lunes, 25 de enero de 2010

Hacia la quiebra, inminente, del Estado

Tenemos un modelo político inviable
Hacia la quiebra, inminente, del Estado
La prensa internacional tiene a España como un enfermo grave
Enrique De Diego, 25 de enero de 2010 a las 08:27
Los estertores de la casta parasitaria
El autismo de la casta política española
La casta parasitaria y el amaño de venerar la Constitución

Que un Gobierno se dedique a emitir deuda de continuo, a vivir de la deuda, tiene un recorrido corto
¿Apoya esta campaña de la Plataforma de las Clases Medias?

Sí, hay que acabar con la casta parasitaria
No, no se puede desmantelar el Estado de bienestar
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Zapatero, de la Vega, y Salgado.


He intentado, sin conseguirlo, frenar este desastre. Lo he intentado con vuestra ayuda y colaboración, que nunca me han faltado. No hemos tenido nunca los medios suficientes para poder conseguir nuestros objetivos, pero nadie nos podrá reprochar que no asumimos nuestra responsabilidad y luchamos. Con todo, esa imposibilidad de frenar esta deriva suicida me produce un íntimo dolor.

La cuestión es que la catástrofe ya llega, es inminente. Y siempre en la Plataforma de las Clases Medias hemos procurado no mentir y mirar la realidad de frente. Desde hace tiempo, hemos venido diciendo, insistiendo, denunciando que el Estado español estaba quebrado (es un escenario que no se produce desde la época de los Austrias), que sólo era cuestión de tiempo que eso se plasmara en la realidad de manera angustiosa.

Primero fueron algunos bancos españoles los que decidieron vender la deuda pública española. Ahora esa recomendación la han efectuado Goldman Sachs y Deustche Bank. Según los especialistas con los que he consultado, el descenso de la valoración de la deuda pública española es inminente, puede producirse en las próximas semanas. El Fondo Monetario Internacional ha avisado a Portugal de lo abultado de su déficit, que es menor que el ‘oficial’ español.

La prensa internacional ha detectado ya a España como un enfermo especialmente grave. El que los focos internacionales se hayan puesto sobre Zapatero resulta, además, demoledor.

Esos especialistas –independientes- con los que he hablado no descartan que la economía española tenga que ser tutelada por el Fondo Monetario Internacional en unos meses.

Se trata de un panorama previsible, pero que representará un shock traumático para la sociedad española y ante el que conviene tomar decisiones personales con carácter preventivo.

Es muy posible que el Estado no pueda pagar a los funcionarios, y que lo mismo suceda en autonomías y ayuntamientos. Evidentemente, se ha de ir a un drástico descenso del gasto público. Eso puede afectar a los subsidios de paro y a las pensiones.

Es preciso desmantelar el Estado de bienestar, porque no se pueden sostener unos sistemas educativo y sanitario estatalizados, tan caros y tan ineficientes, no se pueden sostener las redes clientelares de los partidos y los partidos mismos financiados con el dinero del contribuyente. Lo lógico es que se hubiera ido a un período de transformación, pero todas las medidas han ido en la línea incorrecta, incrementando el despilfarro, incluso el Estado se ha dedicado a competir por el crédito con los empresarios.

Tenemos un modelo político inviable y debe ser regenerado. Pero hay mucha gente que depende de él y ahora la gente les va a llegar a ellos, que están atrapados.

La cuestión es que no han quedado resortes morales en la sociedad, amén de cauces de participación, para evitarnos todas las desgracias y los sufrimientos por los que vamos a pasar, de manera inminente.

Ya digo que, en la medida de lo posible, conviene tomar medidas en lo personal, incluido el reagrupamiento familiar, como ya indiqué en su momento. Familia en sentido amplio. Nunca dejarse llevar por la pobreza vergonzante de las clases medias. Nunca encerrarse en uno mismo. Y, por supuesto, evitar esas culpabilizaciones, en los entornos familiares, que tanto daño hacen, porque esta es una crisis del sistema, contra la que el individuo poco ha podido hacer, teniendo el marco de actuación tan trucado. En esta crisis, están sufriendo más los más capaces y los que mejor lo han hecho.

No sabemos los fallos de sistema que pueden irse produciendo, aunque algunos son fácilmente imaginables. Algunos ya están muy avanzados, como el colapso del mercado o el clima de estafa en el que se han sumido los numerosos oligopolios que padecemos.

Somos una minoría cohesionada y formada, una vanguardia, que tendrá en el futuro que asumir aún mayores responsabilidades, pero hay que fortalecerse mentalmente para una situación más, mucho más grave de la que padecemos.

Fuera de la casta parasitaria sólo estamos nosotros. Los demás o lo son o aspiran a serlo. O están o quieren satelizarse. Nosotros somos los únicos que propugnamos una regeneración real, una alternativa regeneracionista. Si hubiera alguien más, le estaría apoyando desde una discretísima segunda fila. Mucha gente vuelve su mirada hacia nosotros.

Lo habéis hecho muy bien. Lo estáis haciendo muy bien y no tengo más que motivos de agradecimiento y deseos de alentaros a seguir, en la medida de lo posible, dando siempre prioridad a vuestro futuro y a vuestras familias. Hemos de generar una red capilar y eso se puede y se debe hacer aprovechando la cotidaneidad.

Que un Gobierno se dedique a emitir deuda de continuo, a vivir de la deuda, tiene un recorrido corto.

Si esto está siendo muy duro, lo va a ser mucho más.

Y, además, es una crisis planetaria, en la que las clases políticas no hacen otra cosa que mentir. No va a haber recuperación. Han robado a los contribuyentes y los han empobrecido. Ya no pueden robar más.

Deciros que de todo esto han de salir las sociedades regeneradas es un voluntarismo, porque eso va a depender de la responsabilidad de cada uno, y por ahora no se ve a demasiada gente asumiendo su responsabilidad.

Empieza a haber, con todo, noticias positivas en el mundo: la victoria de Sebastián Piñera en Chile, el fracaso de Obama en Massachussets, el ridículo de Zelaya en Honduras.

Quiero que todos os sintáis orgullosos de lo que hemos hecho hasta ahora. Y os aseguro que no voy a cejar en esta lucha humanitaria por la supervivencia de la población, de las sociedades libres y de la civilización occidental.

Fuerza y honor

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