martes, 30 de marzo de 2010

El BdE sostiene que el precio de la vivienda seguirá cayendo hasta 2012

El ajuste de precios en el sector inmobiliario no ha terminado. Todo lo contrario. Continuará, al menos, hasta el año 2012. Eso es lo que piensa el Banco de España, que en su último informe de proyecciones sobre la economía española retrasa la recuperación de precios hasta dentro de prácticamente dos años. En concreto, sostiene el Banco central en su habitual tono críptico que “se espera a lo largo del periodo de proyección [2010 y 2011] una continuación del perfil de caídas de esta variable”.

Esto quiere decir que la recuperación de la economía será lenta. Muy lenta. Hasta el punto de que el PIB descenderá este año (en media del periodo) un 0,4%. Y lo que es todavía más relevante, el año 2011 se cerrará con un aumento de la actividad de sólo el 0,8%, muy poco para reducir el desempleo. Pero también para reconducir el déficit público, que según los expertos del Banco de España apenas se recortará. Para este año se prevé un desequilibrio de las cuentas públicas equivalente al 10,2% (frente al 11,2% de 2009), mientras que el año próximo culminaría con un déficit del conjunto de las administraciones públicas del 8,9%. El Gobierno ha previsto que ya ese año el déficit fiscal se situaría en el -7,5%, lejos de las previsiones del banco central.

Esto quiere decir que el objetivo de situar el déficit en el 3% a finales de 2013 se antoja altamente improbable, salvo nuevos recortes del gasto público o un súbito incremento de la recaudación, ya que eso significaría tener que recortar el desequilibrio en tres puntos del PIB tanto en 2012 como en 2013. Y eso sólo puede lograrse con crecimientos económicos claramente superiores al 3%, lo que exigiría una salida en vertical de la crisis a nivel mundial, algo que hoy por hoy descartan los institutos de coyuntura.

Las diferencias entre las previsiones del Gobierno y del Banco de España son poco relevantes en cuanto a este año. Sí son importantes, por el contrario, en lo relacionado al año 2011, toda vez que la vicepresidenta Salgado ha estimado un crecimiento del 1,8%, frente al 0,8% del Banco de España.

El banco central achaca este bajo perfil de crecimiento a la persistencia de “condiciones desfavorables” en el mercado de trabajo, de forma que continuaría destruyéndose empleo, aunque a ritmos muy inferiores a los observados en 2009, mientras que la tasa de paro “registraría un pequeño aumento adicional en media anual”.

Además, sostiene, el dilatado ajuste de la inversión residencial no ha concluido aún, por lo que en 2010 continuará constituyendo “una rémora para el crecimiento, si bien en mucha menor medida en que lo fue en 2009”. Adicionalmente, “cabe esperar” que, en el presente ejercicio, prosiga el proceso de ajuste de la posición financiera de los agentes privados (familias y empresas), “dados los elevados niveles de deuda alcanzados”. Y por último, dice el informe, “el deterioro de la calidad crediticia de algunos prestatarios, con el consiguiente aumento de las tasas de morosidad, condicionará la política crediticia de las entidades”.

Tipos bajos para capear la crisis

En cuanto a los tipos de interés, el Banco de España trabaja con la hipótesis de que sigan en niveles extremadamente bajos. En particular este año. El Euribor a tres meses se situará en el 0,8%, mientras que en 2011 subirá hasta el 1,6%. Es decir, que el aumento comenzará a materializarse el año próximo en coherencia con el despegue de las principales economías europeas, lo que significa que ese movimiento al alza le cogerá a España con el pie cambiado. Como se ha dicho, el año próximo, si se cumplen las proyecciones, el PIB crecerá sólo un 0,8% en un contexto de subidas de tipos de y encarecimiento de los precios del crudo. Los tipos a largo se situarán en el 4,3%, mientras que el barril de crudo escalará hasta los 83 dólares, en un horizonte de depreciación del euro, lo que eleva la factura petrolífera.



Y todo ello en un contexto de estancamiento del gasto de las familias. En el escenario central se estima que el consumo privado crecerá este año sólo un 0,2%, tras la fuerte tasa de retroceso del pasado año. El comportamiento más favorable del principal componente de la demanda agregada se explica, fundamentalmente, “por la mejora de la confianza de lo hogares, cuyo profundo deterioro en 2009 condujo a que la tasa de ahorro alcanzara sus niveles históricos más elevados desde que la serie está disponible”.

No obstante, avanza el banco central, “la recuperación proyectada del consumo privado es modesta”, lo que responde a diversas causas, y en particular a que en 2010 la renta disponible de las familias en términos reales registrará un retroceso relativamente acusado.

En parte, esta disminución se debe a que el comportamiento del empleo continuará ejerciendo una contribución negativa al crecimiento de la renta, aunque sensiblemente inferior en valor absoluto a la observada en 2009. Además, otras fuentes de renta que habían contribuido al sostenimiento de los ingresos de los hogares en 2009 verán disminuida su aportación en 2010. Este es el caso de las rentas por intereses y, especialmente, de la contribución de las Administraciones Públicas a través de las prestaciones e impuestos.

sábado, 27 de marzo de 2010

martes, 23 de marzo de 2010

El Poder impotente: la mutilación de los Jueces españoles

Jesús Manuel Villegas Fernández, Magistrado del Juzgado de Instrucción número dos de Bilbao
El Poder impotente: la mutilación de los Jueces españoles
"Los jueces españoles, un colectivo manso, casi borreguil, hasta que la vicepresidenta del Gobierno manifestó su deseo de suspender a un magistrado crucificado en un juicio paralelo"
Periodista Digital, 23 de marzo de 2010 a las 06:43

Mazo, imagen de la Justicia.
Algunos parecen deleitarse con el hedor de la mugre que embadurna la toga. Y es que, bien mirado, un fiscal plenamente independiente equivaldría a un juez instructor. Para ese viaje no hacen falta alforjas
La revista Difusión Jurídica ha publicado un artículo, de fecha 10 de febrero de 2010, de Jesús Manuel Villegas Fernández, Magistrado del Juzgado de Instrucción número dos de Bilbao.

El extenso texto lleva semanas circulando por el mundo jurídico, siendo comentado en privado por jueces, fiscales y abogados que de manera viral lo difunden por medio de sus correos electrónicos.

El magistrado Villegas hace un duro alegato contra los juicios paralelos de la prensa y contra el Gobierno, al que acusa de haber politizado la Justicia, en especial del uso que hace de los fiscales.

Por su interés, reproducimos a continuación el artículo.

EL PODER IMPOTENTE: LA MUTILACIÓN DE LOS JUECES ESPAÑOLES

El 21 de febrero del año 1848 salía a la luz en Londres el manifiesto comunista, auténtica declaración de guerra proletaria contra el capital. Sus autores, Marx y Engels, no tenían empacho en pregonar:

"Sie erkären es offen, dass ihre Zwecke nur erreicht werden können durch gewaltsamen Umsturz aller bisherigen Gessellchaftsordnung. Mögen die herrschenden Klassen von einer Komunistiches Revolution zittern".
(-Los comunistas- proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden alcanzarse mediante el derrocamiento violento de todo el orden social actual. Deberían temblar las clases dominantes ante una revolución comunista).
El estilo oratorio ha cambiado mucho desde entonces. Hoy día generaría rechazo un tono tan agresivo. Mucho más si proviniera de los supuestos guardianes del orden jurídico, esto es, los jueces. Sin embargo, el ocho de octubre del año 2008 ocurrió algo insólito.

Cuál aquél fantasma revolucionario que recorrió Europa en el siglo XIX, el poder judicial se revolvió con tanta intensidad que algunos calificaron los acontecimientos de "Rebelión Judicial" (Diario "El Mundo", edición de 20-XII-08).

Los jueces españoles habían sido tradicionalmente un colectivo manso, casi borreguil, hasta que la vicepresidenta del Gobierno de la Nación, en unas declaraciones ante la prensa, manifestó el cinco de octubre del año 2008 su deseo de que se le impusiera una sanción de tres años de suspensión a un magistrado al que la opinión pública había ya crucificado en un juicio paralelo, atribuyéndole la responsabilidad por la muerte de una niña indefensa.

No es que lo acusaran de haberla matado con sus propias manos; se contentaban, tan sólo, con achacarle una negligencia profesional, por no haberse cuidado de que el pederasta que la asesinó permaneciera entre rejas.

Una buena porción de la magistratura entendió tales propósitos como una ofensiva frontal contra su independencia y, a partir de ese momento, emergió un movimiento espontáneo denominado "ocho de octubre".

Los jueces, valiéndose de la tecnología informática, se comunicaron entre sí mediante el correo electrónico y se atrevieron a protagonizar dos huelgas, hecho inaudito dentro de un colectivo hasta la fecha tan sumiso.

Lo que nació como una manifestación unitaria de fuerza fue perdiendo fuelle hasta que, desorganizados y dispersos, parecieron retornar los rebeldes togados a su estado de inveterada docilidad. Mas de improviso, a principios del año 2010, otra vez bullía el correo profesional al circular un manifiesto titulado "Por la despolitización e independencia judicial".

Una cincuentena de jueces denunciaban los intentos de politizar el poder judicial y la creciente pérdida de independencia. Tras rememorar los últimos acontecimientos, reclamaban la democratización de la carrera, la mejora de las condiciones materiales así como la dignificación de su status profesional.

A fin de conseguir estos objetivos proponían la creación de una organización y estructura permanentemente operativas que, sin restar espacio de las asociaciones judiciales, coadyuvara a la unificación de esfuerzos. Poco a poco, un goteo de adhesiones fue elevando a cientos el número de partidarios.

¿Y AHORA QUÉ?

Como juez destinado desde hace años en el País Vasco, ofreceré a continuación mi visión particular.

En realidad, es una continuación del artículo con el que colaboré en esta misma revista hace un año titulado "Revolución en vez de huelga".

Es una buena ocasión para recapitular. Pero no sólo para eso. También para dialogar con la abogacía española.

En los años `40 del siglo XX el procesalista italiano Piero Calamandrei publicó un opúsculo titulado "Elogio de los jueces escrito por un abogado".

Permítaseme, con toda modestia, emularlo con estas líneas que aspiro a ofrendar como reconocimiento sincero a nuestros letrados. Dada la creciente degradación de la Administración de justicia, probablemente se conviertan en el último bastión de la independencia judicial.

Quizás sea, inconscientemente, una llamada de auxilio a un colectivo en el que no he perdido todavía, ni creo que lo haga nunca, la confianza.

Y, dicho sea de paso, a Fiscales, Secretarios y resto de funcionarios judiciales. Todos ellos son servidores de la Justicia ("operadores jurídicos" como gustan los engolados cursis del eufemismo). No seamos tan ingenuos de imaginar que si nos sentados a mirarnos el ombligo, otros resolverán los problemas. Si nosotros no nos movemos, nadie lo hará.

Ni que decir tiene que estas reflexiones son estrictamente personales. No represento a nadie, ni quiero hacerlo. Por eso, me tomo la libertad de exponer una anécdota que viví yo no mucho después de tomar posesión en mi destino vizcaíno. Hela aquí:

Durante una las guardias como juez instructor, me habían presentado un detenido extranjero (inmigrante ilegal por más señas) para resolver sobre su situación personal. El representante de una de las partes le preguntó:

-"¿Cuánto lleva Vd. aquí?
A lo que contestó el imputado:

- "En Bilbao, un año".
No le di más importancia al asunto, pero percibí que su interrogador se removía inquieto, e insistía:

- "No, le digo, aquí".
El pobre hombre, más bien confuso, respondió:

- "En la calle San Francisco, unos meses, pero antes estuve en un albergue...".
Todavía insatisfecho, le replicó:

- "Digo en el Estado".
- "¿En qué estado?", suplicó el interpelado sin entender nada.
Entonces me sentí invadido por una súbita iluminación e intervine para desfacer el entuerto:

- "El señor se refiere a cuánto hace que Vd. entró en España?"
Enigma despejado. Me costó algo de tiempo percatarme de que la palabra "España" era maldita para muchos.

Como esos campesinos de antaño, que decían "bicha" por no mentar "serpiente", animal diabólico cuya mera pronunciación contamina los labios de las almas inocentes.

Curiosamente, se había creado una especie de código lingüístico, muy extendido, que simplemente eludía complicaciones suprimiendo de su vocabulario el término impuro.

Recordaba al pudor ante el sexo contra el que se topó Freud cuando abrió las puertas de la ciencia a aquellos rincones del espíritu humano que la mojigata represión había aherrojado bajo siete llaves.

La mentalidad mágica del salvaje que se humilla ante el tabú, como reveló el antropólogo Lévi-Strauss, no es privativa de las civilizaciones primitivas, sino que anida con parejo vigor en el corazón del civilizado ciudadano occidental.

Como se imagina el lector, jamás suprimí de mi léxico el nombre de la nación donde había nacido. Algunos, con la mejor de sus intenciones ideológicas, me decían para congraciarse conmigo: "eres andaluz" (pues nací en Córdoba), a lo que siempre agregaba: "¡Claro! y, por tanto, español".

Me llamó muchísimo la atención que se alcanzara un nivel de politización tan agudo que hasta se retorciera el normal uso del idioma. El manifiesto judicial citado, en uno de sus puntos, advierte contra la creación de consejos de justicia autonómicos.

Como juez de profesión, no soy quién para inmiscuirme en los designios del Legislador. Mi labor es aplicar la Ley. Y punto. Si se crean dichos consejos, los acataré, como el soldado que obedece a sus mandos. El juez debe huir de la política como alma que lleva el diablo.

Aun así, como ciudadano, no dejo de preguntarme cuáles serían sus competencias:

¿Acaso tendrían esos órganos de nuevo cuño influencia sobre nuestros permisos y licencias?;
¿nombramiento de substitutos?...
¿facultades disciplinarias?
Si a accediera a ellos, aunque fuese sólo indirectamente, la voz de representantes de los violentos secesionistas, el panorama para los jueces maketos como yo sería aterrador. Sin comentarios.

El problema, empero, afecta a la totalidad de la arquitectura institucional de nuestro país, no sólo de una de sus regiones. La clave radica en un error de concepto.

Las modernas tendencias doctrinales dan por superada la clásica doctrina de la neutralidad ideológica del juez. Ahora, en cambio, se espera de él "se manche la toga".

Desde un punto de vista filosófico, buena parte de la culpa de esta tergiversación proviene la filosofía positivista. Según autores como Herbert Hart, las normas jurídicas poseen una "textura abierta".

Esto es, albergan un consubstancial grado de indefinición, nunca son lo suficientemente claras.

De ahí que el juez siempre disfrute de un margen de maniobra para, sin salirse del marco legal, bascular conforme a su ideología personal: hacia la izquierda o hacia la derecha, meciéndose al son de su inspiración particular. Sin remordimientos.

Mas aun, sería su deber. Su compromiso social se lo exigiría. Ante cada litigio, por consiguiente, se le ofrecería un ramillete de soluciones válidas, todas ellas por igual.

El lógico argentino Alchourrón lo ilustra comparándolo con una obligación alternativa de las que regula el Derecho Civil: al deudor se le da a cumplir entre varias prestaciones y extingue el crédito con tal de que opte de buena fe por una de ellas (vg. pagar en metálico o en especie). Lo mismo el juez: escoge del jardín ideológico la flor que más agrade a su olfato. Y todos tan contentos.

Otros pensadores como Ronald Dworking defienden que sólo hay una solución correcta: la justa. Es verdad que este profesor anglosajón abandera una tendencia que pone el acento en factores extrajurídicos, como la moral.

Con todo, sus enseñanzas vuelen a colocar las cosas en su sitio, dando carpetazo a las veleidades partidistas. Pero al juez español, no lo olvidemos, sólo le está concedido acudir a la moral cuando la ley lo prevea expresamente (como en el artículo 1.255 del Código Civil). No digamos, pues, a la ideología extrajurídica.

En los demás supuestos, debe atenerse estrictamente al Derecho. Claro está, no a merced de una ridícula visión legalista, que lo reduzca a un autómata de la literalidad del precepto, sino atendiendo a su espíritu y finalidad; combinando la norma positiva con los principios y la costumbre dentro de un sistema racionalmente armónico.

Esa ha sido la enseñanza de la que nos hemos imbuido los que ya tenemos cierta edad. Viene de lejos. El jurisconsulto decimonónico Von Thur lo exponía con soberbia maestría: el juez derivará lógicamente los principios jurídicos del conjunto del ordenamiento legal. Es una labor intelectual, no ideológica. En nuestra patria, García de Enterría ha escrito sabias palabras sobre el compromiso del juez con el Derecho y con nada más.

Con todo es palmario que, a veces, los textos positivos son obscuros, contradictorios o aparentan atentar contra la equidad. En estos "casos difíciles" se manifiesta la grandeza de nuestro oficio: el juez resuelve según "su conciencia", mas no abandonándose sus propias opiniones subjetivas, sino a la justicia objetiva.

Y lo hace, con frecuencia, en contra de sus preferencias personales, de su ideología política o religiosa. Entonces dignifica como nunca la alta misión de la que es titular. Se convierte en intérprete del soberano, que es el Pueblo.

Pero no se deja arrastrar por los sentimientos de la muchedumbre, al estilo de los totalitarismos fascista o comunista, sino que obra prudentemente, escrutando desde la lógica el sistema jurídico, estudiando con sosiego el Derecho vigente.

A algunos, empero, les complacería que el juez renunciara a su neutralidad, se olvidase de su apoliticismo y se hundiera hasta las trancas en el lodazal de la arena social, atento a las señales que unos y otros le hacen llegar. Están de moda las togas sucias. Al poder político, huelga decirlo, le viene de perlas este modelo de activismo judicial.

Hasta ahora esa postura de abstención ideológica ha sido la mayoritaria entre los profesionales del foro. Pero me da la impresión de que soplan nuevos aires. El Diario Vasco publicaba el siete de julio del año 2007 una entrevista a una compañera de nuestra carrera que afirmaba literalmente: "se ha de ser imparcial, pero nunca neutral", al tiempo que clamaba por la existencia de "jueces con ideología","abiertos a los reflejos que te envía la sociedad".

Según ella, "la neutralidad implica siempre pasividad y esconde, como lo hace la palabra apolítico, ideas y actitudes siempre reaccionarias". Acaba criticando la democracia "formal" y propugnando la "revolución".

Es una cantinela añeja, que rezuma rancia humedad. Este discurso trasnochado evoca los planteamientos primigenios del "uso alternativo del derecho", filosofía de moda en la Italia de la posguerra.

En sus orígenes sirvió como una legítima reacción contra el inmovilismo de la Corte Suprema, todavía apegada al fascismo, que se negaba a conferir valor vinculante a la Constitución. Análogamente a la legislación franquista, los teóricos conservadores se inclinaban a contemplar la Carta Magna como una colección de meras manifestaciones programáticas, sin valor jurídico directo. Afortunadamente, eso cambió: hoy día nadie duda de que la Constitución sea un ley: la Ley Suprema.

No obstante, determinadas posturas marxistas acogieron una visión iusalternativista que quiebra la separación de poderes y sitúa al juez en el centro de la contienda política: su obligación sería hacer la revolución, capitaneando la lucha de pobres contra ricos, obreros contra patronos (y, quien sabe si en el día de hoy, mujeres contra varones, inmigrantes contra nacionales...).

Es más, estos activistas se inspiraban en la propia Constitución, en cuyo artículo nueve (a la guisa de los precedentes portugueses e italianos) creían ver la espoleta para el estallido de la venidera revolución social. Se huele el tufo revolucionario del manifiesto comunista, si bien hábilmente limadas sus aristas violentas.

No se vaya a imaginar que el sesgo ideológico aqueja sólo a la izquierda. La derecha se empecinó por inocular durante el franquismo sus prejuicios éticos o religiosos dentro del cuerpo judicial. En la actualidad nos sorprenden de vez en cuando algunos que no saben alzar barreras entre sus creencias y su profesión.

En España la férula de lo políticamente correcto (tradicionalmente de corte progresista) mantiene en muy buena medida refrenadas veleidades de esta índole. En otros países, como los Estados Unidos, la contaminación partidista de signo conservador es tan sofocante que a nuestros ojos europeos causa repulsa, por no decir repugnancia.

Una concepción del Derecho fuertemente teñida de ideología convine a los políticos, de uno u otra bando, para controlar el Poder Judicial. ¿Cómo?

El estamento político no necesita presionar a ningún magistrado para que se arrodille y se deje seducir. Existe un procedimiento más sutil, pero no por ello menos eficaz. Consiste, simplemente, en colocar a los afines a su cuerda en los puestos clave y aguardar a que, motu proprio, resuelvan en el sentido que más les convenga a sus intereses.

Esto es algo que lo sabe todo el mundo; entre pasillos se habla sin tapujos. Aun así, se intenta justificar este estado de cosas pretextando que, una vez nombrados, obran los apadrinados con independencia.

Pues bien, hasta cierto punto eso es cierto. Los jueces, en su inmensa mayoría son honrados. Aplican las normas creyendo sinceramente que hacen justicia. La Psicología, en trabajos como los de Lewin, da cuenta de un fenómeno apasionante: la "disonancia cognitiva".

Esto es, las personas, como regla general, aspiran con franqueza a obrar según sus convicciones. Si emerge alguna contradicción entre sus actos y sus principios se esfuerzan por salvar la distancia: o bien cambian sus creencias; o bien sus obras. El truco radica en que los jueces no experimenten esa disonancia, sino que estén cómodos, sin apenas percibirlo, en manos del poder político.

La idea es que el juez, dentro de unos márgenes, se sienta liberado del espíritu legal. Que, sin sentimiento de culpa, ajuste la ley al caso concreto. Pero no desde una óptica estrictamente jurídica; antes al contrario, la perspectiva será "social", "moral", "ideológica"... en una palabra:"extrajurídica".

Planteamientos filosóficos con los antes expuestos ayudan a amortiguar las fricciones psicológicas. Hará el magistrado, pues, "justicia material", reinterpretando la norma para acomodarla a su ideología personal (que, naturalmente, será para él la justa). Ideología que, no por casualidad, estará en sintonía con los intereses de quienes lo hayan promovido.

Condición indispensable para que funcione este mecanismo es la de averiguar cuál sea la ideología de cada juez. Un error de designación sería catastrófico, como preparar un plato confundiendo la sal con el azúcar. Por es,o el político debe asegurarse de que el juez esté ideológicamente marcado, cual res con la señal ígnea de su rebaño.

En este contexto no extrañan artículos como el que apareció en el diario "El País" el 18 de enero del año 2009. En un tono más bien grosero, despotrica contra el sistema de oposiciones, que otorga uno de los poderes del Estado a unos jovenzuelos que no han hecho otra cosa que empollar para ganarse un puesto de funcionarios cuando, en realidad, tal vez lo que les habría apetecido sería montar una granja de pollos.

Se lamenta de que nadie le haya preguntado al candidato si era "beato, conservador, autoritario". Muy lógico, puesto que es capital catalogar el juez, colorearlo ideológicamente para que no haya sorpresas. Por otro lado, insiste el periodista en que "el Estado tiene desprotegido ese flanco por donde puede colarse toda clase de enemigos políticos". Llamativo vocablo: "enemigos"; pero ¿de quién?

Pues, de los partidarios de la politización de la justicia. Aquí se entiende la obsesión por entregar la instrucción al Ministerio Fiscal. Un jovencito recién ingresado en la carrera es muy peligroso. Para él la Justicia no es un mito; no ha perdido aún la ilusión.

Si a uno de estos tiernos "juececitos" (petit juge, como dicen los franceses) lo llama algún pez gordo para que sea "sensible a la realidad social" o para que abandone su neutralidad (que no su imparcialidad, faltaría más), es probable que el primer pensamiento de este retoño sea avisar a la Guardia Civil.

El articulista no anda del todo desencaminado. Mi experiencia personal lo avala. Cuando tomé posesión de mi primer destino, había dedicado la vida entera al estudio. No sabía ni siquiera lo que era la cuenta "B".

¿Qué ocurrió?

Algún justiciable pensó que yo estaría en contacto con la "realidad social" y que no me escandalizaría ante lo que, al fin y al cabo, es un secreto a voces; todos lo hacen y nadie se escandaliza.

"¿Dinero negro? No, por Dios, sólo contabilidad creativa". Obviamente, a Hacienda llegó puntualmente testimonio íntegro de las actuaciones.

Eso sí, confieso que no tuve nada que ver con ningún pollo.

Pero, ¿quién sabe donde pararán las cosas para las futuras generaciones?; supongo que todo es cuestión de acostumbrarse. Vaya uno a saber.

El Ministerio Público se adapta mucho mejor a estos designios de sumisión política. No porque los fiscales sean menos honrados que los jueces.

Antes bien, forman un cuerpo ejemplar de funcionarios de carrera, con un espíritu de trabajo y preparación jurídica que no tiene nada que envidiar al de la judicatura.

Sin embargo, las cautelas institucionales son menores. El riesgo de manipulación mayor. Su estructura burocrática está llena de resquicios por donde colarse la arbitrariedad. Una cúpula fiscal sin escrúpulos tendría un campo de maniobra muy vasto, ya que el peso de la jerarquía es enorme.

Si algún abogado fiscal (mocito idealista) resultara molesto para el poder, no costaría mucho encomendarle su trabajo a otro; o bien, exiliarlo a un juzgado que sea un agujero negro (son legión, como sabemos); o bien mandarlo a hacer guardias a los pueblos; o bien reubicar el cuadro de vacaciones; o bien...¿qué más da? Es sencillo escribir torcido con renglones derechos.

El absurdo conceptual, a la postre, proviene de encomendar la investigación criminal (actividad supuestamente objetiva) nada más y nada menos que a una parte procesal.

Nótese que, cuando se ha propuesto configurar un Ministerio Fiscal al estilo italiano, absolutamente desligado del Ejecutivo, los partidarios de la reforma se hayan rasgado las vestiduras clamando contra la "funcionarización" de la Fiscalía.

Algunos parecen deleitarse con el hedor de la mugre que embadurna la toga. Y es que, bien mirado, un fiscal plenamente independiente equivaldría a un juez instructor. Para ese viaje no hacen falta alforjas.

Puestos ya, ¿qué diremos de la justicia de proximidad? El juez cercano al ciudadano. O sea, elegido por el Ayuntamiento (u otro poder político) entre miembros relevantes de la comunidad que estén al tanto de "la realidad social"; que sean sensibles a "los mensajes que la ciudadanía les envía"; "que sintonicen con el sentir popular".

Si algún engendro esta ralea llega algún día parirse, empezaremos a oír a jueces que en el País Vasco acudan a circunloquios para no mentar a la bicha por su nombre de pila.

¿CUÁL ES LA CAUSA DE ESTA PROPENSIÓN A DOMENAR LA JUSTICIA?

Por paradójico que parezca, que la España democrática ha estado muy cerca de conseguir la verdadera genuina judicial. Durante la dictadura franquista los jueces eran nominalmente libres. Con todo, habría sido impensable que sentaran en el banquillo a algún Ministro.

En la democracia, ya ha sucedido. El poder político, por pura supervivencia, debe desplegar sus apéndices hasta las más íntimas cavidades del cuerpo social. En otras naciones más veteranas es moneda común la politización de la justicia.

En los Estados Unidos los magistrados del Tribunal Supremo, sin ninguna hipocresía, son elegidos directamente por el poder político, en virtud de sus tendencias ideológicas. Parafraseando humorísticamente a Lenin:

"Independencia judicial, enfermedad infantil de las democracias primerizas".
En nuestro país, y en el Continente en general, las apariencias se guardan más. Mas, en el fondo, la deriva del sistema no es tan distinta Recordémoslo: los políticos escogen a los vocales del Consejo y estos, a su vez, a los magistrados del Tribunal Supremo (que opera como corte de casación).

También a los presidentes de las Audiencias Provinciales y de los Tribunales Superiores de Justicia. Todo queda en casa.

No es que los gobernantes sean un atajo de perversos malhechores frente a los jueces, criaturas angelicales de irreprochable conducta. Maniqueísmos como estos, amen de ser risibles, mueven a la confusión, y nos alejan de la explicación del problema.

Lo que ocurre es que el político depende de los votos para mantenerse en el poder. Si no comprende bien esta implacable realidad, perderá las elecciones. Por consiguiente, a él sí que no le queda más remedio que estar atento a los mensajes que la ciudadanía le manda, al sentir social, a los movimientos de la opinión pública.

De ahí su lógica aspiración a controlar el Poder Judicial. Es algo tan sencillo como que el partido político que más influencias posea entre la judicatura estará en una posición de salida más ventajosa en la carrera electoral. El daño de estar sentado en el banquillo, si aspira a ser candidato, es incalculable. Mejor es prevenir que curar. Abortemos, por ende, ab initio, los movimientos judiciales adversos.

Reflexionemos con un ejemplo realmente esperpéntico. El periódico "La Razón" publicaba el cuatro de febrero del año 2010 un artículo donde se leía:

"El Tribunal Supremo ha rebajado la pena de 18 años y seis meses a los violadores de una joven porque las lesiones sufridas por la víctima no «exceden de las naturales secuelas que conllevan esas conductas criminales». Es decir, que como no le cortaron el cuello ni la quemaron viva ni la mataron a golpes hay que darle las gracias y premiarlos. Hay jueces que merecerían probar de su propia medicina." (....). Si la ley permite estos atentados al sentido común, urge cambiar el Código Penal o el cerebro de los jueces que sentencian de espaldas a la realidad social. Dios nos libre de estar ante un juez".
Estas palabras, pese a su tosquedad intelectual, son muy significativas. Semejante libelo apuesta por el ideal de unos magistrados atentos al sano sentimiento de justicia del pueblo, incluso al margen de la Ley. La "realidad social" aparece como una excusa para someterlos a un lavado de cerebro.

Si algún abogado se descolgara en sala con tal sarta de disparates, el tribunal no le haría ni caso. No es que se irritara, es que se reiría. Ese letrado enloquecido habría perdido el litigio, seguro. Los juzgados son templos de la prudencia, del saber jurídico, no escenarios donde se desatan las bajas pasiones, como una pelea de gallos.

He aquí la diferencia entre un político y un juez. Al primero no le quedaría más remedio que escuchar voces como éstas. Si no lo hiciera, peligraría su coche oficial. El segundo no le haría ni caso a estos burdos clamores vengativos. Y si lo hiciera, prevaricaría.

Por eso es crucial que la maquinaría judicial se mueva en la dirección que mas convenga a la casta dirigente. Unas ruedecillas del engranaje para la izquierda; otras, a la derecha.

Es el esfuerzo de un concienzudo relojero que ha de velar por que el mecanismo marche sin sobresaltos, puliéndolo y untándolo con tantas dosis de ideología como fuere menester.

Y, sobre todo, conservando en sus manos la facultad de elegir quién accede a la carrera y donde se sitúa: supresión del sistema de oposiciones, justicia de proximidad, consejos autonómicos, instrucción por el fiscal...todo tiene un sentido encaminado a optimizar el rendimiento de los rivales por el pastel electoral.

¿CUÁLES SON LAS SOLUCIONES?

La última palabra será del Legislador. Aun así, sin invadir competencias de nadie, los jueces sí que estamos llamados a aportar nuestro granito de arena.

Por ejemplo, firmando este manifiesto por la despolitización y la independencia. Aunque encierre algunos aspectos discutibles, es un instrumento excepcional para salir de nuestra postración.

Sobre todo en lo que concierne a un punto: la necesidad de democracia interna. A los jueces se nos trata como a un cuerpo tullido, impotente.

Carecemos de órganos de representación propios. El Consejo General del Poder Judicial nos gobierna, pero no refleja nuestra opinión. Su misión es otra.

En una visita efectuada el año pasado a Bilbao por una de sus comisiones, se le propuso a sus vocales la construcción de un sistema de representación basado en la idea de "un hombre, un voto".

¿La respuesta?

"Ya confeccionamos encuestas que, por cierto, no rellenáis ni la mitad de vosotros cuando os las mandamos".
"ENCUESTAS"

Era el método del despotismo ilustrado: "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo". Cualquier cosa menos permitir que los gobernados se organicen por ellos mismos.

Luis XVI ordenó que se redactaran los "Cahiers de Doléances", cuadernos de quejas en los que, hasta el más pequeño de los municipios de su reino, le elevaba sus cuitas y le suplicaba su solución. Noble espíritu el de aquél monarca bueno que fue derrocado por las turbas desenfrenadas.

Seguro que las intenciones del Consejo son igual de bondadosas.

Ahora bien, no pasemos por alto que el régimen prerrevolucionario era una monarquía absoluta.

¿Es esa la situación de los magistrados españoles, o se nos deja alguna vía para expresar nuestra opinión como colectivo?

El cauce que se nos proporciona es el de las asociaciones judiciales. Valga esta ocasión para rendirles homenaje, por los servicios que nos prestan a todos.

Sin embargo, son insuficientes. Encarnan un sistema de representación indirecta.

El sufragio directo es siempre más democrático. A no ser, claro está, que se tema conocer la voluntad mayoritaria de la carrera judicial, sin fisuras ni mutilaciones. Además, subyace otra cuestión que no es baladí en absoluto: algunas de ellas están muy próximas al poder político.

Son una forma de colorear a los jueces según sus preferencias ideológicas. De etiquetarlos para que los gobernantes sepan donde escoger.

"Oye, ¿cuántos conservadores tienes?, te los cambio por algunos progresistas y así mantenemos el equilibrio".
Desde luego no seré yo quien entre en ese juego. Y, a la vista del alto porcentaje que se resiste a afiliarse, diríase que no sea una posición marginal.

La Junta de Jueces de Bilbao, hace ya casi un año, se pronunció a favor de arbitrar un sistema de representación basado en el principio "un hombre un voto".

Desde entonces nada ha ocurrido. Era asombroso comprobar como algunos compañeros se oponían con uñas y dientes a tal medida. Se argüía que "no era el momento" o que carecíamos de legitimación. En realidad, todo muy comprensible.

Unas buenas tijeras a tiempo ahorran muchas inquietudes existenciales: mejor un buey que un toro.

Han sido las juntas de jueces las que tomaron la delantera. Las asociaciones quedaron rezagadas. Es lógico, la cercanía a las altas esferas coarta mucho.

No parece casualidad que la reforma legislativa que implantará la nueva oficina judicial vacíe de competencias a estos reductos de libertad.

Necesitamos una Junta de Jueces Nacional donde, sin filtros ni intermediarios, es escuche nuestra voz. Ni siquiera tiene por qué estar dotada de un espacio físico: bastaría un sitio virtual. Lo importante es que se nos oiga. El marco es lo de menos.

El movimiento de ocho de octubre es un fenómeno fascinante. Su organización es la de un sistema emergente, que se autorregula, sin centros directores, ni jerarquías, liberado de burocracias formalistas.

Recuerda a lo que sucedió en nuestra patria con la invasión francesa. Las Cortes absolutistas no representaban a la Nación, sino a los estamentos feudales: nobles, plebeyos o eclesiásticos. La irrupción de las tropas napoleónicas generó una reacción popular descomunal.

El poder establecido, sin embargo, se doblegó. Los Reyes abdicaron en el mismísimo Emperador; la Iglesia le rindió pleitesía (¡a los ateos revolucionarios!). Incluso, y esto pocos lo saben, los generales del ejército se sumaron a las huestes galas. Fue el pueblo llano el que se rebeló. Organizaron las juntas locales y, finalmente, las Cortes, primero en San Fernando y más tarde en Cádiz, en 1808. Ello pese a que la facultad de convocarlas correspondía exclusivamente al Rey.

¿DÓNDE ESTABAN LAS ASOCIACIONES O EL CONSEJO CUANDO LA VICEPRESIDENTA HABLABA?

El ocho de octubre de 2008, a las 0:43 horas, la totalidad de los miembros de la carrera judicial recibió un mensaje electrónico donde se pedía el apoyo para un compañero linchado por la muchedumbre y para quien el poder político había ya anunciado su sanción.

El correo interno se tornó en un hervidero. Lo jueces decanos se congregaron en Cádiz. A partir de ahí los magistrados españoles se rebelaron por primera vez en su historia.

Fue el ataque que los unió, como a sus compatriotas de hace 200 años. Tampoco nadie los convocó, lo hicieron por sí mismos. El siguiente paso debería ser haber sido una Junta Nacional.

Los demás se sumaron después. Unos pusieron el carro en marcha; otros se subieron cuando ya estaba de camino. Se comprende, ahora, la importancia del clamor que está resonando.

Por primera vez queremos que nuestra voluntad se oiga sin que le pongan sordina aquellos que están presos de los compromisos con el poder.

Una estructura flexible, sin esclerosis institucional, basada sólo en los contactos entre compañeros, es la única garantía de genuina democracia. Se nos había tapado la boca durante demasiado tiempo. Cuando se retiró la mordaza, el grito fue atronador.

Aun a riesgo de ser machacón, quiero insistir en que nada tengo contra las asociaciones. Son muchas las conquistas que han ganado a pulso a favor de todos nosotros.

Ellas desempeñan su papel, pero no deben ambicionar el monopolio de la representación judicial. Es más sabio combinar diversas fórmulas.

Una de ellas, ¿por qué no? la de la democracia directa: un hombre, un voto.

En caso contrario, una vez que se haya desvanecido la efervescencia de la agitación inicial, la judicatura regresará a su letargo. Dispersos, fragmentados, aislados somos menos molestos. Un cuerpo blando, fofo, manipulable a merced por los férreos dedos del poder político.

Es triste que tengan que linchar a un compañero para que nos levantemos. No es razonable que todo sea tan trágico, tan desmesurado. La expresión de nuestra voluntad debería ser un suceso normal, cotidiano, casi aburrido. Tan elemental como que dispusiéramos de cauces para discurrir como colectivo, sin tutelas. No somos menores de edad ni incapaces.

A poco que meditemos, es fundamental mantener a los jueces domesticados. No hace falta ser adivino para apercibirse de que la idea de una Junta de Jueces Nacional, a la que pertenezcamos todos, no sólo los decanos, será para algunos un tabú impronunciable.

El poder de los jueces, si estuviesen coordinados, conmovería los cimientos del Estado. Una huelga mayoritariamente secundada paralizaría la economía del país. Lo saben y lo temen. Mucho más de lo que están dispuestos a admitir. Aquí encajarían muy bien las amenazas comunistas:

"Proletarier aller Länder veeingit Euch!"
(¡Proletarios del mundo, uníos!).
Sería ominoso acabar de esta manera, con un grito tan lleno de odio. Los jueces no queremos eso. Sólo trabajar tranquilos y que se nos dote de los medios mínimos para ejercer nuestra función. Si alguno de nosotros no está a la altura del cargo, sea sancionado, sin compasión.

No haya misericordia con los corruptos o los gandules. Eso sí, proporciónesenos del mismo modo los recursos necesarios para desempeñar correctamente nuestra labor. El referido manifiesto recoge los datos relativos a la carga de trabajo y el nivel de productividad de nuestra judicatura, muy superior al de la media europea.

Hoy por hoy, la mayoría de los juzgados son polvorines. La tarea es prácticamente inabarcable, no hay manera de estar al tanto de todos los asuntos pendientes. Sería muy fácil desembarazarse de algún juez molesto hurgando en las tripas de los expedientes hasta descubrir algo: Buscad y encontraréis.

Esta es una meta en la que estamos comprometidos todos, no sólo los jueces. Los Fiscales se hallan en una posición muy similar. Los demás funcionarios (oficiales, auxiliares y agentes - me cuesta acostumbrarme a la ridícula nomenclatura de la nueva ley) navegan en el mismo barco.

No los olvidemos jamás. No digamos ya los fedatarios. Lo sucedido con la secretaria del caso que nos ocupa clama al cielo. Sacrificada en el altar de la opinión pública. Chivo expiatorio, sangre purificadora del crimen perpetrado por otros.

No sé comprende qué tiene de reprobable el hecho de que, por ejemplo, los señores fiscales expresaran su opinión general mediante una reunión democrática de todos ellos.

Aunque luego estuviera desprovista de valor vinculante; sería sólo para conocer su voluntad mayoritaria. Lo mismo vale para los demás grupos a los que se nos ha encomendado la sagrada misión de la Justicia, cada uno desde su particular responsabilidad (visto en su conjunto, tan importante es un magistrado del Tribunal Supremo como el último agente del más modesto juzgado de pueblo, pues la máquina necesita el conjunto de sus piezas para marchar).

Si todos estos segmentos dispersos aunaran sus fuerzas, se paralizarían los designios de politización. Hasta ahora hemos sido un colectivo generalizadamente limpio, basta comparar con los políticos.

Empero es sólo cuestión de tiempo que, si se abren las puertas del Poder Judicial a "la realidad social", nos termine infectando la misma contaminación que al resto de las estructuras politizadas.

Pero sobre todo son los abogados los que mejor conocen la situación. Nosotros siempre no exponemos a ser tachados de corporativistas. Ellos, por el contrario, saben mejor que nadie las carencias de medios y el sacrificio de tantos que bogan contra los elementos.

A la postre es el justiciable el que resulta perjudicado. Cuando tiene que pasar el mal trago de comparecer ante los tribunales, lo que desea es un juez imparcial, neutral y apolítico. Que no anteponga su ideología (ni la de la opinión pública) a la recta aplicación del Derecho.

El resto son cantos de sirena.

Piero Calamandrei escribía hace casi 70 años:

"Estás defendiendo un pleito importante, uno de aquellos pleitos (...) en el que de su resolución depende la vida de un hombre, la felicidad de una familia. (...) el día de la vista tienes la absoluta sensación de haber hablado mal, de haber olvidado los mejores argumentos, de haber aburrido a la Sala que, por el contrario, escuchaba sonriente la brillante oración del contrario. Estás abatido y desalentado, presientes una derrota inevitable; te repites, con amargor de boca que no debe esperarse nada de los jueces...Y, por el contrario, cuando conoces la sentencia recibes la inesperada noticia de que la victoria es tuya; a pesar de tu inferioridad, de la elocuencia del adversario, de la temida amistad y de las alardeadas protecciones. Estos son los días de fiesta del abogado: cuando se da cuenta de que, contra todos los medios del arte y de la intriga, vale más, modesta y oscuramente, tener razón".
Para acabar me gustaría completar este bello encomio de la Justicia agregando que, desde el otro lado de los estrados, los magistrados también saben cuán heroico es el combate del Letrado por el Derecho.

El mero hecho de adentrarse en nuestros juzgados ya es una proeza.

lunes, 22 de marzo de 2010

Las televisiones 'se forran' en el inicio de año con subidas de ingresos de hasta el 50%

TELECINCO, PRINCIPAL BENEFICIADO DEL FIN DE LOS ANUNCIOS EN TVE
Las televisiones 'se forran' en el inicio de año con subidas de ingresos de hasta el 50%
Televisiones | ingresos publicitarios | Credit Suisse | Paolo Vasile | Telecinco Enviar Leer más tarde Comentar Imprimir RSS Facebook TwitterOTRAS NOTICIAS
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@D.Toledo.- 22/03/2010 (06:00h)


El presidente de Telecinco, Paolo Vasile (Efe).

“Espectacularmente bueno”. Sin matices. Así de rotundo se muestra un alto directivo de una cadena privada al definir el arranque de año. Y añade que la sonrisa tampoco se borra de las caras de sus competidores. “Los ingresos publicitarios de todos los operadores privados crecerán a dobles dígitos en el primer trimestre, a pesar de las pobres perspectivas macroeconómicas”, constata Credit Suisse. ¿Por qué? Sobre todo por la subida del coste de la publicidad tras la decisión del Gobierno de eliminarla en TVE. Las alzas de precio de los anuncios están de media en el 20% interanual y han hecho que, por ejemplo, Telecinco vaya a ingresar entre un 30% y un 50% más en el primer trimestre.
Tampoco puede quejarse Antena 3, que podría ver cómo sus ventas aumentan en un 20%, de acuerdo con el último informe del banco de inversión. No obstante, el caso de la cadena de Paolo Vasile es el más llamativo, ya que la tendencia del segundo trimestre podría ser incluso mejor. Y es que fue en el segundo trimestre de 2009 cuando el precio de la publicidad colapsó, con caídas de hasta el 35%, y en el segundo trimestre de 2010 cuando se verá impulsado por el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, que pocos dudan de que caerá en manos de la cadena italiana.

“En el sector no hay ninguna duda de que Telecinco emitirá los partidos de España. Con la subasta de Cuatro lo único que han hecho es vestir el muñeco –asegura un directivo competidor-. Telecinco ha tenido un arranque de año tremendo en entrada de cash y puede permitírselo. Además, le ayudará a arrebatar el liderazgo en audiencia a TVE. Por su parte, a Cuatro asumir todo el coste del Mundial le destroza las cuentas. Hay pocas dudas de que, aunque la operación de compra no esté cerrada, es Telecinco quien marca las decisiones en Cuatro”. Una mayor que se niega desde la cadena de Mediaset, que se limitar a asegurar que se estudiará la subasta “con mucho interés”.

Además del aumento de la precio de la publicidad, Credit Suisse explica ese exponencial incremento de los ingresos para Telecinco por el aumento del consumo televisivo (entre un 2% y un 3%), el alza entre un 15% y un 20% de la saturación publicitaria y una cuota de pantalla entre un 7% y un 10% mejor. “Mantenemos una previsión de más 15% para el año, debido a la incertidumbre macroeconómica, pero si la primera parte del año arroja un alza del 30%, y la segunda se ralentiza hasta situarse en un aumento del 10%, el ejercicio se cerraría con subidas del 20% (…) incluso antes de que se reflejen la sinergias del acuerdo con Cuatro”, subraya el informe.

En el caso de Antena 3, todo está a expensas de las negociaciones de fusión con La Sexta, por el momento ralentizadas. Es más, el informe revela que la cadena de Planeta ya contempla otras opciones. “Aunque los gestores continúan creyendo que la consolidación es clave, no ven la integración como absolutamente necesaria para defender su cuota de pantalla frente a un competidor más fuerte como Telecinco+Cuatro, y mencionaron otras estrategias como invertir orgánicamente en un segundo canal que proporcione un ‘share’ significativo”, concluye el documento, que recuerda la necesidad de que Antena 3 mejore su audiencia en la franja de tarde, “lo que puede llevar varios trimestres”.

Las quejas de los anunciantes

Claro que no todos ganan. Los anunciantes sufren en silencio estas presiones. Tienen el dinero, pero ven cómo sus campañas se quedan fuera de las parrillas. De hecho, el informe constata que las cadenas están explotando al límite el tiempo de que disponen para publicidad en este comienzo de ejercicio. “El nivel de saturación se ha incrementado desde el 80% u 85% del primer trimestre de 2009 hasta una ocupación total de cerca del 95% en arranque de año, un aumento de entre el 10% y el 15%”, expone el análisis. La recientemente aprobada Ley General Audiovisual establecerá un límite de 19 minutos por hora para publicidad, incluyendo los anuncios propiamente dichos, las telepromociones y la autopromoción.

“La cuestión es que ahora mismo tienen exceso de demanda –lamenta el director comercial de una empresa de referencia en su sector-. La automoción, con el Plan 2000-E y la subida del IVA a mediados de año, está aprovechando el primer y segundo trimestre para meter las campañas. Hay empresas que no caben, a las que no se les están adjudicando campañas. El nivel de saturación está en niveles históricos en casi todas las franjas horarias. Las televisiones se saltan la normativa y nadie les sanciona. Los bloques de anuncios son interminables y se están cargando la eficacia del medio. Va ser mejor invertir en otros soportes”.

No obstante, pocos hablan en el sector publicitario fuera de los cauces de representación oficiales. “Al final, estamos en manos de las cadenas y de las centrales de medios”, asegura resignado el responsable de un departamento comercial. Recientemente se tiró al ruedo un forastero, el director general de Nestlé, Bernard Meunier, que pidió unión para responder a las subidas de un 20% por parte de cadenas. “Lo extraño es que Competencia mire para otro lado cuando las cuatro grandes cadenas han subido todas los precios entre un 15% y un 20%. Si eso no es concertación”, se asegura desde el sector.

Según una central de medios entrevistada por Credit Suisse, habría sido el target de amas de casa el que habría sufrido mayores alzas de la publicidad en el primer trimestre, con subidas de entre el 30% y 40%. Del mismo modo, estima que para finales de 2010 Telecinco será capaz de elevar los precios de los anuncios de Cuatro al nivel de la cadena de Mediaset. “La cuota de audiencia de Telecinco y Antena 3 se estabilizará y hasta se incrementará una vez que los contenidos de la televisión pública sean menos comerciales”, zanja.

jueves, 11 de marzo de 2010

Laura La Morena / Laura Spanish Girl Dancing Hip Hop Rap


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Desnudos, calendarios y masturbación


Ahora le toca el turno a 16 educadoras cántabras
Desnudos, calendarios y masturbación
Desde falleras hasta amas de casa han posado en cueros para calendarios más o menos estéticos

Enrique Arias Vega, 15 de noviembre de 2009 a las 10:58
Laura Garrido, la ideóloga de la masturbación
Obispo compara la masturbación con "fabricar un cohete"

Ahora, el desnudo, como cualquier congreso de odontólogos, por ejemplo, se realiza en grupo
¿Posaría en cueros para un calendario si se lo piden sus amigos o compañeros de trabajo?

No, porque desnudarse en público pasados los 30 es un acto de humildad
Si, porque soy de los que se empelotan en la playa y me encanta lucirme
No se, pero tendrían que pagar mucho y retocar con photoshop
Quizá, pero sólo lo haría por una causa solidaria e importante

Desnudos en un calendario.


Mientras no moleste al prójimo, uno puede hacer de su capa un sayo, y de su cuerpo, una obra de arte. Como aquella niña artista, Marisol, que pasó de crisálida a espléndida mujer en las hermosas fotos sin ropa que le hizo hace décadas César Lucas.

Ahora, el desnudo, como cualquier congreso de odontólogos, por ejemplo, se realiza en grupo. La moda la instauró la famosa película The Full Monty, donde sus protagonistas hacían strip-tease para sobrevivir.

A partir de entonces, desde falleras hasta amas de casa han posado en cueros para calendarios más o menos estéticos.

Ahora le toca el turno a 16 educadoras cántabras, por una causa solidaria, por supuesto. Entre tanto parabién recibido, sólo he oído una voz institucional crítica.

Por fin, me dije, antes de saber que lo malo para ella es que las fotos "denigran el papel de la mujer al convertirla en objeto".

Pues no, ya que ¿a quién denigran los calendarios con toscos futbolistas o forzudos bomberos en bolas?

No se trata de una cuestión de sexo, si la obra es bella, ni a nadie deshonra si la causa es justa.

Lo único que me perturba de este caso, en un mundo académico en el que a los profesores se les toma por el pito del sereno, es la condición de docentes de las desvestidas.

Por si ya no se distrajesen bastante los pobres alumnos, ¿en qué pensarán ahora ante unas maestras cuya anatomía conocen?

De ser extremeños, al menos tendrían la ventaja de esos talleres de masturbación puestos a su disposición por la Junta, con los que obtener mejor provecho de sus clases. Vivir, pues, para ver.

El PSOE frena una iniciativa parlamentaria para obligar a enseñar los crímenes de Stalin

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TAL Y COMO PIDE LA UNESCO
El PSOE frena una iniciativa parlamentaria para obligar a enseñar los crímenes de Stalin
Los 7 millones de ucranianos que murieron por la hambruna que provocó Stalin no merecen ser estudiados en los colegios españoles, según se desprende de la negativa del PSOE. Decisión contraria a las resoluciones de la UNESCO, y que EEUU, Canadá, Australia o Argentina sí reconocen como genocidio.







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2010-03-11ImprimirEnviarCorregirComentar
LIBERTAD DIGITAL
Este miércoles, la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados rechazaba la proposición no de ley de CIU que instaba al Gobierno a que que "impulse la incorporación a los textos escolares, dentro del sistema educativo autonómico, la información sobre la hambruna en Ucrania de los años 1.930 a 1932" según informa El País.

Jordi Xuclá, el diputado de CiU que defendió la propuesta, aseguraba que había presentado la iniciativa porque "nos mueve la reparación de los tres grandes crímenes del siglo XX: el Holocausto, las hambrunas provocadas por Stalin y las matanzas en Ruanda. Sobre las tres hemos presentado iniciativas, y seguiremos haciéndolo" indicaba.

La hambruna a la que se refiere la moción, ocurrió en Ucrania de 1930 a 1932. Stalin ordenó la colectivización forzosa de una gran dimensión de tierras, y vendió las cosechas a países extranjeros, mientras los campesinos morían de hambre.

El Congreso cifró en más de 7 millones de muertos esta tragedia, aunque algunos cálculos más conservadores lo sitúan en 3,5 millones. Por este motivo, la Unesco redactó una resolución que llamaba a los países miembros a "promover la memoria de la Gran Hambruna, incorporando en los programas educativos y de investigación las informaciones sobre esta tragedia". Países como EEUU, Canadá, Australia, Argentina y Polonia lo han considerado como genocidio, equiparándolo con el Holocausto, el genociodio de Rwanda y el al régimen de terror de los jemeres rojos en Camboya.

Pero no será así en España, gracias al PSOE. El asunto requirió dos votaciones, ya que en la primera se produjo el empate. La moción fue apoyada por CiU, PP y PNV, y rechazada por PSOE, ERC, IU e ICV y la abstención del BNG, que en la segunda vuelta deshizo el empate votando en contra, con los grupos de izquierda.

¿Qué alega el PSOE para justificarlo?. Pues que el Parlamento no debe decidir qué contenidos integran el currículo escolar, sino que es la comunidad educativa la que debe acordar los contenidos, según dijo el representante socialista, Emilio Álvarez a El País. Jordi Xuclá respondía que debía seguirse la resolución de la Unesco, que instaba a incorporarlo a los planes educativos.

La réplica socialista sostuvo que su grupo y su partido aprueban todas las resoluciones de Naciones Unidas de condena de los crímenes del estalinismo... pero, también se escudaron en las diferente interpretaciones que se dan sobre los hechos y que dividen drásticamente a rusos y ucranios aún en la actualidad.

Los primeros niegan que se tratara de una limpieza étnica; es decir, rechazan que fuera un genocidio, porque la hambruna también dejó un reguero de muerte por otras repúblicas soviéticas. Esta versión centra el objetivo de la represión de Stalin en los "terratenientes". Pero lo historiadores ucranios niegan esta versión, y defienden que la colectivización forzosa no fue sólo contra los dueños de la tierra, sino contra el pueblo.

lunes, 8 de marzo de 2010

El Maquiavelo de León

José García Abad presenta “El Maquiavelo de León"
"Poco después de ganar en el Congreso de 2000, Zapatero se la juró a PRISA"
Una ex ministra le cuenta que las elige por “esbeltas y con mechas”
Miguel Pato, 08 de marzo de 2010 a las 12:31
Las broncas entre Salgado y De la Vega siembran el caos en el Gobierno ZP
Un Gobierno repleto de pusilánimes e ineptos

Si Felipe González expulsó a Marx del partido, Zapatero expulsó al debate
¿Cree que Zapatero debería ser el candidato del PSOE en 2012?

