El tesoro oculto de la economía española: 100.000 millones de euros hasta 2020
España sigue a la cola de Europa en nuevas tecnologías, pero eso también le da el mayor margen de crecimiento.
LIBRE MERCADO 2012-04-09
La productividad de la economía es uno de los grandes caballos de batalla de todos los gobiernos, estudiosos y periodistas españoles desde hace muchos años. Cuando se analizan los grandes retos de las empresas españolas, lacompetitividad está siempre en primera línea. Es una de las principales razones que se aducen al hablar del saldo negativo de la balanza por cuenta corriente, de la falta de exportaciones, del endeudamiento-país o del impacto de las crisis.
En Libertad Digital hemos publicado varios reportajes sobre esta particular maldición: trabajar mucho y producir poco. Los empleados españoles están entre los europeos que más horas echan en el curro. Sin embargo, su productividad está por los suelos. Alemanes, suecos, holandeses o austriacos son capaces de aportar más valor a sus empresas en menos tiempo.
No existe un único culpable para esto. En parte se debe a que España tiene una parte importante de su riqueza centrada en sectores poco productivos (hostelería, turismo, construcción, etc...). También es debido a que las empresas no han sabido adaptarse a las nuevas tecnologías igual que sus competidores del resto de Europa. Y tampoco se debe desdeñar el peso de la regulación (laboral, impositiva, comercial,...), que impone toda clase de trabas que dificultan el avance de las compañías españolas.
Los resultados son evidentes y son malos para todos los colectivos implicados. Por un lado, las empresas soportan un coste por hora superior al de sus competidores, lo que entorpece su negocio. Tampoco es bueno para los trabajadores, que tienen que dedicar más tiempo para ganar un sueldo inferior al de alemanes o suecos. Y desde el punto de vista del país, es evidente que puede provocar una auténtica fuga de cerebros, especialmente entre los jóvenes más preparados.
Un tesoro de 100.000 millones
Como en muchas otras cuestiones, esta cruz tiene también su cara. El potencial de mejora de las compañías españolas es mucho más elevado que el de sus competidores. De hecho, según el estudio Capturing the ICT Dividend, de AT&A y Oxford Economics, la economía europea podría crecer hasta un 5% de aquí a 2020 gracias sólo a las mejoras de productividad derivadas de la mayor inversión en tecnologías de la información y la comunicación (TIC o ICT en inglés). Esto supondría una ganancia de 760.000 millones de euros para el conjunto de la UE o 1.500 euros por habitante.
Pues bien, los dos grandes países con más posibilidades de aprovecharse de esta circunstancia serían Italia y España que podrían superar el 7% y los 100.000 millones de euros en esta década. La mejora en la productividad podría generar hasta un 3,5% de incremento en el PIB en nuestro país, más que en ningún otro de sus grandes socios (Alemania, Suecia, Francia, Reino Unido, Italia, Austria).
Este podría ser el tesoro escondido y del que no se habla demasiado cuando se piensa en alternativas para la economía española. Más de 100.000 millones de euros que estarían esperando a las empresas, en formas de mejoras de la productividad y ahorro de costes. Es evidente que no será sencillo aprovecharlo, pero en ocasiones, son las épocas de crisis las que propician estos cambios.
Según un informe del Plan Avanza, impulsado por el anterior Gobierno, de 1995 a 2004, la productividad sólo contribuyó al 13% del crecimiento del PIB español, mientras que en la UE-15 y en EEUU este porcentaje subió hasta el 50% del PIB.
Además, este sector es uno de los pocos en el que los precios están bajando. Precisamente porque es una parte de la economía muy competitiva y en continua mejora, cada año, los costes caen (o suben las prestaciones por el mismo precio). De esta manera, igual que un ordenador personal cuesta ahora menos que hace 15 años (en términos reales y en muchos casos también en valores absolutos), las empresas pequeñas y medianas pueden disponer de servicios que antes eran exclusivos de las grandes firmas.
La situación en España
Según un estudio de Aetic (Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España), las razones que aducen los empresarios para no cambiar sus viejos hábitos son fundamentalmente tres: desconfianza o desconocimiento de la tecnología (31%), el coste de los servicios (27,8%) y la falta de recursos en la empresa para manejar estas herramientas (26,7%).
Sin embargo, esto debería empezar a cambiar poco a poco. El porcentaje de empleados que utiliza un ordenador es creciente. Y cuando casi todos los trabajadores de una empresa o departamento usa programas informáticos es mucho más probable que sea rentable para la compañía empezar a implementar aplicaciones que hasta ese momento no tenía en mente. Como puede verse en el siguiente gráfico, en todos los niveles (tanto pymes como grandes corporaciones), al menos un 50% de los trabajadores maneja habitualmente algún tipo de herramienta informática en su trabajo.
Además, la tendencia de la sociedad podría ir un poco por delante incluso de sus empresas. Así, según Eurostat, el número de españoles que nunca ha usado un ordenador está ligeramente por encima de la media europea; pero si sólo cogemos a la franja de entre 16 y 24 años, la situación cambia. De hecho, en algunas de las cuestiones que demuestran más pericia, los jóvenes españoles están por delante de sus coetáneos europeos. Así, hasta un 27% de los situados entre 16 y 24 años dicen tener capacidad para escribir un programa informático, un porcentaje que baja al 20% si tomamos la media de la UE. Sólo los países nórdicos y Austria presentan una cifra mejor, mientras que Alemania (19%) y Francia (17%) nos miran a distancia.
De nuevo, éste es un dato llamativo y que apunta a una modernización de la sociedad de la que las empresas no pueden quedar al margen. Si usted quiere avanzar en este camino, puede visitarwww.tusolucionsap.com y descubrir cómo multiplicar su productividad.
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