España cada vez genera más desconfianza entre los inversores. Lasubida de la prima de riesgo no ocurre porque sí. Cada vez hay menos partidas de dinero del exterior, y en menor medida, se está produciendo una fuga de capitales de los ahorradores nacionales hacia otros países que, en medio de la recesión, ofrecen una mayor seguridad.
Los datos hablan por sí solos. La salida de capitales del territorio español alcanzó en abril los 121.891,6 de euros, según datos del Banco de España. La huida de los inversores en 2012 está siendo más que evidente: si comparamos con el año pasado, la cifra fue positiva con una entrada de total de 24.155,9 millones de euros.
La apuesta por los títulos de deuda soberana también ha retrocedido. La inversión extranjera en deuda pública española ha bajado en 68.933 millones (un 24,4%) en los cinco primeros meses del año al situarse en 212.506 millones de euro frente a los 281.439 millones que alcanzó al cierre de 2011, según datos del Tesoro. Pese a que la presencia foránea sigue siendo importante, el porcentaje se situó al cierre de mayo en el 36,95% frente al 50,48% que sumó en 2011.
También hay buenas noticias y tendencias a la inversa. El desembolso extranjero en inmuebles ha seguido el camino contraria y repuntó un 27% en 2011, el mayor gasto en este sector desde 2008.
Un problema de la zona euro
No obstante, dentro de casa, el drama no parece ser tal. Los especialistas restan importancia a la salida de capital perteneciente a las grandes fortunas españolas. José Luis Martínez, estratega de Citi, destaca que, en mayo apenas 2,4 billones de euros han salido de depósitos de la banca desde familias y empresas no financieras, lo que supone solamente un 0,3% del total de 30 billones.
Asimismo, José Luis Martínez especifica que no se trata solo de un problema español, sino de toda la zona euro. «Para acabar con esta situación, es necesarioreducir la aversión al riesgo y que las reformas en España y en Europa sean claras y convincentes para convencer a los inversores internacionales, subraya.
También extraña que el capital huya del Tesoro español cuando el interés ofrecido es tan alto y se prefiere comprar bonos alemanes o suizos, que incluso han llegado a tener rentabilidad negativa. Pese a lo enrevesado de la cuestión, la explicación es sencilla. En tiempos revueltos se impone la seguridad y gana peso el garantizar que el capital esté a salvo antes que la rentabilidad.
Aún así, parte de las dificultades provienen de una merma creciente de la confianza. No cuadra que se generalicen las críticas a las entidades financieras españolas y que al mismo tiempo, un banco español como el Santander sea elegido el mejor del mundo por la prestigiosa «Euromoney». El analista de Citi consultado considera que hay un grave problema de comunicación de la «marca España». «En España hay una gran parte de entidades que se encuentran incluso en mejor posición que sus competidores europeos», sentencia.
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