Sí, porque no hay otra alternativa
No, porque nos ha hundido al partido y al país
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José García Abad.


Recursos en la web
Reseña del libro El maquiavelo de León.
Descargue aquí el audio completo de la entrevista con José García Abad.
El movimiento de resistencia desde la "caverna" del PSOE frente a Zapatero es un hecho. Así lo ha podido constatar este periodista durante la redacción de su nuevo libro. Le han llegado noticias de que cada cierto tiempo un grupo de ex ministros y otros socialistas que trabajaron cerca de Zapatero se reúnen a cenar y "conspiran mucho" contra el presidente. Para José García Abad es un síntoma de que algo se empieza a cocer.

Después de cerca de 30 entrevistas con diferentes socialistas, García Abad ha elaborado un retrato de Zapatero en "El Maquiavelo de León" (Ed. Esfera de los Libros) con el que trata de responder a la pregunta de cómo es realmente el presidente del Gobierno.

"Durante mucho tiempo se ha dado una imagen de él que no se corresponde con la realidad. Quién haya pensado que es una persona débil se equivoca. Es, por el contrario, una persona fría y calculadora. Un hombre virtuoso en el arte de alcanzar y mantenerse en el poder."


AUDIO COMPLETO DE LA ENTREVISTA...

José García Abad atribuye a Rodríguez Zapatero una visión mesiánica de su destino que le induce a pensar que con su "varita mágica" es infalible. Por eso, sostiene el periodista, el presidente no se toma muy en serio nombrar a un buen Gobierno.

"Como me dijo Carlos Solchaga, él piensa que es el único que hace política y el resto de su equipo son simples secretarios."
En el "El Maquiavelo de León" no sólo se destacan aspectos negativos del presidente del Gobierno. García Abad destaca de Zapatero que no le gusta que le marquen el paso. Como prueba de ello cuenta el día en que "se la juró a Prisa".

"Nada más ganar la Secretaría General del PSOE en 2000 le llaman de Prisa para invitarle a comer. Durante el almuerzo, Polanco y Cebrián (entre otros) tratan de darle lecciones de cómo llevar el partido y de cómo gobernar. Zapatero les responde que ‘acabo de ganar un congreso y vosotros os tenéis que renovar'. Tiene el valor de decirle a Prisa que a él no le van a llevar de la mano".

EL MAQUIAVELO DE LEÓN


El Maquiavelo de León
José García Abad


EL MAQUIAVELO DE LEÓN
José García Abad


Precio:
21,00 €
Páginas:
232
ISBN:
9788497349413
EAN:
9788497349413
Código interno:
50053
Fecha:
23/2/2010
Colección:
Biografías y Memorias
Formato:
16x24 Rústica



·Subtítulo: Cómo es realmente Zapatero
·A la venta la tercera edición
·El Mesías / EL MUNDO
·Javier de Paz, el Correo del Zar / EL CONFIDENCIAL
·Entrevista con José García Abad (vídeo)
·¿Cómo es Zapatero? Todos los detalles en "El Maquiavelo de León" / COPE
·Un Maquiavelo detrás de la imagen de ingenuidad de Zapatero / EL PLURAL
·¿Es realmente Zapatero como lo pintan? / DIARIO CRITICO
·Javier de Paz, el Correo del Zar / EL CONFIDENCIAL
·El Maquiavelo de León / INTERECONOMIA
·Maquiavelo.es / ABC
·



SINOPSIS:
Este libro pretende revelar lo que esconde la enigmática sonrisa de Zapatero, más allá de la impresión que trasmite de ingenuidad y bonhomía.
Por medio de multitud de anécdotas inéditas, el autor describe las técnicas y ardides maquiavélicos del leonés para alcanzar y mantenerse en el poder a toda costa: su asombrosa habilidad para los pactos más inverosímiles y para la reconversión de las alianzas; su propensión a enfrentar a sus colaboradores, y su
firme determinación a la hora de eliminar a quienes le pudieran hacer sombra.
El lector descubrirá, a medida en que se adentre en estas páginas, a un personaje mesiánico, convencido de que su intuición es infalible, caprichoso en la selección de sus ministros y altos cargos, a los que suplanta y ningunea con frecuencia, que sólo improvisa en los actos de Gobierno pero nunca en la puesta en escena, en la que es un consumado maestro; cómo y con quién toma las decisiones al margen de las instituciones de Gobierno, por medio de un teléfono móvil; cuáles son sus verdaderos amigos; cómo se relaciona con los empresarios; cómo se ha formado y cuál es el papel de su beautiful people; así como su ejecutoria como aprendiz de brujo de los negocios donde se revelan aspectos nunca contados sobre operaciones relacionadas con el BBVA, Endesa, Repsol y Telefónica.

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sábado, 6 de marzo de 2010

El Gobierno 'concede' 184 millones a Telecinco y Antena 3 al eliminar la publicidad de TVE

UN INFORME DE UBS CIFRA EL BENEFICIO EN 2010
El Gobierno 'concede' 184 millones a Telecinco y Antena 3 al eliminar la publicidad de TVE
Telecinco | Antena 3 | publicidad en TVE | UBS | Cuatro Enviar Leer más tarde Comentar Imprimir RSS Facebook TwitterOTRAS NOTICIAS
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Estoy de acuerdo. Lo que ocurre es que yo extiendo el problema al mismo concepto y raiz del nacionalismo catalán, una...

Sertorio

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@D.Toledo.- 03/03/2010 (17:44h)


La decisión del Gobierno de eliminar la publicidad en TVE va a tener un impacto directo en los resultados de las televisiones privadas. Y no será pecata minuta. Según las estimaciones que maneja UBS, la medida supondrá en 2010 para Telecinco/Cuatro y Antena 3 un total de 116 y 68 millones, respectivamente. Una inyección de cash en vena para unas cuentas que salvaron con nota el pasado ejercicio, pese a la crisis publicitaria y a las señales de alarma lanzadas desde las cadenas. La de Mediaset ganó 48,4 millones y la de Planeta nada menos que 60,7.

El informe, al que ha tenido acceso El Confidencial, recuerda que la televisión pública generó unos ingresos de 560 millones de euros en 2008, último año con cuentas cerradas. Un 20% de ese montante irá a parar a otros medios, un 15% se perderá y un 65% lo recogerán las cadenas privadas. De los fondos que salen de ese último porcentaje, Telecinco y Antena 3 coparán un 80%. “El teórico aumento de los ingresos en 2010 para Telecinco y Cuatro unidos será de 120 millones, y de 70 millones para Antena 3”, apunta el documento. Unas cifras a las que hay que restar la tasa del 3% de sus ingresos que deben abonar para financiar TVE.

Se trata de la punta del iceberg de una auténtica revolución, promovida legislativamente por el Ejecutivo. “La fusión de Antena 3 y La Sexta completaría la transición de un mercado fragmentado a un duopolio efectivo, con cambios en la audiencia, así como en las dinámicas publicitarias y de precios del mercado”, apunta UBS. Sin ir más lejos, Telecinco contará con un 45% de cuota en el mercado publicitario. Es más, el banco de inversión ya detecta que las privadas han aprovechado el proceso de consolidación en el sector y el fin de los anuncios en la televisión pública para incrementar un 10% el precio de la publicidad.

Una estimación que puede quedarse corta, como ya se sugiere en el sector y apunta el propio informe. “Tras el acuerdo con Cuatro, es probable que se produzca un incremento de los precios, posiblemente entre un 15% y un 20%”, vaticina UBS. Bernard Meunier, director general de Nestlé España, denunció hace unas semanas que la subida ha sido ya del 20% y pidió unión entre los anunciantes para contrarrestar ese incremento. No obstante, el informe también se hace eco de la argumentación tradicional de las privadas para justificar la subida y recuerda que, azotado por la crisis, Telecinco tuvo que bajar los precios en 2009 en un 20%.

Telecinco y Cuatro: un 40% más de valor

En ese duopolio, Telecinco ha dado primero con la compra de Cuatro. Según las previsiones de UBS, la operación supondrá un incremento del 40% del beneficio por acción a partir de 2011. “El acuerdo convierte a Telecinco en el actor con más fuerza del sector”, zanja. “Esperamos que las sinergias desde el punto de vista de los ingresos sean mayores que desde el de los costes (…) Irían de 28 millones en 2010, asumiendo siete meses de Cuatro, a 70 millones en 2013”, apunta. Las cifras podrían incluso aumentar si Telecinco consigue incrementar su audiencia y se hace fuerte en su capacidad de fijar el precio de la publicidad.

Por el contrario, los ahorros se verán frenados por el desembolso para retransmitir el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, cuyos derechos tiene Cuatro en exclusiva. No sería raro que Telecinco emitiera partidos. “Las sinergias en el primer año serán de 20 millones, o del 3%. En los ejercicios siguientes, estimamos que escalarán hasta un 5% del coste base en el año dos, hasta 40 millones, y hasta el 6% en el año tres, hasta 50 millones”, expone el documento. Como ya han apuntado otros análisis, la clave estará en racionalizar la fuerza laboral, lograr sinergias en la programación y en contener los gastos operativos.

