domingo, 24 de febrero de 2008

ABC.es: opinion - firmas - Mucho cartel, poco talento

ABC.es: opinion - firmas - Mucho cartel, poco talento
LOS estrategas electorales socialistas, maestros de la propaganda y artistas de la manipulación, han instalado en pleno centro de Madrid un gigantesco cartelón en el que, en su franja central, luce un eslogan equívoco: «No es lo mismo». En la parte superior de tan inmenso paño pueden contemplarse, sentados alegres en el Congreso, las figuras ra-diantes y confiadas de Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes. En la inferior, bajo la banda roja de la consigna, también en el Congreso, aparecen taciturnos y aburridos, como desesperados, Eduardo Zaplana, Ángel Acebes y Mariano Rajoy. Evidentemente no son lo mismo los unos que los otros y, aunque ambos se obstinen en la socialdemocracia y confíen más en el Estado que en la Sociedad, tampoco es lo mismo el PSOE que el PP.
El cartelón, divertido en lo que tiene de espectáculo e ingenio torticero e irritante por cuanto conlleva de provocación, corre parejas con la campaña que promueven las Juventudes Socialistas que, en lo que se les ve, tienen muy poco de la primero, casi nada de lo segundo y se confor-man con ser alevines del poder con hambre de cargos y bicocas. Como para hacer una gracia, los capullos en ciernes de ser rosa enseñan una fotografía de Frankenstein, el hijo de Mary Shelley, y la subtitulan: «Pelis que dan miedo, sí». Aparece a su vera una foto de José María Aznar con un penacho que reza: «Políticos que meten miedo, no». Los del PP, que son muy suyos, han manifestado su indignación por el uso de la fotografía de Aznar, de la que FAES tiene la propiedad intelectual; pero no han dicho nada de lo burdo y ramplón de una comparanza, buena para tertulias a las tres de la madrugada e impropia de un debate político solvente.
Ese es el nivel de la campaña electoral en curso porque tampoco se podrían señalar grandes destellos de inteligencia, ni brillantes propuestas de futuro, en la que maneja el PP. A eso nos han llevado un bipartidismo estéril y esclerótico que nos tienen instalados en una partitocracia, poco representativa y nada parlamentaria, de la que ninguno de los dos bandos muestra intención de abandonar. Unos líderes cortos de ideología, escasos de facultades e incapaces de hacernos vibrar, aconsejados por expertos electoreros que les esclavizan con el principio de que es mejor no cometer un error que tener un acierto, es lo que hay en el patio nacional.
Las alternativas no nacionalistas, de Ciudadanos a UpyD, están silenciadas por el ambiente y el reglamento. Lo demás, centrífugo y separatista, aprovecha el caso y las circunstancias para ganar poder y participar con su decisión e influencia en el Gobierno de una España a la que dicen no querer pertenecer. Unos y otros han hecho suya, como lema, la definición de inteligencia que hizo Enrique Jardiel Poncela: «El peor castigo que puede afligir a un ser humano».

No hay comentarios: