viernes, 8 de agosto de 2008

Estrella Digital 8/08/2008 - OPINIÓN: Y ahora son ETA/ Batasuna por Germán Yanke

Estrella Digital 8/08/2008 - OPINIÓN: Y ahora son ETA/ Batasuna por Germán Yanke
Germán Yanke
Un largo viaje, penoso y con malditas consecuencias, para terminar diciéndole al Tribunal Supremo, a través de la Abogacía del Estado, que ANV y el Partido Comunista de las Tierras Vascas son organizaciones sucesoras, continuadoras e instrumentalizadas por Batasuna/ETA y deben, por tanto, ser ilegalizadas. Estas alegaciones, que responden a la lógica jurídica y a la evidencia cotidiana, son exactamente contrarias a lo que vinimos oyendo durante la pasada legislatura con el fiasco del “proceso” y el diálogo con la banda. El Gobierno se escuda en que actuó en el momento en que tuvo pruebas, y no antes, pero a estas alturas es una disculpa que nadie cree y mucho menos las Fuerzas de Seguridad del Estado que participan en la lucha contra el terrorismo. Como ahora se subraya, el control político e incluso las declaraciones en ese sentido de los dirigentes de Batasuna y de la propia ETA en sus documentos venían de antiguo y se conocían públicamente.
Así que, para nada, se ha recorrido, desde el Gobierno, un largo trecho en el que, facilitando el imposible “proceso”, se ha permitido que Batasuna/ETA esté en las instituciones, siga teniendo esa palanca política y acceso a los fondos públicos destinados a partidos, grupos parlamentarios, concejales, etc. La lista de declaraciones de ministros y responsables políticos del PSOE durante este tiempo se vuelve ahora una nómina más lacerante que ridícula. Si el PP equivocó el tono y la adecuada pedagogía en el debate nacional, no se puede negar que, en este punto, tenía tanta razón como ahora el Gobierno rectificando.

Nada de todo ello se puede ya remediar, pero sí obtener las oportunas enseñanzas. No hay en la banda terrorista resortes para su disolución por lo que la retórica invitación al “abandono de las armas” no tiene sentido. El camino es combatir a ETA para derrotarla y esto exige comprender que no sólo la componen un grupo de pistoleros, sino también una estructura complicada, que aprovecha –como hace el crimen organizado- todos los resquicios sociales y legales. La atención a este fenómeno debe estar acompañada de la firmeza y de las reformas precisas y constante para acrecentar la eficacia del Estado de Derecho. Y la persecución debe implicar no sólo su aislamiento, sino la negativa a colaborar políticamente con quienes se siguen empeñando en no ver así las cosas. Son los que, en vez de estar dispuestos –como quiso equivocadamente el Gobierno- a pagar un precio político por la paz, lo que quieren es, sencillamente, obtener un rédito político con ello. Si hemos aprendido esto y somos coherentes…

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