Dicho esto, si Telecinco fijará precio en el mercado publicitario, “Antena 3 tendrá que operar con descuento incluso aunque adquiera La Sexta”, asegura el informe. De hecho, añade que “la adquisición de Antena 3 por La Sexta está descontada por el mercado, y el riesgo a partir de ahí es que no se materialice”. En todo caso, el beneficio por acción para los accionistas de la nueva sociedad aumentará un 25% a partir del año dos, aunque las sinergias vendrán más por el lado de los ingresos que por el de los costes. UBS no tiene ni siquiera claro que La Sexta vaya a mantener los derechos deportivos, un lastre desde el punto de vista económico.

También expresa sus dudas por el modelo de financiación de la televisión pública aprobado por el Ejecutivo, que hace recaer en los propios operadores privados y en las telecos buena parte de su coste. “La UE está actualmente revisando si la tasa es legal, por lo que el Gobierno puede tener que revisar la financiación de la televisión pública: las principales alternativas son un canon o un incremento de la aportación del Estado”, subraya. Por ejemplo, la BBC británica se financia con un impuesto a los ciudadanos; la última revisión lo dejó en 142.50 libras anuales.

La liquidación socialista de TVE

José Antonio Zarzalejos - 06/03/2010
Es una auténtica paradoja: un Gobierno socialista pilota una política que va a convertir TVE en algo marginal en beneficio de un previsible duopolio –formado por las concentraciones entre Antena 3 y La Sexta, y Telecinco y Cuatro-, sólo tres años después de haber elaborado una ley (la de 5 de junio de 2006) que, por primera vez, permitía a TVE un alto grado de independencia respecto del Gobierno y que era el resultado del dictamen emitido por un comité de "sabios" con cuyos criterios generales se inspiró la normativa del Ejecutivo.

¿Recuerdan a Fernando Savater, Victoria Camps, Emilio Lledó, Fernando González Urbaneja y Enrique Bustamante que se estrujaron las meninges para ofrecer un esquema de TV pública a Rodríguez Zapatero? Se creó un nuevo modelo y cuando TVE se encontraba en el mejor momento de credibilidad y de programación general –la más digna de todas con esa excepción clamorosa del procaz John Cobra—, la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega, por iniciativa propia o vicaria, y tras opacas reuniones con UTECA, derribó la ley de 2006 y la sustituyó por otra de 28 de agosto de 2009 en la que TVE dejaba desde enero de 2010 de financiarse de forma mixta, es decir, a través de transferencias presupuestarias y publicidad.

Desde el 1 de enero TVE recibe fondos del presupuesto y otros procedentes de las operadoras telefónicas (0,9% de sus ingresos brutos de explotación), de las TV privadas en abierto (3%) y de las TV privadas de pago (el 1,5%), además de otras fuentes menores. Pero en el bienio 2010-2011 TVE tiene un techo de ingresos de 1.500 millones de euros que se incrementará sólo un 1% en el bienio siguiente. Y a partir de 2014, los la facturación aumentará según el IPC.

El 65% de la publicidad que captaba TVE financiará a las privadas
Pero TVE ha liberado para el mercado la muy respetable cantidad de 560 millones de euros que irán a parar, como bien contaba en EC Daniel Toledo el pasado jueves, a Telecinco-Cuatro (116 millones) y a Antena 3- La Sexta (68), es decir, el 65% de la publicidad que captaba TVE financiará a las privadas, un 20% a otros medios y un 15% se diluirá o se perderá. Este sistema de financiación está sometido al análisis de legalidad europea en la UE.

La Unión de Bancos Suizos (UBS) en España ha elaborado este informe que apunta también a un incremento de las tarifas publicitarias por las privadas (entre un 10 y un 20%) y al aumento de su valor en Bolsa. Por si fuera poco, la elaboración de muchos espacios de la programación de TVE se contrata con productoras vinculadas a las televisiones privadas. Precisamente por eso, los trabajadores de la Entidad fueron a la huelga el pasado miércoles.

Las privadas quieren más

Pero ahí no paran las cosas: la ley de agosto de 2009 impone a TVE tales obligaciones de servicio público y tal corsé financiero que su liderazgo actual en audiencia va a ser fugaz. Sencillamente porque no habrá dinero para sostener una programación comercial de calidad que el presidente de UTECA ya ha advertido debe suprimirse en TVE para –a lo que se ve—dedicarse en exclusiva a retransmitir los plenos parlamentarios y a emitir películas descatalogadas, para así no sólo zampar más tarta publicitaria sino impedir que TVE tenga la remota posibilidad de competir en audiencia como viene haciéndolo con notabilísimo éxito.

El Gobierno socialista se ha arrepentido de su medida más sensata de cuantas se habían tomada sobre la TV pública y ha pasado a reducir sus posibilidades financieras de forma drástica, y cebar con los ingresos publicitarios de TVE los ya abundantes de las privadas que, a punto de concentrarse, conformaran un duopolio, y una de las dos empresas será de capital extranjero: Mediaset, propiedad de Silvio Berlusconi.

Con la aprobación del PP, el Gobierno sustituyó al Presidente de la Corporación, Luis Fernández, que obviamente dimitió, nombrando a Alberto Oliart, un político de la Transición y sin otras expectativas que gestionar disciplinadamente las escaseces progresivas de TVE. Ente que también en la primera legislatura socialista y bajo la dirección general de Carmen Cafarell, presentó, y fue aprobado, un abultado y muy generoso ERE que se consideró como la solución a todos los males de la emisora del Estado. ¿Qué ocurrirá ahora con el departamento comercial de TVE? ¿Venderá Oliart, como dice necesitar, los derechos del motociclismo? ¿Fusionará La 2 con Cultural.2?

¿Por qué tantas limitaciones a la programación de la TV pública?
En definitiva: ¿Cuánto tiempo transcurrirá hasta que veamos languidecer irremisiblemente la TV pública en España dejando todo el campo libre a la ya probada deontología y responsabilidad social de las programaciones de algunas privadas en la mente de todos? ¿Repara el Gobierno que al debilitar hasta estos extremos la TV pública y no poner mano sobre las autonómicas –que campan por sus respetos— pierde el Estado otro elemento de cohesión de los que no está sobrado? ¿Cómo compatibiliza el Ejecutivo su socialismo militante con recebar las cuentas de entidades privadas en detrimento de lo que es todavía “un servicio público”? Y en todo caso, ¿por qué tantas limitaciones a la programación de la TV pública? ¿Para, además de ingresos adicionales, trasvasar audiencia a las privadas y completar así el negocio de estas empresas con tan educativas y edificantes programaciones comerciales? ¿Está optando el Gobierno, sin decirlo, por el modelo de audiencia de la TV pública estadounidense (casi inexistente) en vez de hacerlo por la continental europea (potente y con distintas fórmulas de financiación)?

Un fraude político

Lo que ha ocurrido –y lo que va ocurrir con TVE— es un fraude político, no sólo para el electorado socialista, sino para la sociedad española en su conjunto, a la que se priva de un instrumento de culturización, información, programación digna y patrimonio intangible común. Este Gobierno habrá de explicar con pelos y señales por qué en 2006 elaboró un modelo que, además funcionó, y en 2009 lo destruyó en pleno mes de agosto por decreto ley. Es imposible no sospechar segundas y terceras intenciones en la operación que dirigió Teresa Fernández de la Vega al margen y con desprecio de los máximos responsables de TVE que han migrado a compañías privadas porque eran, y lo son, buenos profesionales.

Si esta operación abrupta y sobrevenida termina en la previsible irrelevancia de TVE, la responsabilidad por entero será –otra más— del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Mientras, Feijoo, Camps, Aguirre, Griñán, Montilla, López y Valcárcel siguen con TV autonómicas convertidas la mayoría –todas quizá y de modo inevitable- en terminales gubernamentales y con caño libre de financiación. El Estado como tal queda desapoderado de un instrumento decisivo de nacionalización democrática, mientras que las comunidades autónomas continúan fortaleciéndose, conformándose así un modelo de distribución de poder por completo desequilibrado. Al tiempo, RNE pierde delegaciones territoriales y la agencia EFE (con presencia en decenas de países y que promociona la lengua española) atraviesa por enormes dificultades incardinada en la SEPI.

Silvio Berlusconi será en este país todo un poder fáctico
Conclusión: el denostado –pero a lo que se ve también inteligente— Silvio Berlusconi, la supuesta antítesis de Zapatero, con una previsible cuota de mercado publicitario televisivo para su Telecinco (absorbida Cuatro) del 45%, será en este país todo un poder fáctico y ya sin los muy precarios equilibrios que suponía la presencia de Vocento en el accionariado de la cadena que dirige con mano de hierro Paolo Vasile.

No parecía coherente que el PSOE destruyera –otra cosa era racionalizar— el sistema de medios públicos de comunicación. Hasta eso ha conseguido y no precisamente por ahorro o por convicción, sino por motivos más prosaicos: granjearse apoyos para continuar en el poder. Este socialismo dispone de una capacidad de incoherencia destructiva sobrecogedora. Y el presidente del Gobierno italiano y dueño de Mediaset le ha tomado la medida a Rodríguez Zapatero con la rapidez del rayo. Francia, Reino Unido, la propia Italia, Alemania… por supuesto, tienen fuertes y eficientes televisiones públicas. Y total libertad de expresión. Allí parece que gobierna gente más seria.