Nueve de cada diez españoles (el 90,2 por ciento) ven la situación económica mala o muy mala, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de mayo, lo que supone el mayor porcentaje en la serie histórica de esta encuesta. El paro sigue siendo la principal preocupación de la ciudadanía, pues al igual que en abril lo citan el 81,7 por ciento de los encuestados, mientras que los problemas de índole económica son mencionados en segundo lugar, por un 51 por ciento. Crece a la vez la inquietud ciudadana por la clase política y la situación de la sanidad, mientras que "los recortes", un apartado que empezó a aparecer recientemente en el barómetro, se sitúan entre los diez principales problemas, al ser citados por el 5,1 por ciento.
La encuesta del CIS se efectuó del 3 al 11 de mayo, periodo en el que, entre otras noticias económicas, se produjo la nacionalización parcial de Bankia.
Sólo el 0,6 por ciento de los ciudadanos ve buena o muy buena la situación económica -una décima por debajo del mes anterior- y el 8,8 por ciento considera que es regular, frente al 10,5 que pensaba lo mismo en el barómetro de abril. Con la mirada puesta en el próximo año, se incrementa también el porcentaje de pesimistas, ya que el 39,1 por ciento se teme que la economía vaya a peor, dos puntos más que en abril, y sólo un 16,2 por ciento confía en que mejore, 2,5 puntos menos que un mes antes. También ha aumentado notablemente el porcentaje de personas que cree que la situación económica ha empeorado con respecto a hace un año, pues así lo cree el 65,2 por ciento de los sondeados por el CIS, frente al 60,4 que opinaba así en abril.
Tras el paro -con el 81,7 por ciento- y los problemas económicos -que citan el 51 por ciento- la tercera inquietud de la ciudadanía es la clase política, mencionada por un 22,5 por ciento, 4,4 puntos por encima de abril.
La sanidad pasa a ser en este barómetro el cuarto problema para los españoles, ya que la citan el 10,6 por ciento -dos puntos más que en el estudio anterior- y se coloca inmediatamente por delante de la corrupción y el fraude, al que alude el 9,3 por ciento -seis décimas más-.
La educación sigue en sexto lugar, al comentarla el 7,3 por ciento de los ciudadanos -tres décimas menos-, seguida de la inmigración (6,2 por ciento) y los recortes, que con el mencionado 5,1 por ciento se aupan hasta la octava posición en la lista de principales problemas.
No escapa del pesimismo la situación política, que empeora 4,5 puntos, ya que el 64,8 por ciento la ven mala o muy mala, mientras que se reduce del 7 al 5,6 por ciento el porcentaje de optimistas que la ven buena o muy buena. Para el futuro, el 30,6 por ciento augura que la situación política irá a peor, en tanto que el 40 por ciento cree que seguirá igual y el 15,8 por ciento está seguro de que irá a mejor. En comparación con mayo de 2011, para el 35,8 por ciento de las personas consultadas por el CIS la situación política actual del país es peor, frente a sólo un 12,4 por ciento que estima que está mejor; el 46,6 por ciento la ve igual.
A pesar del pesimismo sobre la coyuntura general, hay una mayoría clara de ciudadanos, el 69,7 por ciento, que ve poco o nada probable perder su empleo en el próximo año, mientras que un 21,6 por ciento lo cree muy o bastante probable. Sí cunde el pesimismo en el caso de los que están ya desempleados, porque el 63,7 por ciento considera poco o nada probable encontrar un puesto de trabajo en los próximos doce meses y sólo un 26,7 por ciento confía en conseguirlo.
La mitad de los encuestados vaticina que su situación económica personal seguirá igual dentro de un año, aunque un 22,7 por ciento sospecha que podría empeorar, y sólo un 16,9 por ciento tiene esperanzas en una mejoría.
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