y lo segundo : pico y pala.
La cosa es muy simple. A esa zanganera se les pone en medio de donde quieran: campo, tajo o fabrica. A escardar cebollinos, acarrear ladrillos o remojar telas. Sencillito. Y quien no trabaja no come. Punto. Espabilaban, trabajaban y comían de lo que se han ganado en menos de dos días. Primera y esencial lección. Y déjense de ni-ni ni de sicólogo.
(*) Candongo: expresión bujalareña (Alcarria alta) cuyo símil mas próximo recogido por el DRAE, sin distinción de genero, es el de calzonazos. Pero “candongo” es más sonoro y preciso, creo yo.
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