lunes, 28 de septiembre de 2009

Periodista Digital :: Salud :: Nutrición y Ejercicio :: A la cárcel por desquiciar a los vecinos con la TV

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Un delito medioambiental de contaminación acústica
clippingA la cárcel por desquiciar a los vecinos con la TVDebe indemnizar con 30.000 euros al matrimonio del piso contiguoDatos de mapa ©2009 Tele Atlas - Términos de usoRedacción Periodista Digital, 27 de septiembre de 2009 a las 21:03

Llegó incluso a abandonar su domicilio durante días, dejando intencionadamente encendido el televisor a todo volumen
¿Le molesta el volumen del televisor de sus vecinos? No, porque vivo en una mansión aislada y de superlujo
Si y no es los único que escucho, porque se les oye hasta gemir
A veces, pero me aguanto porque ellos también oyen el mío
Si lo tienen muy alto, pego golpes en la pared y lo bajan
Un televisor. Gritos contra el ruido. Un viejo televisor. Pegando gritos y haciendo mucho ruido. Gafas de efectos especiales en el cine. El tipo es un prenda de cuidado. Y además rencoroso, porque llegaba a abandonar su domicilio durante días, dejando intencionadamente encendido el televisor a todo volumen. Y todo para fastidiar.

Le va a salir caro. El Juzgado de lo Penal número 3 de Bilbao acaba de dictar una sentencia pionera al castigar un delito medioambiental en el ámbito privado.

La resolución condena a dos años, tres meses y un día de cárcel a un vecino de Bilbao por «desquiciar», en palabras de los afectados, al matrimonio que reside en el piso contiguo al suyo en el Casco Viejo de Bilbao, al poner el aparato de televisión y el equipo de música a tope a cualquier hora del día o de la noche.

El fallo, que puede ser recurrido ante la Audiencia vizcaína, obliga además al condenado, médico de profesión, de 64 años, a indemnizar con 30.000 euros por «daños morales» a sus vecinos, una pareja de 70 y 73 años, además de imponerle multas de hasta 8.000 euros por «una falta de lesiones por imprudencia grave». El hombre sufre un trastorno ansioso-depresivo que le obliga a medicarse, a causa de los ruidos.

Los hechos comenzaron a producirse en septiembre de 2005, cuando el denunciado y sus víctimas se enfrentaron por la instalación de un ascensor en el edificio, y se han prolongado «durante largos períodos de tiempo».

«Con la intención de perturbar la tranquilidad de sus vecinos, J.C.F.C., cuyo domicilio linda con el del acusado, sintonizaba sus aparatos audiovisuales, tanto de día como de noche, a un volumen muy por encima de los límites permitidos por las ordenanzas municipales del Ayuntamiento de Bilbao y por la Ley de Ruido de 17 de noviembre de 2003»

Las víctimas le suplicaron en varias ocasiones que bajara el nivel de ruido, pero él hizo caso omiso.

Llegaron a poner en venta el piso para mudarse ante lo «insostenible» de la situación. La paralización del mercado inmobiliario por la crisis les ha impedido cumplir su deseo hasta la fecha.

Cuando se producían estos episodios ruidosos, la pareja llamaba a la Policía Municipal de Bilbao, que realizó doce sonometrías, tanto en el domicilio de los afectados como en el foco emisor, la vivienda del acusado.

En todas ellas, el nivel sonoro se encontraba por encima de los máximos permitidos, 30 decibelios de noche y 40 de día.

En una ocasión, los agentes locales realizaron un informe en el que describían que J.C.F.C. tenía los altavoces del televisor y el propio aparato dentro de una chimenea que lindaba con la pared del dormitorio de los vecinos, lo que «hacía que el sonido reverberara y se multiplicara el efecto».

Dentro de la sala del acusado se alcanzaban los 100 decibelios, según el escrito policial.

Los policías declararon en el juicio que «el ruido era evidente y molesto» antes de hacer la prueba, y llegaron a comparar el domicilio del acusado con una «discoteca».

El límite se alcanzó un día en que la sonometría contabilizó 88,8 decibelios de máxima en el dormitorio de las víctimas.

Por comparar, en la primera sentencia de prisión para un empresario de hostelería dictada en junio de 2008 en Cataluña contra el dueño del pub Macumba, la medición que se realizó en el interior del local, que estaba insonorizado, arrojó un resultado de 88,4 decibelios.

Las constantes molestias llegaron a «desbordar» al matrimonio, especialmente al hombre, que sufre de «insomnio», «temores y pensamientos negativos anticipatorios», además de «angustia» y «ansiedad», según se desprende del informe médico-forense, ratificado por el psiquiatra que le ha tratado.

La mujer también presenta síndrome ansioso-depresivo, aunque no le afecta tanto en su día a día.

La defensa de J.C.F.C. alegó que su cliente padece sordera, aunque el perito describió la dolencia como una «hipoacusia leve», por la que necesitaría escuchar el volumen sólo «un poco más alto».

La calificación de la Fiscalía como delito medioambiental sorprendió al propio abogado de los denunciantes, que calificó los hechos como «coacciones».

Hasta ahora se encuadraban estos casos en ese delito, aunque, según el juez, no se puede aplicar porque no ha existido «violencia».

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domingo, 27 de septiembre de 2009

Pedro Cavadas: "Las subvenciones y los subsidios generan vagos" · ELPAÍS.com

Pedro Cavadas: "Las subvenciones y los subsidios generan vagos" · ELPAÍS.com
ENTREVISTA: CIRUGÍA FUERA DE LO COMÚN Cirujano plástico, autor del primer trasplante de cara en España
Pedro Cavadas: "Las subvenciones y los subsidios generan vagos"
JOSEBA ELOLA 27/09/2009


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Es el autor del primer trasplante de cara que se ha realizado en España. El primer trasplante doble de antebrazos del mundo. El hombre de las misiones imposibles, el que atiende a pacientes con nada que perder y mucho que ganar. En una entrevista con EL PAÍS, Cavadas se sincera y habla sin pelos en la lengua de los trasplantes, los cirujanos, la vanidad, la sanidad, y de lo bien que se encuentra el paciente trasplantado. Cavadas da la cara. En estado puro.

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"Los hospitales públicos hacen su trabajo, pero son lentos. La velocidad de mi equipo es mil veces superior"

"Los occidentales somos blanditos; estamos entre algodones. La selección natural, probablemente, sigue siendo necesaria"
Una bicicleta castigada reposa sobre los impolutos blancos asientos de la recepción de la clínica Cavadas. Es la bici del doctor. Del cirujano al que acuden desahuciados que depositan en este crack de la microcirugía reconstructiva sus últimas esperanzas. El martes 18 de agosto, a las 14.45, Pedro Cavadas abordaba su mayor reto hasta la fecha: el primer trasplante de cara en España, un caso complicado, el de un hombre que no podía hablar ni tragar desde hace más de diez años. Tres horas fueron necesarias para extraer el rostro del donante. Quince horas duró el trasplante de cara, el octavo que se practica en el mundo.

P. ¿Y cómo está el paciente?

R. Él está en su casa. Está bien, recuperándose de la paliza que le hemos pegado, cada día está mejor. Está empezando a hacer ejercicio, que es algo que le gusta mucho, a ir en bici... Detalles personales, suyos, no quiero dar. Empieza a hacer vida normal. Se afeita él solo. Claro, antes no tenía nada que afeitar.

Cavadas recompone la postura sobre la butaca blanca de su consulta en Valencia. Dos grandes fotos de sus dos hijas adoptivas chinas le custodian, en la pared. Su clínica es una mezcla de la asepsia cool de un centro occidental moderno con el colorido de las máscaras de sus viajes a África; un resumen de su existencia: anclada en Occidente, pero con la mente puesta en esa experiencia de vida real que ofrece el suelo africano.

Sobre el gran sofá marrón estilo chaise longue de su amplia consulta, tres mantitas escocesas. "Sí, la verdad es que casi vivo aquí", confiesa. "Hay muchas noches que me quedo a dormir". A sus 43 años, es un hombre al que muchos consideran un tipo altivo, displicente y engreído. En este encuentro se muestra cercano, abierto y políticamente incorrecto. "Cavadas no deja indiferente a nadie, es muy listo y no es un divo", cuenta días antes de la entrevista el respetado doctor Rafael Matesanz, responsable de que España tenga un sistema de trasplantes de referencia. "Lo suyo no es cirugía espectáculo: es un hombre que soluciona problemas de la gente".

P. Rafael Matesanz cuenta que pudo ver fotos del paciente y que el aspecto es espectacular, tan bueno como el de Isabelle Dinoire, la mujer francesa que recibió el primero del mundo.

R. Sí, hemos enseñado imágenes suyas, porque nos ha autorizado el paciente, pero sólo en foros profesionales. El suyo es un caso muy llamativo. Vamos a decirle que empiece a salir ya a la calle. Es un tío que si va por ahí no va a llamar la atención. Mover la lengua, hablar, tragar, masticar, son funciones que va a tardar meses en recuperar.

P. Cuando uno abre camino, visualiza cómo va a ser el proceso y luego se lleva sorpresas. ¿Qué sorpresas se ha llevado en este caso?

R. La aceptación por parte del paciente. Al día siguiente le enseñamos su aspecto en el espejo, él lo pidió. Pero sabe que falta por delante sangre, sudor y lágrimas: de esperar, de rehabilitar, de complicaciones que puedan surgir... Él sabe dónde se mete, nosotros también. El paciente de un trasplante de cara habitualmente no considera la posibilidad de un bote salvavidas. Ese paciente es patria o muerte. Es un procedimiento desesperado para un problema desesperado.

P. El siguiente reto será un trasplante de piernas.

R. Los trasplantes de manos, brazos y demás no son rutinarios. Llama la atención que ya nadie le presta atención a eso, de repente hay una fiebre y todo el mundo quiere hacer un trasplante de cara, no entiendo exactamente para qué, pues para tener uno, como quien se compra un perro o un animal exótico. Cada caso de trasplante de cara es distinto. Técnicamente, el caso de la francesa, que es solamente los labios y la nariz (bueno, en su momento aquello fue impresionante), comparado con nuestro caso y con el que estamos planeando ahora, no es nada, es casi una broma. Es muy distinto poner o no poner lengua, el maxilar, dentadura, paladar blando, laringe...

Un mosquito sobrevuela la mesa de la consulta. Cavadas lanza el brazo e intenta cazarlo, pero al ir a hacerlo se arrepiente y abre la mano para no atraparlo.

P. Realiza usted unas 1.500 operaciones al año, eso son más de cuatro al día, ¿cómo lo hace?

R. Eso es trabajar varias jornadas al día. Currar mucho. Los pacientes vienen y hay que hacerlo.

P. Pero en algún momento tendrá que desconectar.

R. ¿Que me encantaría tomarme ahora unas vacaciones? Pues sí, como el agua. Pero si no se puede, no se puede. A mí de pequeño me educaron en la cultura del esfuerzo: una cosa es lo que a ti te apetezca, y otra lo que tienes que hacer. Me educaron, o me eduqué yo así.

P. ¿Y qué hace para recargar pilas?

R. ¿Lo primero?: tener una moral como el Alcoyano. Luego tengo mis hobbies. Tiro con arco, me relaja mucho. Y perderme yo solo en la Tanzania profunda, con una brújula, una mochila, una caja de cerillas y el arco.

P. ¿Una caja de cerillas?

R. Para asar la comida. Son viajes de supervivencia.

P. Se pone usted a prueba constantemente, incluso cuando quiere desconectar.

R. Sí, eso debe de ser una enfermedad mental como otra cualquiera. A mí eso me pone mucho las pilas cuando estoy harto de currar y de mundo occidental.

P. Usted abandonó sus tres Porsche y los cambió por un jeep destartalado; hay una bici a la entrada de la consulta, ¿ha cambiado el jeep por una bici?

R. Sí, voy en bici. Ayer [el día anterior a la entrevista] cayó la de Dios y me mojé mucho, pero ¡qué pánico le tiene la gente a mojarse! ¡Coño, que es agua lo que cae, no es salfumán! Ésa es mi queja contra la excesiva comodidad occidental. No te mojes, no pases frío, no pases sueño... No llegas a pasar ganas de nada; antes de que tengas ganas de algo ya te las han saciado. Esto debe de ser un efecto rebote respecto de lo de antes, cuando todo lo que tenía era carísimo, carros carísimos...

P. Cuando se ve en esa época, ¿qué ve?

R. A un pobre diablo. Siempre fui así, pero me di cuenta y por lo menos ahora he tenido la valentía de quitarme un montón de lastres. Querer tener y tener y tener genera una situación de infelicidad continua hasta que te das cuenta. No soy yo la Virgen María, pero creo en una distribución razonable de la riqueza. Eso sí, no somos todos iguales: el que curra no tiene por qué ganar lo mismo que el vago, lo siento.

Cavadas viaja tres o cuatro veces al año a Kenia. Mediante su fundación, opera a mutilados de conflictos tribales que no tienen recursos para pagarse un hospital. En diez días puede llegar a realizar 88 operaciones en lugares que carecen de los equipamientos mínimos.

P. La gente en África es dura como piedras, dice usted. Los quejidos de los occidentales deben de resultar a veces ridículos, ¿no?

R. Los occidentales somos blanditos; de todo hay, pero a igualdad de agresión, un occidental palma por un motivo muy sencillo: desde que nacemos estamos entre algodoncitos. En los últimos siglos, la medicina y el bienestar en Occidente se han cargado la selección natural. La selección natural, probablemente, sigue siendo necesaria. Allí, el que es medio blandito no cumple diez años. Aquí sabes que si lloras, alguien te hace caso.

El cirujano afirma que cree en el sistema de salud público. Que es necesario. Pero dice que la sanidad en España es irrealmente abundante. "Quien le meta mano a eso pierde las elecciones. Pero la atención ilimitada, universal, gratuita y a granel para todo el mundo, con cargo a las arcas públicas, es maravillosa como concepto, pero es irreal". Es poco amigo de las políticas de ayudas: "Las subvenciones y los subsidios generan vagos".

P. ¿Y no se plantea volver al sistema público, dado que dice que es necesario?

R. Habría que encontrar una fórmula creativa porque los hospitales públicos tienen muchas virtudes, hacen su trabajo, pero son enormes máquinas que van lentitas. La velocidad de mi equipo es mil veces superior. Entrar allí para estar todo el día peleándome con todo el mundo, no; ya no.

P. Tiene usted fama de ser una persona difícil.

R. Yo antes era agresivo personalmente, en el plano profesional. A quien no hacía bien las cosas me gustaba decírselo a la cara. ¿Beneficio neto de eso?: tener un enemigo más. Esos pecadillos de juventud los tuve. Me gustaba tener coches caros y decirle al tío al que ves en el semáforo: "Ya ves lo que yo tengo y tú no"; pues a nivel profesional, algo parecido: "Mira lo que yo soy capaz de hacer y tú no".

P. ¿Y ahora?

R. El ser humano es muy jodido; los médicos, más, y los cirujanos, mucho más. Es el gran ego. Si operas y se cura, no es la cirugía, eres tú. Entre cirujanos hay egos enfrentados. Y es muy difícil reconocer méritos ajenos.

P. ¿Y usted lo hace?

R. Sí, pero como un ejercicio consciente. ¿Qué es lo que te dice el animal que llevas dentro, que al fin y al cabo es un mono macho competitivo, cuando ve a un tío que hace las cosas muy bien en su área?: ¡El cretino este, el chulo este! Pero contra eso hay que reaccionar, hay que crecer un poquito.

P. La clínica y la Fundación Pedro Cavadas han realizado 11.000 intervenciones, 700 reimplantes, un 96% de éxito, ¿cómo se enfrenta uno a ese 4% de fracasos?

R. Los fracasos se gestionan mal. Son fracasos de tratamiento, pero tiendes a pensar que son fracasos tuyos.

P. ¿Y cómo se convive con la posibilidad de tener que acudir a los tribunales? De hecho, hay un caso, el de Alfonsa Rausell, que está litigando con usted.

R. Si tratas a tres pacientes, nadie emprende acciones legales contra ti. Si tratas a miles y miles, cabe esa posibilidad. Que alguien te ponga una demanda, no es divertido. Lo que me molesta muchísimo es que con un paciente al cual le podrías haber dicho: "¿Sabe qué?, que su problema es suyo, y adiós, no tengo por qué complicarme la vida", al final se te devuelva odio... Ajjjj. A mí eso me cuesta digerirlo.

P. A usted le reprochan que es demasiado mediático, que hace cirugía espectáculo, que si va de Messi de los trasplantes.

R. Eso es el ruido del sistema. Si fuera buscando salir en un medio, mal estaríamos, me cambiaría de trabajo. Yo trabajo casos que son vistosos. Qué le vamos a hacer.

P. Pero eso le reportará a usted alguna satisfacción interna...

R. La vanidad es una bestia que hay que controlar mucho, mucho, mucho. Es tan fácil que la vanidad se lo coma todo, que se lo coma todo y que sólo quede ella. Un pelín de vanidad profesional es necesaria para currar veinte mil horas al día, para acometer cosas difíciles. Pero hay que tenerla muy atada. Mucho.

Pedro Cavadas: "Las subvenciones y los subsidios generan vagos" · ELPAÍS.com

Pedro Cavadas: "Las subvenciones y los subsidios generan vagos" · ELPAÍS.com

lunes, 21 de septiembre de 2009

Estrella Digital - Opinion:  Pablo Sebastián ,  Diputados mercenarios

Estrella Digital - Opinion:  Pablo Sebastián ,  Diputados mercenarios

Estrella Digital - Opinion:  Pablo Sebastián ,  Diputados mercenarios

Estrella Digital - Opinion:  Pablo Sebastián ,  Diputados mercenarios

Diputados mercenarios

Pablo Sebastián


A medida que se va acercando el debate y la votación de los Presupuestos Generales del Estado para 2010, los jefes de fila de los primeros partidos con representación parlamentaria y especialmente el del gobierno, en este caso el PSOE, inician un extraño rito ceremonial propio de los animales en época de celo y apareamiento en pos de conseguir los votos necesarios para aprobar la máxima ley anual de la legislatura.

Es en esta baile promiscuo en el que se suelen hacer "extraños compañeros de cama", donde aparecen los mercenarios de siempre dispuestos a vender sus votos al mejor postor sin que nadie les afee o denuncie su impostura y traición a sus principios, compromisos electorales o coherencia política. Entre otras cosas porque los que venden su cuerpo y alma al gobierno de turno suelen ser las minorías de los partidos nacionalistas o regionalistas, con los que nadie se atreve políticamente en sus feudos y menos aún los medios de comunicación autonómicos o locales que suele controlados o su servicio, con lo que la impostura y la venta de sus votos a estos diputados mercenarios, habitualmente de CiU, PNV, ERC, BNG, CC y UPN, les sale gratis.

Así hemos visto en los últimos días a los masoquistas de CiU, a los que el presidente Zapatero les mintió y les quitó la Generalitat con la ayuda de su compañero Montilla, las gentes del PSC y las huestes de ERC, hemos visto a CiU apoyar al gobierno en la convalidación de la TDT de pago cuando han tenido en sus manos una buena oportunidad de otorgarles una sonada derrota, aunque solo fuera por coherencia política frente al PSC-PSOE, o porque consideran catastrófica la política económica de Zapatero y quieren -o temen- como dicen unas elecciones anticipadas. Si Zapatero es tan mal gobernante y gran responsable de todos lo que pasa en España, y también en Cataluña, ¿a qué esperan los señores de CiU para votar como una clara oposición?

Sabida es la pasión comercial -más que empresarial de los catalanes- pero en este caso su mercantilismo alcanza cotas políticamente indecentes que nadie con coherencia política podría explicar. Y otro tanto se puede decir del PNV que vende su alma nacionalista al PSOE de Patxi López, de cuyo gobierno en el País Vasco no han dejado de despotricar desde que el loco de Ibarretxe perdió las elecciones. Pues ahí están los señores del PNV más dispuestos que nunca a salvar a Zapatero en la votación de Presupuestos, a cambio de un puñado de monedas, llámense blindaje del concierto vasco, o control de la Diputación de Álava.

Puede que el diputado Erkoreka sea el más desvergonzado del hemiciclo a la hora de decir algo y lo contrario, y escrito está en el diario de sesiones del Congreso de los Diputados por si alguien quiere molestarse en hacer el inventario de sus continuas y demenciales volteretas. Después de todo lo que ha dicho el tal Erkoreka del plan Ibarretxe y de su demencial estatuto, de sus apoyos al entorno de ETA, o al referéndum ilegal de su lehendakari desparecido, o sobre el pacto PSOE-PP en el País Vasco, y ahora se baja los pantalones ante Zapatero y se queda el hombre tan contento.

Lo de Durán Lleida, en nombre de CiU, suele ser algo más discreto pero a fin de cuentas lo mismo. Cuando gobernaba Pujol cobraban en dinero para la Generalitat o en soberanía, y todo lo vestían de apoyo responsable a la gobernabilidad del Estado. Ahora no se sabe bien cuáles son los beneficios que obtienen pero en lo de la TDT serán de orden mediático, y el gobierno siempre utilizará el recurso del PP al estatuto catalán como el monstruo con el que no pueden pactar cuando ya falta poco para la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el estatut.

Los de ERC están pillados en su pacto de gobierno en la Generalitat y no se pueden zafar de esa posición. Y luego están los de Coalición Canaria que mantienen en las islas un gobierno de coalición a medias con el PP al que le ponen los cuernos con Zapatero en Madrid, sin que pase nada y a cambio de unos favores que, como en casi todos los casos, se pagan sobre el gasto de los Presupuestos del Estado. Y otro tanto pasa con el BNG o UPN sin el menor sonrojo de los diputados mercenarios, hoy al servicio del PSOE al igual que lo estaban años atrás al servicio de los gobiernos de Aznar.

El Parlamento español tiene múltiples carencias y la primera de ellas es la ausencia del principio de representatividad porque los allí presentes lo son más gracias a los partidos que los han incluido en sus listas cerradas que a los ciudadanos que generalmente votan siglas y no diputados.

Y a partir de ahí se puede decir que la soberanía no está en las Cámaras sino mas bien secuestrada en la sede de los partidos con representación parlamentaria. Lo que nos conduce a la permanente violación del texto constitucional donde se prohíbe el "mandato imperativo" de los partidos sobre los diputados y los senadores, para que los parlamentarios hablen y voten libremente y en nombre de la soberanía nacional lo que no ocurre nunca. De ahí, por ejemplo, que el famoso pacto anti transfugismo del que tanto se ha hablado en estos días a propósito de Benidorm es sencillamente inconstitucional. No pasa nada y, lamentablemente, todo seguirá igual. No veremos a unos diputados que en hablen y voten en el Parlamento contra su mayoría, o que hagan un debate cruzado con otros partidos, al margen del duelo habitual de gobierno y oposición. Pero si veremos la compraventa de sus votos al mejor postor, al margen de los electores y del interés nacional.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Estrella Digital - Opinion:  Pablo Sebastián ,  El discurso de la nación de Rajoy

Estrella Digital - Opinion:  Pablo Sebastián ,  El discurso de la nación de Rajoy
El discurso de la nación de Rajoy

Pablo Sebastián


Mariano Rajoy suele utilizar en sus discursos, declaraciones y en debates políticos sobre cuestiones importantes y alto interés nacional vocablos que no dicen nada, o simplemente que no se corresponden con la gravedad de los acontecimientos afectados ni representan la claridad y contundencia con la que debe expresarse un líder de la oposición. Lo hemos vuelto a ver en el día de ayer a propósito de fantasmal e ilegal referéndum a favor de la independencia de Cataluña celebrado el domingo en Arenys de Munt. Pues bien, de semejante acto, por grotesco que parezca, Rajoy ha dicho que "es preocupante y sorprendente que algunos partidos que tienen representación en las instituciones jueguen a estas cosas". ¿Qué cosas? También Rajoy le ha recriminado a Zapatero que "calle y mire hacia otro lado".

La verdad es que Rajoy no ha dicho demasiado sobre este desafío ilegal al marco constitucional, que la vicepresidenta De la Vega calificó de contrario a la Constitución (entonces por qué no lo prohibieron) y el ministro Blanco de "despropósito". O sea, que dice lo que hay que decir, empezando por el PP catalán, que se ha callado como un muerto, como callados están ante los desafíos continuos del nacionalismo en contra del Tribunal Constitucional en relación con la próxima aparición de la sentencia del Estatuto catalán, empeñados en el PP en no molestar a CiU, sus posibles socios en un tiempo que consideran no lejano.

De manera que el referéndum ilegal de Arenys, del que CiU y ERC dicen que se va a repetir en otros sesenta pueblos catalanes, se reduce a eso que el líder de la oposición, Rajoy, llama "las cosas". Quizás siguiendo un pacto tácito entre PP y PSOE para no darle importancia a los hechos y no tener que tomar decisiones como las que debería de haber tomado el Gobierno de Zapatero y el propio PP.

Que este Gobierno no defienda los intereses y el buen nombre de la nación española y el marco constitucional en el que vivimos no es nada nuevo bajo el mandato de Zapatero. Porque de hacerlo, y para empezar, debería romper su relación con ERC en el Gobierno catalán, y por tanto que Montilla y el PSC abandonaran la Generalitat, porque de ese pacto nacieron no pocos y graves problemas, como la fallida negociación política con ETA, a la que le abrió las puertas Carod-Rovira en Perpiñán. Y no digamos el Estatuto, que en este momento está en el ojo del huracán y pendiente del Constitucional.

Pero éstas son "las cosas" que Rajoy dice que distraen a todo el mundo de asuntos más importantes, en referencia a la crisis económica, suponemos, sobre la que el líder del PP también suele hablar en términos de debilidad para criticar al presidente del Gobierno calificando su política económica de "ocurrencias" e "improvisaciones". ¿Eso es todo?

No habría estado mal que Rajoy, en el último debate parlamentario sobre la crisis económica, y a la vista del ruido nacionalista en contra del Tribunal Constitucional, hubiera empezado sus discurso con algo así: "La crisis de la economía y del paro es un grave problema nacional del que tiene la mayor responsabilidad el Gobierno que preside el señor Zapatero. Y dada su dimensión y su capacidad destructiva en todo el territorio nacional, debe ser abordada desde la más firme cohesión nacional, con un eficaz plan de respuesta pactado entre las principales fuerzas políticas y con un equipo de gobierno competente. Y todo ello desde la plena solidaridad con todos los pueblos y regiones de España, y en especial con los más desfavorecidos y dañados por la crisis, lo que supone rechazar cualquier posición ventajista e insolidaria, como la que incluye el nuevo Estatuto catalán, la que con toda seguridad será rechazada por su despropósito y pretensión de bilateralidad con el Estado, el Tribunal Constitucional. El que está siendo atacado por los actuales socios de este Gobierno en Cataluña, los mismos y otros más a los que el presidente Zapatero pretende comprar sus votos en esta Cámara para aprobar los Presupuestos Generales del 2010, dando alas a ese sector nacionalista que impulsa la centrifugación del Estado e impide, por ello, el necesario gran pacto nacional sobre la crisis económica y el paro, que están diezmando el territorio nacional".

Algo así es un discurso político, y algo así no se escucha en el Parlamento ni en declaraciones ni debates. Y algo así debería empezar a decir Rajoy en vez de eso de "las cosas, el sentido común, ocurrencias e improvisaciones", etcétera. Como deben aprender en el PP que el hemiciclo del Parlamento español y el debate que allí se puede hacer no es bilateral, por lo que hora es que Rajoy y su partido, cuando hablen en la Cámara de asuntos serios y tan importantes como la crisis económica y la cohesión nacional, hablen y se dirijan con contundencia y claridad, criticando directamente, a los diputados de CiU, ERC y PNV, o a los vendedores de votos de UPN y de Coalición Canaria, para exigirles su responsabilidad ante la sede suprema de la soberanía nacional.

Pero ¿quién es capaz en el PP de escribir y pronunciar un discurso político y de hablar con claridad a todos los grupos representados, dando fe de que este partido quiere ser y es la alternativa de poder al PSOE de Zapatero? Nadie. No se ve a nadie, ni se oye a nadie. En el PP están a lo de no hacer mucho ruido para no equivocarse y para que no se lo echen en cara, y para ver si el poder se le cae en las manos desde el guindo de la Moncloa, y para dejar abiertos los puentes con los nacionalistas de CiU, y puede que con los del PNV. Por eso el discursito de "la cosas" deja a muchos españoles en el mayor de los desamparos y una manifiesta perplejidad. Y conste que la ausencia de discursos políticos en el Parlamento español -nadie habló del golpe del 23-F, de los GAL, etc.-, no es una carencia de este tiempo sino que viene de muchos años atrás. Es otra de las nefastas habilidades de nuestra partitocracia que, en definitiva, es el imperio de la mediocridad.

Estrella Digital - Opinion:  Pablo Sebastián ,  El discurso de la nación de Rajoy

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El Imparcial: Noticias: ¿Qué se puede hacer si los “okupas” llegan al vecindario?

El Imparcial: Noticias: ¿Qué se puede hacer si los “okupas” llegan al vecindario?

sábado, 12 de septiembre de 2009

Kilos de más, bienestar de menos · ELPAÍS.com

Kilos de más, bienestar de menos · ELPAÍS.com
Kilos de más, bienestar de menos
El verano nos deja la cartera seca y los pantalones a reventar. Hacer dieta durante unas semanas para luego volver a las costumbres de siempre sólo multiplica el número y grosor de los michelines. Es mejor no engañarse. La única solución: cambiar de hábitos
ELENA SEVILLANO 11/09/2009


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Cada mayo, la operación biquini predica que es posible alcanzar la perfección en dos semanas. Eso sí, pasando hambre. Luego llega el verano y los hábitos saludables se quedan a la entrada del chiringuito. Hasta que septiembre sorprende con cuatro kilos de más y la urgencia de ponerse, de nuevo, a plan. "Es una barbaridad", asegura Clotilde Vázquez, jefa del servicio de nutrición del hospital Ramón y Cajal de Madrid. Someterse a un régimen, como quien abre un paréntesis y después sigue con su vida sin ninguna lección aprendida, no sólo no adelgaza a medio plazo, es que engorda.


¿Qué es el IMC?

La baja autoestima lleva a la obesidad
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La mitad de los españoles pesa más de lo que debería, lo que aumenta el riesgo de padecer diabetes y problemas cardiovasculares
"Al cabo de dos años, lo que se ha perdido se recupera, probablemente con algunos kilos más de propina", advierte Felipe Casanueva, director del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn). "El síndrome de recuperación del peso es una fase complicada en la que pueden surgir problemas de hipertensión", añade Susana Monereo, jefa de endocrinología y nutrición del hospital Universitario de Getafe (Madrid). Cuando se trata de ahorrar energía, el ser humano es "tacaño y avaro", apunta la endocrinóloga Vázquez, lo que significa que si nos saltamos una comida (el desayuno es lo típico), nuestro organismo se pone en guardia para gastar menos. Y cuando la siguiente tanda de alimentos cae en el estómago, se lanza a por ella exprimiéndola hasta la última caloría. Esta característica, que ha favorecido nuestra supervivencia como especie, en época de abundancia se convierte en una maldición para muchas personas. "Cuanto más gordo estoy, más ayuno, con lo que se disparan los mecanismos ahorradores y más engordo". Así explica la doctora este círculo vicioso. Lo sabe bien Cristina V., madrileña de 37 años, que se recuerda a dieta desde los 16. "Me cansaba, la dejaba y me quedaba con el doble de lo que pesaba antes". Llegó a los 121 kilos (mide 1,53 metros): "Por no cuidarme, por una mala alimentación y unos malos hábitos", sentencia.

Más del 30% de encuestados en un estudio de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) había seguido alguna vez un plan de adelgazamiento. La mayoría, por su cuenta, sin consultar a un médico. Menos del 12% tomaba cinco piezas de fruta y verdura al día. El 25% no realizaba ninguna actividad física.

"La única manera de adelgazar y mantenerse es cambiar de vida", sentencian los expertos. Alimentarse mejor, hacer más ejercicio. Así que, antes de apuntarse a ese régimen milagroso de seis semanas que le ha dicho su cuñado que es mano de santo, párese a reflexionar: ¿por qué ha engordado?, ¿hace menos ejercicio que antes?, ¿ahora no come en casa?, ¿ingiere la suficiente cantidad de fruta y verdura?, ¿pica más entre horas? El origen de los michelines, si se busca bien, termina revelándose. Puede haber sido un cambio de trabajo, la menopausia, dejar de fumar, comenzar a vivir en pareja, una medicación...

Una vez detectada la causa, el remedio estará más claro, que no más cerca. "No queda otra que renunciar a cosas que nos causan placer", reconoce Casanueva. Y no parece que estemos por la labor, a la vista de la última Encuesta Nacional de Salud: de cada 10 adultos, 4 tienen sobrepeso, y 1,5, obesidad. Dicho de otro modo, más de la mitad de la población española pesa más de lo médicamente recomendable.

El elemento disuasorio definitivo, según Monereo, es el bienestar, la calidad de vida. "Una persona sólo mantendrá lo perdido si percibe el adelgazamiento como un beneficio para su salud", sentencia. Sólo si sabe que controlando los michelines reducirá el peligro de que se le dispare el colesterol y los triglicéridos, de sufrir hipertensión, apnea del sueño y dificultades respiratorias, dolores de espalda y de cervicales o lumbares, problemas en rodillas, caderas y tobillos... O ciertos tipos de cáncer, que es otra enfermedad con la que se asocia la obesidad.

"Alguien con obesidad mórbida (50 o más kilos por encima de lo ideal), con hipertensión o diabetes puede ver reducida su esperanza de vida en 10 años", manifiesta Manuel Puig, del servicio de endrocrinología del hospital Clínic de Barcelona y vicepresidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). "Además, los años que viva, los vivirá peor", agrega. Pero, ojo, porque no hace falta llegar a este extremo para que el cuerpo se resienta. Basta con unos kilos sobrantes concentrados en la zona abdominal. Eso que llaman la curva de la felicidad y que Xavier Formiguera, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), prefiere definir como "la curva de la mortalidad": medir más de 102 centímetros de cintura es tener más papeletas para una diabetes o un fallo cardiovascular, da igual que la persona en cuestión posea unas piernas y unos brazos que parezcan alambres.

No existe ninguna investigación que haya calculado cómo se sobrecarga un organismo si se le van sumando 10, 20, 30 kilos de más, según puntualiza el doctor Formiguera. Pero sí hay datos de lo que ocurre cuando el proceso es el inverso: "Está demostrado que perder un 10% del peso -pasar, por ejemplo, de 90 a 81 kilos-, cuando hay sobrepeso, mejora entre un 40% y un 60% la calidad de vida, ya que la diabetes se controla, disminuyen de manera muy importante las cifras de colesterol y tensión arterial, se reducen las apneas del sueño...". Hace casi tres años, Cristina V. se sometió a una operación de reducción de estómago. De esos 121 kilos mencionados anteriormente ha pasado a 64. Sus dolores de pies han desaparecido, sus migrañas le dan la lata mucho menos, tiene bajo control su hipertensión y ha notado mejoría en su vida sexual. "Me han dado una herramienta y yo he de utilizarla bien, cuidando lo que como y haciendo ejercicio", dice.

Las cuatro "P"

Pesarme, pensar, planificar, propósitos. La especialista Susana Monereo propone estas cuatro "P" para poner en práctica a la vuelta de unas vacaciones. Como propósitos de mejora, sugiere comer despacio, no saltarse comidas, no picar entre horas, ingerir menos grasa y más fruta y verdura, pasear durante media hora al día y hacer una hora de ejercicio moderado a la semana. Aconseja planificar un menú semanal e ir a comprar sin hambre, con una lista (y con el dinero justo para no salirse de ella), con cesta en lugar de carro y sin pasar por los pasillos de snacks y bollería, evitar los platos preparados y no almacenar comida.

Mentiras como puños

Los doctores Casanueva, Vázquez, Monereo y Formiguera desmontan varios falsos mitos sobre lo que adelgaza y engorda:

?El metabolismo cambia. Pues no lo hace; sólo cuando hay una enfermedad. Cambian los estilos de vida, aumenta el sedentarismo o los malos hábitos alimentarios.

?A partir de los 35 se engorda mucho más fácilmente. De nuevo, lo que suele cambiar es la forma de vivir: un empleo más seguro, más dinero para homenajes gastronómicos, para un coche... "Se pierde la vanidad, que es un fenómeno importante para contener la epidemia de la obesidad", opina el doctor Casanueva. Nos casamos, jugamos menos al fútbol con los amigos, nos importan menos los kilos...

?Beber mucha agua adelgaza. El agua, con 0 calorías, es neutra, ni engorda ni adelgaza. Lo único cierto es que beber antes de una comida puede dar sensación de plenitud gástrica y hacer que disminuya el apetito.

?El pan tostado y los alimentos light adelgazan. Engordarán menos al tener menos calorías, pero eso no significa que adelgacen.

?La fruta de postre engorda. Tampoco. Las calorías son las mismas, antes, durante o después.

?Conviene evitar los hidratos de carbono. Es la madre de todas las mentiras, según la doctora Vázquez. "Ha de haber hidratos de carbono en cada comida para no engordar y para que el mecanismo de saciedad esté bien regulado", insiste.

?Un niño gordito está más sano. Quizá esto fuera verdad en la España de la posguerra (significaba que, al menos, comía a diario), pero hoy el exceso de peso no aporta ventajas y sí puede ocasionarle graves problemas: tendrá más posibilidades de convertirse en un adulto obeso y, además, su organismo estará expuesto durante más tiempo a las agresiones de la enfermedad. Es como fumar: puestos a empezar, peor a los 16 que a los 50 años.

Lo que cuesta

La cobertura social y el tratamiento de males relacionados con la obesidad representa un 6,9% del gasto sanitario total, según un estudio de costes auspiciado por la SEEDO en 1999. A José María Labeaga, director del Instituto de Estudios Fiscales y experto en la materia, le parece que fue un porcentaje exagerado cuando se calculó hace una década -"España no era un país obeso"-, pero que se hace más real a medida que avanzan los años. "En estos momentos diría que está en torno al 5%, y subiendo". En 2006, Elena Salgado, entonces ministra de Sanidad, afirmó que la enfermedad alcanzaba el 7% del coste sanitario en los países desarrollados, lo que en España supondría unos 3.000 millones de euros anuales. En nuestro país no se han calculado todavía los "costes invisibles", como los define Labeaga, y que pueden ser infinitos. Por ejemplo, lo que una persona deja de ganar si vive menos o si ha de jubilarse antes de tiempo por razones derivadas de su sobrepeso.

La obesidad tiene también causas económicas, según enfatiza el especialista. "No hay más que mirar la evolución de los precios de los alimentos sanos e insanos (grasas, bollería) en los últimos 20 años: el IPC de los primeros ha subido sin parar, mientras que el de los segundos ha bajado", aduce. "Ahora cuenta los restaurantes de comida rápida que había en Madrid hace 15 años y los que hay en la actualidad", añade. "Calcula cuánto cuesta, y lo rápido que es, comprar un alimento preparado y calentarlo en el microondas", indica como último factor.

Menos calidad de vida

Dice Susana Monereo que cuantos más kilos nos sobren, percibimos que nuestra salud es peor. La experta investiga la relación inversa que hay entre peso y calidad de vida. Y ha llegado a la conclusión de que la obesidad es de las enfermedades que más merman la calidad de vida. No sólo porque el paciente sufra dolor o problemas físicos, sino porque se siente observado cuando camina por la calle o porque no cabe en un asiento de autobús o avión en clase turista. El grupo de trabajo sobre obesidad de la SEEN, que Monereo coordina, ha adaptado un test de calidad de vida procedente de Estados Unidos y lo está aplicando a 400 obesos mórbidos y a 400 personas con peso normal, para ver las diferencias. Los datos se conocerán a finales de año. Por lo pronto, la doctora Assumpta Caixàs, que ha traducido y validado la encuesta, afirma: "Al menos un 40% de mujeres con obesidad mórbida sufre depresión".


¿Qué es el IMC?
El índice de masa corporal (IMC) es una fórmula matemática a la que recurren los médicos para calcular la grasa que le sobra a un organismo, descontando la altura (80 kilos significan obesidad si se mide 1,60, pero no en alguien de dos metros). Se obtiene dividiendo el peso (en kilos) entre la talla (expresada en metros) elevada al cuadrado. Si la cifra resultante se sitúa entre 20-25, el peso es normal para la altura. Por encima de 25 hay sobrepeso. Más de 30, obesidad (ya se considera enfermedad). Más de 40, obesidad mórbida.

Kilos de más, bienestar de menos · ELPAÍS.com

Kilos de más, bienestar de menos · ELPAÍS.com

domingo, 6 de septiembre de 2009

El Imparcial: Noticias: "¿Quién eres?" No responda, puede ser una trampa

El Imparcial: Noticias: "¿Quién eres?" No responda, puede ser una trampa
prolifera el envío engañoso de sms"¿Quién eres?" No responda, puede ser una trampa

"Ya tengo lo que me pediste. ¿Cuando te lo doy?". SMS 'trampa' de este tipo, emitidos desde números de cuatro cifras, son cada vez más habituales. Si el usuario responde, se habrá dado de alta en una empresa proveedora de contenidos a través del móvil que, de forma engañosa, le seguirá enviando mensajes con cargo a su bolsillo.


Carmen Planelles (Efe)
06-09-2009



Cada vez son más habituales los SMS "trampa" emitidos desde números de cuatro cifras. Según las organizaciones de consumidores, la respuesta de Julia O. ("No sé de qué me hablas. ¿Quién eres?"), tras recibir el inesperado mensaje, le costará en torno a 1,50 euros por tratarse de un remitente de cuatro cifras, considerado de tarificación adicional, en lugar de los 0,15 de un mensaje de texto normal.

Y además, según el portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Enrique García, esa contestación es interpretada por la empresa remitente como un "alta" en sus servicios, a partir de la cual ésta comienza a enviar mensajes que paga el usuario a 0,35 euros cada uno "sólo por el hecho de recibirlos, los abra o no. Y pueden ser muchos al día".

La Agencia de Protección de Datos ha recibido desde 2007 hasta ahora, 63 denuncias relativas a la recepción no solicitada de SMS de contenido comercial similares al mencionado, que la AEPD considera 'spam' (mensajes no deseados). Se han abierto 33 actuaciones de investigación que han dado lugar a siete sanciones, según han informado a Efe fuentes de este organismo.

"Buscan que el usuario conteste, y lo que hay detrás es un sistema de alertas Premium", afirma el portavoz de OCU para quien "el engaño está en que, sin conocerlo, te suscribes para recibir todo tipo de canciones, mensajes o juegos, que pagas".

Con su respuesta, Julia O. dio lugar a recibir tres o cuatro SMS diarios, a los que ya no contestó, pero que le fueron facturados como llamadas sin su conocimiento. Todos ellos, del tipo -"¿Qué te parece si nos alegramos los dos este domingo y quedamos a conocernos? ¿Te apetece que nos conozcamos?", "Esta mañana me ha pasado algo que te gustará saber ¿te lo puedo contar ahora?"-, incitaban a una respuesta cuyo coste facturaría una pequeña parte la operadora y la mayor parte la empresa prestadora de servicios.

Para Marcos Gómez, subdirector del área de seguridad de Inteco (Instituto Nacional de Tecnología de la Comunicación) esta práctica se puede definir como "spam" (mensaje no deseado) y lo que intenta es "causar un perjuicio económico al usuario". "Te mandan mensajes hasta que contestas, y cuando lo haces has caído en el ciclo", asegura Marcos Gómez.

A veces, según este experto, detrás de ellos hay un robot automático que analiza las respuestas y en función de ellas te envía otro mensaje con cierto sentido. "Pero al final nunca hay nadie detrás de ese número, y la mayor parte del dinero que has gastado lo factura una empresa que seguramente no tiene sede en España".

Los usuarios -dice- no tienen que responder, porque "es entrar en un juego y en un tráfico que beneficia a esas empresas", a las que deben denunciar ante la CMT, organizaciones de consumidores, operadoras, y otros organismos de comunidades autónomas y ayuntamientos

El Imparcial: Noticias: "¿Quién eres?" No responda, puede ser una trampa

El Imparcial: Noticias: "¿Quién eres?" No responda, puede ser una trampa

jueves, 3 de septiembre de 2009

Partitocracia - ABC.es

Partitocracia - ABC.es

Partitocracia - ABC.es

Partitocracia - ABC.es
Partitocracia
Disminuir tamaño del textoAumentar tamaño del texto JOSÉ MARÍA CARRASCALJueves, 03-09-09
QUIENES han tenido poca democracia en su historia, como nosotros, suelen reducirla a un modelo único, cuando hay muy diversos tipos de ella, incluidos algunos que ni siquiera son democracias. A las autodenominadas «democracias populares» me remito, pertenecientes al extinguido bloque soviético, dictaduras del más viejo cuño, o a la «democracia orgánica» que tuvimos en España, regida por las «familias» del régimen, bajo la férrea batuta de Franco, cuya aversión a la «democracia inorgánica», como llamaba a las tradicionales, advertía ya de lo alejado que estaba de ellas.
Pero estas últimas, es decir, las que cumplen su condición fundamental de haber surgido de unas elecciones libres y estar regidas por un gobierno más o menos representativo, se dividen en dos grandes grupos, según donde resida el núcleo de poder: las parlamentarias y las presidencialistas, razón de que la norteamericana haya sido llamada «dictadura por cuatro años», tiempo que dura el mandato presidencial, definición no muy exacta, pues el poder del presidente norteamericano se ve controlado de cerca por el Congreso y la Justicia, aunque no vamos a meternos ahora en ello, para no perdernos.
¿A cuál de esos dos tipos pertenece nuestra democracia? A ninguno. El poder en España pertenece a los partidos hasta el punto de que ni siquiera los más grandes lo ejercen, excepto en el caso poco frecuente de obtener la mayoría absoluta. De no ser así, quienes realmente «mandan» son los partidos pequeños, nacionalistas generalmente, favorecidos por una ley electoral que les da ventaja sobre los partidos «nacionales». Algo que parece contradecir el principio mismo de la democracia, «gobierno de la mayoría con respeto a las minorías», pero sin dar a estas últimas la palabra decisiva en los asuntos de Estado, como ocurre en España. ¿Cómo se llegó a tal aberración? Lo atribuyo a nuestra tendencia a ir de un extremo a otro. Franco envió los partidos al infierno, por considerarlos los culpables de todos los males de España, y quienes le siguieron los colocaron en el paraíso, error casi tan grande, pues la democracia no es un paraíso para nadie, todos tienen que apechugar, por lo que puede considerarse más bien un purgatorio. Aunque ésta sí que es realmente otra cuestión.
En cualquier caso, los padres de la Constitución de 1978 dieron todo el poder a los partidos, que ejercen en España una dictadura de facto, tanto hacia fuera como hacia dentro de ellos mismos. Controlan el Ejecutivo, controlan el Legislativo y controlan la justicia, al decidir la composición de sus órganos rectores: el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional y la Fiscalía General del Estado, que depende directamente del Ministerio de Justicia. Añádanle el control de la Radio y Televisión estatales, y ya me dirán si lo que tenemos no es una «partitocracia», una dictadura de los partidos.
Y lo peor no es su dominio de todos los resortes y recursos del Estado. Lo peor es que tampoco su funcionamiento interno puede decirse que sea democrático. Los partidos políticos españoles son organizaciones piramidales, controlados por una elite que decide el rumbo de los mismos sin tener para nada en cuenta a sus bases. Existen, sí, unos «barones», generalmente territoriales, con amplísimos poderes en su territorio. Pero las necesidades económicas les obligan a depender de su central, lo que reduce sensiblemente su autonomía. Aunque lo que más la reduce es el sistema de «listas cerradas» establecido para todo tipo de elecciones. Una lista que confecciona la dirección del partido, que premia a los leales -es decir, a los que siguen sus directrices sin rechistar- y excluye a los independientes, es decir, a los que se atreven a pensar por sí mismos. Lo que convierte a los partidos políticos españoles en bloques monolíticos, con la inmensa mayoría de sus cuadros limitándose a decir y hacer lo que manda el jefe o a calentar el asiento para el que ha sido asignado. Sólo cuando el partido se halla en la oposición, se atisban movimientos de rebeldía, pero, en ese caso, la rebeldía es casi siempre contra el propio jefe de filas, con ánimo de desbancarle y ponerse él o ella en su lugar. Lo que explica la escasísima fuerza que suele tener la oposición en España. A la falta de poder auténtico, acaparado por el Gobierno, se une el navajeo interno. Un grave falló de nuestro sistema político, pues la oposición tiene un papel relevante en toda democracia vigorosa y operativa.
La mayor tara, sin embargo, de las «listas cerradas» es que vacía a la democracia de su último fundamento: la representatividad ciudadana. Lo que es tanto como dejarla sin contenido. Ya sé que hago una acusación muy grave, pero desgraciadamente, cierta, aunque los españoles, en nuestra ignorancia política, no parecemos o queremos darnos cuenta. Los españoles no sabemos quién nos representa en el Congreso y no digamos ya, en el Senado. Ignoramos a quién poder dirigirnos en caso de que se haya cometido una arbitrariedad administrativa contra nosotros o, simplemente, para exponer una iniciativa que creemos beneficiosa para la comunidad. Se dirá que para lo primero están los tribunales y para lo segundo, los medios de comunicación. Pero llevar una causa a los tribunales españoles es como echar un mensaje al mar en una botella, y los medios de comunicación bastante tienen con hacer oír sus propias voces. Con lo que el ciudadano de la calle se queda sin portavoz en la vida pública. Votó una lista, es decir, un partido, sin saber cuál de aquellos nombres le representa, y hasta la próxima convocatoria. Una de las mayores envidias que siento en Estados Unidos es ver a mis conocidos dirigirse por carta al congresista de su distrito con cualquier tipo de queja, y comprobar que no sólo le responde de inmediato, sino también la queja se atiende, y si es de justicia, se corrige. Esa es la verdadera democracia, ese es el auténtico congresista, atento a los ciudadanos que le votan, a sus problemas e inquietudes. Pero el congresista español sólo tiene que preocuparse de estar a bien con quienes confeccionan las listas de su partido, para que le incluyan, a ser posible, en uno de los primeros lugares, para tener garantizada la elección. Y una vez elegido, hacer lo que le mandan, sin preocuparse lo más mínimo del electorado, de su conciencia o del bien del país
Es como los partidos políticos españoles se han convertido en maquinarias para alcanzar el poder, y una vez alcanzado, retenerlo a toda costa. Con los resortes que manejan de forma directa -desde el presupuesto a los medios de comunicación estatales- a los que controlan indirectamente -como el aparato policial y judicial- es muy difícil desalojarles, impidiendo eso tan saludable en democracia como es la alternancia en el poder. Sólo por descomposición interna del partido gubernamental, provocada por la corrupción, o por una catástrofe, como la del 11-M, se produce el cambio. Observen que ni en uno ni en otro caso el papel de la oposición es grande, por no hablar ya del de la ciudadanía, que se limita a sancionar con su voto un pastel previamente cocinado.
Pero esto no es muy democrático. El mayor valor de la democracia, me atrevería a decir, lo que la hace superior, o menos mala, a los demás sistemas de gobierno, es precisamente que permite la renovación pacífica y periódica de poderes. Entre nosotros, este tipo de renovación todavía no se da. Tiene que llegar siempre tarde y dramáticamente. Lo que le quita buena parte de su eficacia. Y así continuará mientras, en vez de democracia, tengamos partitocracia, dictadura de partidos.

¿Ordenó Santiago Carrillo asesinar a un camarada comunista?

¿Ordenó Santiago Carrillo asesinar a un camarada comunista?

¿Ordenó Santiago Carrillo asesinar a un camarada comunista?

¿Ordenó Santiago Carrillo asesinar a un camarada comunista?
¿Ordenó Santiago Carrillo asesinar a un camarada comunista?
02.09.09 | 10:18. Archivado en Memoria histórica


Al comunista Víctor García García no lo mató la Guardia Civil en 1948, sino un pistolero enviado por Santiago Carrillo desde su cómodo y seguro exilio en París. ¿Por qué no se le toma declaración al héroe de la Transición siquiera para conocer la veracidad de los hechos?

Alfonso Ussía ha recordado unas acusaciones al poeta Rafael Alberti -que firmó muchas terceras en el diario ABC en la democracia- sobre su siniestro papel en la guerra civil como delator y asesino:

Rafael Alberti metía a los prisioneros en cabinas de teléfonos con las paredes electrificadas con alta tensión.

Ussía se queja de que no ha habido ningún "comentario, o reacción, o indignada sorpresa".

También han sido recibidas con el silencio de los profesionales de la memoria histórica unas acusaciones a Carrillo hechas por el hijo de un jefe comunista gallego de que Carrillo y La Pasionaria, al frente del PCE y stalinistas hasta la médula, ordenaron el asesinato de su padre.

"No fue asesinado en un tiroteo con la Guardia Civil, como siempre habíamos creído mi madre y yo, sino que el comité central del PC, asentado en Francia y comandado por Dolores Ibárruri y Santiago Carrillo, juzgó que la labor realizada por mi padre al frente del partido en Galicia no coincidía con sus proyectos y decidieron asesinarlo. Y los asesinos enviados por el partido lo lograron en el año 1948", relata Víctor, afincado en Orión (Cantabria).

Según investigaciones del alemán Hartmut Heine y de historiadores gallegos como Alberto Maceira o Lupe Martínez, el reorganizador del PC en Galicia y el norte de Portugal fue condenado por la propia organización comunista, acusado de "infiltrado" y de "estar en contacto con los servicios aliados en la red de evacuación de pilotos derribados en el frente europeo" y que, desde Francia, cruzaban por Galicia hacia Portugal.

En enero de 2008, en el micrófono que le pone la SER, Carrillo pronunció una frase impresionante:

Todos hemos sido terroristas.

¡Lo habrás sido tú, carnicero!

Y en una entrevista en El País, publicada en 2005:

Incluso, en algún caso, yo he tenido que eliminar a alguna persona, eso es cierto; pero no he tenido nunca problemas de conciencia, era una cuestión de supervivencia, porque estaba en juego también la vida de muchos militantes, que muchos de ellos acabaron en la cárcel o ejecutados.

¿Y este asesino confeso sigue libre y recibe homenajes?

martes, 1 de septiembre de 2009

Los cacos se sirven de las redes sociales para escoger a sus víctimas - ElConfidencial.com

Los cacos se sirven de las redes sociales para escoger a sus víctimas - ElConfidencial.com

Dragó pone en ridículo a sus "colegas" de los telediarios

Dragó pone en ridículo a sus "colegas" de los telediarios
Dragó pone en ridículo a sus "colegas" de los telediarios
01.09.09 | 08:48. Archivado en personajes, prensa, tv



(PD).- "Paramnesia" -o 'déjà vu'- es lo que Sánchez Dragó experimenta "cada vez que se me ocurre encender la tele para enterarme de lo que ha pasado en el mundo". "O experimentaba, porque hace unos días tomé la drástica decisión de renunciar para siempre a los telediarios. No me refiero a ninguno en particular, pues todos son idénticos entre sí. Sonsonetes y supersticiones televisivas…"

El televisivo Sánchez Dragó dedica su columna de El Mundo a diseccionar los telediarios. Habla de "sonsonetes y supersticiones televisivas". "Mencionaré algunas".

"Anunciar en titulares lo que enseguida se va a ver. Anticipar el contenido de lo que a continuación se va a escuchar (el locutor o la locutora dicen que Rajoy ha dicho lo que un instante después le oiremos decir). Incluir un resumen de la información deportiva en la apertura -atentado ése de leso periodismo- y dedicar luego medio telediario, si no más, a las pueriles noticias concernientes al deporte salpicadas por las sagaces declaraciones de quienes lo practican. Pasar rigurosa lista a todos y cada uno de los incendios que siguen en activo o que ya están bajo control. Reiterar una y otra vez que una patera cargada de subsaharianos, tres menores y quince mujeres entre ellos, con cinco casos de hipotermia y ocho de deshidratación, llegó anoche al Puerto de los Cristianos".

Añade Dragó también el recurrente "presunto".

"Levantar acta de que se ha producido el sexagésimo segundo delito de violencia machista en lo que va de año, calificar de «presunto» al asesino que acaba de presentarse en la comisaría con un hacha sanguinolenta y el antebrazo de la víctima para confesar su crimen y recoger los testimonios de los vecinos de la pareja (¡quién iba a decirlo!, ¡si parecía gente normal! y otras majaderías por el estilo). Asegurar que hace calor, que las autoridades han declarado alerta amarilla en los Monegros y que los sevillanos se refrescan en las fuentes de las plazas. Informar sobre los embotellamientos del fin de semana dando fehaciente cuenta del número de coches que a lo largo del día han rendido peaje en la autopista que lleva de Bollullos a Patones. Sacar a una familia de cónyuges grasientos, suegras charlatanas y rorros hinchapelotas chapoteando en la playa de Poniente de Benidorm y trasegando un tetrabrik de sangría de polvos. Colar de matute en la programación el tráiler de las películas que van a estrenarse el viernes y el videoclip del grupo pedorro que unas horas antes impidió conciliar el sueño a los vecinos de Móstoles".

Y concluye, drástico:

"Y así día tras día, semana tras semana, lustro tras lustro… Hasta aquí he llegado. Adiós, colegas".