Día 19/12/2011
http://www.abc.es/20111219/deportes/abci-entrevista-mireia-belmonte-201112191035.html
Salió de la enfermería con pastillas para la garganta. Pequeñas molestias que no podían aparecer cuando, en un par de horas, volviera a lanzarse al agua en los Campeonatos de España. Tres semanas seguidas compitiendo y el cansancio se le notaban en la marca de las gafas alrededor de los ojos y en la forma de dejarse caer sobre la silla. Jugar con la botella del agua hizo que sus uñas, decoradas en blanco y negro, se lucieran junto a unos ojos azules que no dejaban de mirar el pasillo hacia la piscina.
- Se la ve cansada, pero satisfecha.
- Son muchos días de competición seguidos y los resultados han sido buenos, pero es verdad que me lo he trabajado mucho. Todo lo que ha pasado hasta ahora es porque he entrenado muchas horas, mucho gimnasio, muchos kilómetros.
- Cuatro oros la semana pasada es una buena recompensa.
- Aún no he tenido tiempo de pensar en ellos. He enlazado las competiciones y aún no lo he digerido.
- ¿Preparará alguna fiesta?
- Tengo vacaciones el 25 y el 26, iré a casa y lo celebraré con mi familia. Aunque creo que me pasaré el día durmiendo.
- ¿Echa en falta una vida «normal»?
- Me levanto a las cinco, entreno a las seis de la mañana, nado entre 16 y 22 kilómetros, hago gimnasio, voy a clase y a las diez me voy a dormir. No sé lo que es una vida normal, llevo desde los 12 años fuera de casa, aunque voy todos los fines de semana a ver a mis padres. Estoy acostumbrada.
- Y después, ¿a clase?
- Sí, estudio Empresariales. Lo hago cuando puedo. Aunque reconozco que me gustaría estudiar más, pero a veces no tengo ganas ni fuerzas para nada. Me gusta mucho el mundo empresarial.
- ¿Lo ve como su futuro?
- Sí, sin duda. Me gustaría tener mi propia empresa cuando la natación se termine.
- ¿Piensa en ello?
- Pienso en trabajar.
- Si no estuviera aquí ahora...
- Estaría en casa. Sin hacer nada.
- Así que vida social muy poquita.
- Alguna, con los amigos de mi ciudad, los de siempre, a los que veo una vez al mes.
- ¿Qué es lo que impulsa a seguir este ritmo?
- Sobre todo que me estoy encontrando muy bien nadando. Este fin de semana compito para ganar puntos para mi club, el Sabadell. En competiciones con el equipo nacional lo hago por mí. El esfuerzo que he hecho es lo que me anima a seguir. Lucho por poner en práctica todo lo que he trabajado.
- ¿Se permite algún capricho?
- El chocolate. No puedo comerlo normalmente así que son pequeños premios en plan «me lo merezco».
- ¿Sigue una dieta estricta?
- La alimentación y el rendimiento van relacionados. Si comes bien, entrenas bien. Yo entreno una burrada, así que puedo comer mucho, y de vez en cuando la comida de mami.
- En los pasados campeonatos de Europa fue el revulsivo, el impulso para que el resto del equipo se motivara. ¿Significa orgullo o presión?
- Ninguno de los dos. Todos nos motivamos mutuamente. Es importante que veas que las medallas no siempre se las llevan los mismos, los buenos. Cuando ves a alguien de tu equipo en el podio dices: «¿Y por qué no yo?»
- En 2008 se tatuó los aros olímpicos en la muñeca, ¿en qué medida tiene en la mente ya los próximos Juegos Olímpicos de Londres?
- Están ahí desde hace mucho tiempo, pero primero hay que hacer la marca mínima en abril.
- ¿Cómo se encuentra físicamente para conseguirla?
- Creo que estoy en un momento muy bueno. La natación es un deporte de sensaciones y ahora la mía es estupenda. Me entreno muy bien y he mejorado mucho la espalda. Aunque me queda perfeccionar los virajes.
- Sin embargo, logró cuatro oros en piscina corta la semana pasada.
- Sí, pero hay mucha gente que lo hace muchísimo mejor. No sé explicar por qué salieron tan bien los resultados en el Campeonato de Europa.
- Esa diferencia entre resultados en piscina corta y larga, ¿a qué se debe?
- Si lo supiera lo hubiera corregido en su momento. Todo depende de las sensaciones que tenga cuando nado. Si te encuentras a gusto en el entrenamiento, se hace más fácil competir.
- ¿Y psicológicamente? ¿Cómo entrena para quitarse los nervios?
- Cambié de entrenador y ahora me encuentro mucho más segura y confiada en mí misma. Con el psicólogo trabajamos el equilibrio entre la vida diaria y la profesional.
- ¿Y la presión mediática?
- Se hace difícil porque solo se acuerdan de ti cuando haces algo, y si encima lo haces mal, te machacan. Pero por otro lado está bien porque por fin empezamos a salir en los medios. Me aburre cuánto pueden exprimir un partido de fútbol en las noticias. Es el «Sálvame» para los hombres.
- ¿Con qué pruebas irá a Londres?
- No tengo una específica, voy a todas porque así tienes más posibilidades. Si entrenas solo para una y fallas, es muy duro pensar que ya se acabó el campeonato. Estilos, por ejemplo, abarca muchas cosas y diferentes longitudes. Así te complementa.
- ¿En qué piensa cuando nada?
- A las 8 de la mañana estoy dormida y voy con el piloto automático, ni me entero de que estoy nadando. Y si no, voy cantando instintivamente. El reguetón sigue funcionando.
- ¿Qué se siente al subirse al poyete justo antes de saltar al agua en una prueba importante?
- La verdad es que pasa todo muy rápido. No te da tiempo a pensar nada. Te puedo decir lo que ocurre justo antes, pero no en ese momento porque estás pendiente del "preparados" y del pitido de salida.
- Y dentro del agua, ¿qué referencias tiene sobre el tiempo o sobre los rivales?
- Del tiempo no sabemos nada. Es imposible mirar el crono cada vez. Y de las rivales apenas tampoco porque tienes que concentrarte en tus propias brazadas. Además, a mí se me suelen empañar las gafas y no veo nada. Por eso los nadadores nos sorprendemos cuando tocamos la pared y vemos el tiempo o la posición que hemos conseguido.
- ¿Cómo se protege de las lesiones?
- En natación casi no hay, salvo tendinitis y en alguna parte del cuerpo que movemos de forma antinatural, como los bracistas hacen con las rodillas. La semana pasada se me inflamó un tendón que rozaba con la costilla y me tuvieron que inyectar anestesia porque no podía ni respirar.
- ¿Pero saltó al agua?
- Claro, no se me pasó por la cabeza no nadar.
- Eso suena muy duro.
- Soy muy autoexigente con todo, con los entrenamientos y con la vida en general.
- Y competitiva.
- Mucho. Cuando tenía 6 años quedé segunda y me cogí un rebote tremendo. Luego con 11 gané medallas y me gustó la sensación.
- Entonces no hay amigos.
- Dentro del agua, ninguno. Fuera ya es otra cosa, pero no puedes tener amigos cuando saltas a competir.
- ¿Nota la diferencia entre piscinas?
- Desde luego. Soy alérgica al cloro y se me intensifica en la nariz, me segrega mucosa y no puedo respirar. Tomo unas gotas para evitarlo, pero sí lo paso peor en aguas con mucho cloro. Incluso llegan a salirte sarpullidos.
- ¿Y cómo cuida su pelo, su piel, sus ojos?
- Me cuido, pero no estoy obsesionada. Crema hidratante, suavizante, mascarilla dos veces por semana... como cualquier otra chica.
- ¿Quién es su mayor soporte?
- Mis padres. Se han chupado todos los entrenamientos, todas las competiciones, eran los que madrugaban para llevarme de un sitio a otro. Y por otra parte, los entrenadores, de los que aprendes también mucho. Al fin y al cabo los veo más que a mis padres.
- ¿Cómo elige seguir o no de entrenador?
- Se nota mucho. A lo mejor no mejoras en tus marcas o sientes que te has estancado. Creo que es bueno cambiar para seguir avanzando, pero tampoco mucho porque también necesitas un equilibrio y cierta seguridad.
- ¿Y cómo se porta la Federación de Natación?
- Bueno...
- ¿Practicó otros deportes antes de decantarse por la natación?
- Mi hermano jugó al tiro con escopeta y como mis padres nos tenían que llevar de punta a punta pues estuve un año practicando. Y a los nueve empecé a jugar a tenis, pero no me gustó porque no entendía nada. Ahora me gusta mucho verlo, pero no entendía que me pusieran en mitad de la pista y me dijeran no le des al pasillo... No entendía nada.
- ¿Algún ídolo en el deporte?
- Rafa Nadal, por su humildad. Porque con todo lo que es, sigue siendo humano y no divino. Y Michael Phelps, por supuesto. Tiene catorce medallas olímpicas. Yo sueño solo con una.
- No se ponga límites.
- No es tan sencillo. Una sería un sueño. Desde pequeñita me trago todas las series de natación de los Juegos Olímpicos, incluso las clasificatorias. Y siempre soñé con que un día estaría allí recibiendo la medalla.
- ¿Qué valoración hace de su año?
- No soy consciente de lo que he hecho. El momento de la medalla es emocionante, pero yo no lo disfruto de forma consciente hasta que pasa un tiempo. Aún estoy digiriendo todo lo que logré la temporada pasada.
- ¿Qué le pedirá a los Reyes Magos?
- Un buen año y unos buenos Juegos.
Mireia, a quien cariñosamente se la conoce como «bicho», se quitó la cazadora del chándal y se quedó en su traje de faena. Sus hombros y su espalda demuestran el esfuerzo y las horas en el gimnasio. Al hacerle las fotos, comentó que su entrenador le había regañado por llegar más tarde a entrenar.
Rodrigo Gil, responsable de la Federación de Natación, explicó su nivel de exigencia. «Su entrenador le dijo el viernes a las ocho y media de la noche que se fuera a entrenar a la piscina y ella lo hizo, sin rechistar. Le gusta entrenar, es una bestia y ha conseguido aumentar su tren superior de una forma portentosa y se va a ver cuánto y cómo ha mejorado». ¿Cuál será la clave para hacer buenos resultados en los Juegos Olímpicos? «Que comience con buenas sensaciones. Siempre va de menos a más y necesita encontrarse bien el primer día para ir mejorando día a día».
Mireia, a pesar del cansancio, el menor tiempo para entrenar y las molestias en la garganta, saltó al agua este fin de semana en el campeonato de España y su autoexigencia se cubrió de oro en nueve ocasiones.
http://www.abc.es/20111219/deportes/abci-entrevista-mireia-belmonte-201112191035.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario